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Luzbel Para Páginas tradis Satanás, el eterno proscrito del reinado de Jehová, es el símbolo de la rebeldía suprema; se subleva contra Dios por que se constituye en Dios mismo en los dominios de la perversidad y la contumacia; es el transformista consumado para el dolo.
Es el mito más original y poético que inventó la mente humana.
Precipitado al Infierno por Miguel, náda cuarenta días en el Océano y salta en tierra y erguido, en el más enhiesto picacho del monte Cabet, se gun afirma Montalvo, se pone dar estentóreos gritos de safiando los ángeles del Cielo.
Es la personificación de la soberbia, la encarnación de la maldad, el macho cabrío de la lujuria, el sátiro sediento que vaga cual otro Pan tras de Siringa espigando purezas en los campos de la concupiscencia carnal. Mefistófeles ígneo de mostacho puntiagudo que fascina Margarita, serpiente astuta que, enroscada en el árbol del Paraíso, induce la madre del humano linaje comer de la fruta prohibida por el Dios de los israelitas.
Es grande cuando tienta Jesús y le ofrece lo que domine su mirada, desde uno de los montes de Jerusalén, por La máquina dobladora que le adore; es majestuoso cuando levanta su trinchera de artimañas al frente de la Omnipotencia del Creador con intentos de destronarlo; es sublime cayendo de cabeza en el abismo, pero clavando sus pupilas de fuego en las alturas; es astuto y sutil transfigurado en áspid para engañar Eva en el edén paradisiaco y temible cuando da su voz de cólera en el Tártaro y tiemblan sus músculos crispados por la ira.
Los paganos le dieron el nombre de Prometeo. concepción gran1617

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