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Su memoria es tan privilegiada que ejecuta sin papel ninguno la vista un repertorio muy vasto, en el que están comprendidas todas las principales obras de los más grandes compositores antiguos y modernos.
Desde los tiempos de Franz, Liszt y Rubinstein, que fueron los más hábiles pianistas de su época, ningún artista como Paderewski ha hecho una revolución en el mundo musical.
Su habilidad, verdaderamente extraordinaria, es reconocida en todas partes y allí donde se presenta es enseguida confirmada su fama y obtiene los triunfos brillantes que solo pueden alcanzar los genios. La Música Ilustrada)
Biblica Para Páginas Muestradas Al mundo le oculté todas mis penas Mis penas infinitas. seguí, como un cristo, mi calvario Soportando el dolor de mis heridas.
Como voraces buitres, Cual lúgubres arpías, En gárrula bandada, Los odios, los dicterios y las iras y Clavaron en mi carne La punta de sus ásperas cuchillas, fuí marcando con mi propia sangre El curso de mi vía, Bajo el peso de esfuerzos y de luchas Oyendo sólo la iracunda grita Oue alzaron mis sayones.
Aquellos que mis penas no sabían, Aquellos que pusieron en mi copa Las gotas de su acíbar.
Torné inis ojos al azul empíreo, Evoqué al Padre, puesto de rodillas, sólo sombras densas Bañaron mis retinas. y fué una esfinge muda La bóveda vacia. No tuve un cirineo Que me ayudara en mis congojas íntimas ascendí como un paria Del humano dolor hasta la cima.
Mas no fuí solo, tú me acompañaste ¡Oh dulce ainada mía. Solícita Tristeza. Magdalena Que ungiste con tus besos mis heridas!
LISÍMACO CHAVARRÍA 1380

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