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Empieza a volver el movimiento!
Silencio. dijesilencio!
Continué los pases con más empeño y mis sugestiones brotaban espontáneas y vigorosas.
Poco a poco cesó la rigidez en el cuerpo, después se produjeron pequeños movimientos reflejos, los labios se separaron y los dientes chasquearon al desunirse. Por fin los ojos volvieron su posición normal. Sólo los párpados permanecieron inmóviles y. aun se me erizan los cabellos en el cráneo cuando recuerdo lo que siguió oímos una voz cavernosa que apenas recordaba la de mi amigo y que parecía venir de muy lejos. Es tarde, es demasiado tarde. Dejadme! por Dios, dejadme!
Un estremecimiento de horror pasó por nuestros cuerpos. Despierta. ordené. Despierta!
Una carcajada horrible fué su contestación.
Doo Federico Tinoco. Despierta!
Presidente del Congreso Constitucional Es tarde demasiado tarde, estoy muerto. Morí anoche; cuando tú llegaste era tiempo aún, ahora es demasiado tarde. Entonces noté que sus labios no se movian, que la voz provenía de adentro, por decirlo así.
Por última vez, te ordeno que des piertes!
Hizo un esfuerzo sobrehumano: tendiéronse todos sus músculos con tensión espantosa, revolviéronse los ojos en sus órbitas y se sentó de golpe, como si se hubiera distendido un resorte. Te digo que estoy muerto, que ya es tarde. Por tu salvación, no me molestes! Morió las dies, anoche. Oh esto es espantoso. cayó de nuevo en la cama. Está muerto, dijo el Doctor Rojas que era el único que conservaba su sanLicenciado don Alejandro Alvarado, Prviente de la Corte Suprema de Justicia ¿Qué sucedió entonces?
Hasta varios días después lo supe, cuando repuesto de una grave enfermedad me lo contó el Doctor.
Caledonia gre fría.
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