LA PALOMA.
Aves simbólicas RUBÉN Dario (Para Páginas Istradas)
EL AGUILA.
Entre el forilegio de los vergeles y e decía ella su canción de arrullo, y espori redondo como un pecho de mujer virgen las enredaderas, dejaba oir la música de sas de los robustos rosales. los alt llenos de envidia, también entonaba un sostenidas, y con sus gargantas olorosas perfumes, aristocrático y suave como músi Cur:ú. cú. Currủ. cú. voló. llevando en su pico una herál mirtho como un presente que portara a de perennal concordia dedicado Dios.
Era el ave simbólica de la Paz. Qui blanca. cano.
Se destacó de pronto conio escapada de un preclaro canto de ChoExtendidas las grandes alas ciclópeas cual dos pensamientos de Hugo giganteo, dos períodos tribunicios de Castelar sonoro. dos estrategias temerarias de Napoleón. así iba: desplegando a su paso presagios de ciclón y alientos de pujantes huracanes, como queriendo a banicar Helios griego. Eolo resoplaba con potencia la epopoya de sus trompas inauditas: ruído de homenaje a su amada altiva. asi dijo allá arriba, muy arriba. Soy oro en las complicadas cajas férreas de los yankees billonarios. Soy plata donde Netzahualcoyotl fué poeta y Moctezuma podeVengo de Pathmos: soy la Musa apocalíptica. Yo domino las aerias alturas que apenas presienten los Himalayas: soy la Diosa de las cumbres, que se lunillan mis garras cuando detengo mi vuelo; mis alas, como dos alfanjes, lieren las tempestades formidables que furiosas se retuercen y lloran con truenos que remedan violentas explosiones. Después de la de Dios sólo mi pupila ve girar al Mundo siqué cliicos son los pueblos, que no percibo a los hombres. Soy la Fuerza, y mi jaula es todo el Orbe. Yo conozco los secretos de los astros, soy la Idea. Así dijo el are inmensa y altanera, que atrapó con su pico una nubecilla blanca, tal vez para que le sirviera de sedenio plumón en el pétreo risco de su vido lejano. roso.
EL CISNE.
En apacible y sonnolento estanque. minutas riberas; allí el Cisne, el blanco y llo que parece un tallo de lirio amoldado bacante. wa desconocida ríbora blanca cilla. Va bogando, como una gondolil maravillosos de más allá de Liliput.
en las aguas su rosado pico y traza ráp haces, Cisne?
Una cpistola de amor para Leda. sigue nadando, cual si todavía con fabuloso país de la regia. adorable indis Oli, Cisne, hijo del Arte. qué ufano es laguna que parece un paradisiaco remans extraordinarias. EL CONDOR.
LA GARZA.
Desprendiose el atrevido pájaro de entre las grietas andinas. Vo laba con la seguridad de una tleclia india, cuyas plumas se hubieran tornado en alas orgulloss. clamó con rom de rebeldía: Soy el alina valerosa de los Incas, en iní se lia encarnado el espíritu de Atalualpa indomable. Soy el símbolo de las revoluciones libertarias: brillani mis ojos con la fulgencia de las espadas que manejan los titanes, y tengo en mi sangre la abnegación de los paladines triunfales. Yo ungí, como un agreste Espiriru Santo. el increible sacrificio heroico de Ricaurte, aquel Gran Unico en la historia patriótica de Amé rica. Soy blasóu de todo lo noble y lo valiente Bolívar hizo la Independencia con su sable, pero la firmó con una pluma de mis alas. Soy enseña de Rebelión y promesa de Libertad. Así clamó el trashumante pájaro aguerrido, y con su duro y creo pico arrancó in pedruzco de la cima del alto Chimborazo. Estoica, sola, triste. como una interre posición de la inexcruta ble esfinge. Así e geroglifico egipcio o una figura ca balística sin cesar la imagen del ave inmutable qui granadas plumas; pero para quien nada ni la cólera de los aires, ni los siglos decré vagantes froncos de la selva. por que Ella frando el blanco arcano misterioso de su Managua, Nicaragua, 1907 2758