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Almas Solitarias ãe Grerard Kauppman TRADUCCIÓN DE JOSÉ FABIO GARNIER Parn Páginas Istradits (Continúa)
tir. sí, el ANA. Mucho. se sienta al piano que está a la derecha. Usted no sabe tocar. con la cabesa Catalina dice que no. no canta. con la cabesa Catalina dice que no. Juan le encanta la música yo antes to caba y cantaba ahora no. se pone en pie)
Qué triste es el pasado queda de él un recuerdo. pausas) Comenzaran pronto las clases. se abandona en los brazos de Catalina. Cuánto me duele abandonaros. resuelta. Pero. debo partir. debo parCATA. después de una pausa. Ana, ahora que nos deja, quiero hacerle una súplica, quiero pedirle un consejo.
ANA (con cariño. Qué desea usted, Catita. CATA. Escucha ime permitirás que te trate de tú?
lo has comprendido le ha hecho mucho bien tu compañía.
ANA. Dices eso en serio?
CATA. Sí, Ana. también tu presencia en esta casa me ha reanimado. Te debo tanta gratitud por tantas cosas. Aconsejame, Ana, que debo hacer para que conmigo esté contento, para que no se crea solo aun cuando lo acompaña su esposa. ANA No podría aconsejarte.
CATA. No puedes. Mira, talvez yo también podría hacerte algún servicio.
ANA. No lo creo, Catita, no lo creo.
CATA Talvez si talvez sé cuánto sufres.
ANA. De qué sufro, dime, querida Cata?
CATA. Quisiera decirlo, pero.
ANA. cómo has podido saber. Vaya. no pensemos en cosas tristes Mira, entra en el cuarto un rayo de sol. quieres que demos nuestro último paseo por el jardín. se dirigen hacia el fondo. Espera.
ahora recuerdo que debo escribir antes unas cuatro palabras.
CATA. arreglando el escritorio. Puedes escribirlas aqui (pensando. No, en el estudio de Juan puedes acerlo mejor. Él no está. Allí hay todo lo necesario. Ana entra en el gabinete de estudio. JUAN (después de una pausa entra por el fondo; está muy inquieto. Empieza llover Debíamos haber hecho venir un coche.
CATA. Ya es muy tarde.
JUAN. Demasiado, lo sé.
CATA. Sabes, Braun estuvo aquí.
JUAN. Me alegro. Qué queria?
CATA. Seguirá visitándonos y vosotros dos seréis los mismos amigos de antes.
JUAN. No podríamos enviar a buscar uno?
CATA. Qué, un coche? La estación no está muy lejos que digamos.
JUAN. Pero las calles parecen lagos. No he visto tiempo más malo y peor para una señorita que viaja.
CATA. Pero estará mejor cuando haya montado en el tren.
JUAN. Sí, en un carro de tercera clase, completamente lleno, en donde se sofocará con el humo.
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