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Manuel Rodriguez Cruz Autor del más tarde. Landi. notable compositor de canto llano en la capilla pontifical, da el primer ejemplo dei dúo en un drama religioso.
Gregorio Allegri. compone entre otras varias obras religiosas de universal admiración, el ponderado Viscrcre. que rnás tarde reprodujo Mozart, después de la berlo ofdo cantar un Viernes Santo en la Capilla Sixtina, no obstante la pena de excomunión impuesta al que osara reproducir tal maravilla.
Lo oratorios y salmos de Bach, el profundo músico, pianista y organista, que inuere ciego. preceden al Stabat Mater de Francisco José Haydn, creador admirado de las obras sinfónicas, por lo que se le ha tenido como patriarca de la in úsica moderna, en sus más altas direcciones científicas.
Lainas, el modesto bijo de Venezuela. compone un Popule Meus, que aún hoy se canta por las notabilidades que forman el coro de la asombrosa capilla de Sixto IV. donde lan resonado las voces de Mustafá y Moreschi, entre las de otros grandes intérpretes de la melodía sencilla uniforme del tema coral gregoriano, de los arranques de Basilio y Juan el Darasceno, del bello himno ambrosia to, dei Tu es Peus de Meluzzi, del ¡Hurra! de Gounod. del himno de Capocci, de los inmortales Misereres de Palestrina y de Jomelli, del Slabut de Rossini. etc.
obras patéticas en que el celestial regocijo inunda los espíritus, en que el supremo dolor del universo se condensa en lluvia de lamentos conmovedores y tétricos, como el último clamor de la inspiración, llevado en alas de la fé. Matias Quesada Tolstoi.
Era un poeta domeñador de la form artista, un artista indiscutible.
La Muerte y el Silencio osaron echar moria el negro sudario del olvido.
Inútil afán del Silencio y de la Muerte, para con los consagrados por el divino Apolo! El dejó obras admirables que perpetúan su nombre en los anales del arte costarriqueño.
El lejano apartamiento en que vivía, a modo de un hurano Paul Verlaine. o de ana ave llena de nostalgias del espacio, no logró que un dia la cámara fotográfica reprodujera su cabeza digna de un lienzo de Velázquez. digna de un mármol del Renacimiento, digna de un bronce de Cellini.
Hoy presentamos esa cabeza majestuosa, de frente acariciada por el beso de las Musas de ojos sonolientos ante los cuales desfilaron caravanas de ensueños, regando perfumes de mirra y cinamomo del El esci país de la lantasía, en viaje hacia la Meca del Arte y la Belleza Fué un conquistador de la cima glo vendar las heridas de la jornada los pujantes van apagar su sed los bizarros intelectos, genio, donde cuelgan sus enormes cortina frenan sus vuelos las águilas que conocen e mulo nunca llegó prestarle alientos en su donde salieron obras maestras que en Europ el viejo maestro supo darles.
En un pueblo casi alden, Palmares, éxtasis; ese estado de alma en el momento mento en que algo se desprende de la nato traños mundos, ese momento que no recue vlastite El conde León Tolstoi acaba de añadir una nueva habilidad las muchas que posee y practica: se ha hecho encuadernador.
Según Levenson, que acaba de visitarlo en su residencia de Tula, el conde ha pasado la primera mitad del invierno encuadernando en piel una biblioteca de cuatrocientos volúmenes la rústica que tenía, haciéndolo todo, desde el cosido de los pliegos hasta los dorados, adornos y letreros de la cubierta y del lomo. Tolstoi. dice Levenson se encuentra en excelente estado de salud, pero lee ahora menos que antes y duerme mucho más.
Sus lecturas favoritas consisten en libros ingleses y americanos, que tratan principalmente sobre puntos de cooperación del trabajo y el capital, casas para obreros y gobierno municipal. Ahora lee casi siempre acostado no monta caballo diariamente, pero nunca deja de dar un paseo pic, cualquiera que sea el estado del tiempo. Muéstrase tan poco cuidadoso de su salud como siempre, y cuando me marchaba, insistía en permanecer en la puerta, sin sombrero ni levita, aunque se estaba desatando en aquellos momentos una tremenda tempestad de nieve.
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