diosa. con él simbolizaron las osadías del Genio, los vértigos de la aspiración la grandeza, cuando asciende hasta Júpiter para arrebatar el fuego sagrado del Olimpo. Atado una escarpada roca del Cáucaso, en castigo de su atrevimiento, un buitre le devora las entrañas, mas el semidiós no se rinde y vaga en sus labios una sonrisa de desdén y rebelión cuasi divinos. Hurra, demonio hecho grandeza!
Palemón el Estilita, el dig.
sucesor del viejo Antonio tentado por el Diablo se tambalea embriagado por Jas turgencias del cuerpo de bellísima mujer con que se disfraza al monarca del Averno para acechar al santo en el desierto en donde habita.
El monje adusto deja la muchedumbre absorta quien predica el horror los judíos que endiosaron a la hermosa y pecadora Herodias, y sigue la diabólica mujer no Elmotorista. Que lo tienta con el brillo de los ojos Que descuellan bajo el lino de una toca, la púrpura de frescos labios rojos, Con los pálidos marfiles de su boca Ese es el principe de las tinieblas, que, sentado en su trono de fuego, está rigiendo con su cetro candente los destinos de todos los réprobos de todos los siglos.
Tranfigurado para el mal maldito seas!
Convertido en Prometeo yo te saludo!
LISÍMACO CHAVARRÍA San Ramón VII 1906.
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