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dades que allí existen como ver algún día las ti que bailan con música de buesos, riendo con su do con las oscuras y palosas cóncavas de sus luego, al entrar en el salón, recalcó esto. O! mi querido Juan, y qué cóticos y Serían las cinco de la mañana cuando sbar jas de bailarines. Ya el sal comenzalst bun oriente y los picos de las montañas distantes; peco pocos, entre Cressones plomizos rumoreaba almavés de la ciudad solienta y dittian. se adelgazabat en la atmosfera, para iba iluminando guietamente los contornos del En el pórtico del edificio se cruzaban los a los abrigos multicolores sobre los hombros femo carne sudorur de 105 flores va marchitas: de las calles: ven el ambiente se sostettiin a últimos desfallecidos compases de la música. por fin las mujeres se marcharon en al cuerpo y el altua vibrantes de placer con las al perderse a lo lejos entre las plateadas rever cia bandadas de palomas en fuga. luego con fantásticas.
Cui el vicio y hacia todas esas pértidas mistificaciones con que la conciencia y la veieidad bumanas desfiguran sabiendes el pecado, en las distintas fases de la indescriptible comedia social.
Contemplabas juntos el espectáculos con interés mercado y de improviso llegó el amigo a quien labion invitado para la cena. Esta principio en seguida con simpática cordialidad y la conversación se fue animando lentamente. Pues bien decia Pablo Miranda la víspera del matrimonio de ostecies tuve que irme Puntarenas para arreglar cierto negocillo judicial de esos que 10 admiten demora: y ami regreso supe que estaban ustedes en el campo, en plena luna de miel pre los arrullos de los pájaros ino es cierto? entre las flores y los encantos de la paturaleza. Lo que menos esperaba era verlos aqui esta clie, haciendo, por decirlo usi, su presentación social de casados. Yo me he divertido de lo lindo porque sigo en mi tarex de buscarte emociostres en donde quiera, aun costa de las gentes más respetables. Ya ustedes ven que ese señor de los espejuelos no tiene en apariencia trada de particular.
Cual?
Ese diplomático, Ministro de no sé donde. Sin embargo, ne imagino al ver sui cara imperturbable y su afectación forzada, que es una pobre bestia: el cree lo contrario y se parunea con su casaca negra y su medallita de oro. Seguro de que el mundo entero se preocupa de sus menores alemanes. Pues ese hombre me intriga no sé porque y le observo desde hace horas: me divierte como ustedes no tienen idea: me hace reir interiormente, como si fuera un chiste a caricatura. a nosotros nostros encuentra ested divertidos? No le serviremos tambión de tema para lo que usted nama sus emociones? preguntó ella despacio, amablemente y acentuando las palabras. Para mi ustedes son adorables sagrados. Eugenia. Lo jurn y volvió a ver al rededor con aire de malicia lo juro. continuó solemnemente, por tris ochenta años de esa matrona de la mesilla de enfrente, aspirante muchacha de veinticinco, pintada al dieo y que resuelve en este mismo instante el gravisimo problema de trinchar un pollo intelizave simbólica, si las lay!
Entre la risa discreta de sus oyentes siguio diciendo: Este con un Espinosa, setora, su marido de usted por la gracia de la ley y de la curia eclesiástica, sane que le quiero como a un hermano, casi como a un hijo y que se halla bajo mi alta protección. Desde la escuela ha sido siempre mismo: serio, bueno, apacible y hasta metafísico: era primero de nuestra clase a ti inlo perpétuo y nunca participó de nuestras diabluras. Recuerdo que las picardias de todos le hacían suirir y le enfermaban: pero nunca se negó avadarnos en las areas y a influr con los profesores para el perdón de los castigos. Era algo asf como un santo en medio de un infierno de diablejos: puntual en la asistencia e invencible para las matemáticas: iba misa, se confesaba y por un tiempo me imaginé que concluiria por ser obispo. Sin embargo, hétele aqui mayor de edad, casado.
agricultor y recinis de esta ciudad, con rumbo a ser padre de familia perdón, senoTa, hasta millonario, los veintiseis años sigue siendo un joya, tiene finers, Cosa fuerte, gran posicio y 10 satisfecho todavit de su suerte sirente en el matrimónio, en la vida de logat. y pretende a Eugenia Medina y se in pide a sus padres, y éstos se la dan, y se casa con ella y ahora cena como uu monarca, porque es el consorte de una reina.
Agradecióle Espinosa la galanterit en nombre de su compañera y en el suyo propio y afirmaba Miranda que el objeto de su discurso era demostraties su revesencia y la elevada estimación en que les tería, cuando un criado se acerco cilos y les dijo que una persona les llamaba desde ora mesa.
Miraron todos al lugar que les seilalaban y exclamó Eugenia. Ah! es el Doctor Valdonado.
Alzaron sorriendo las copas y que brinda por nosotros.
Doctor desde lejos faciales visajes risuetios.
Bra a buen mozo, casi un viejo verde, de barba poblada, de jos salones y vivos, de bocu sensual y de cara rojiza, como si fuese alcobblico consuetudinario. poco Joan, su esposa y su amigos se levantaron de la mesa y el Doctor Maldonado fes alcanzó enseguida. Saludo con acento paternal, con mimo de persona de confianza y dando el brazo Eugenia, la dijo. Promesa es promesa: esta pieza es mia y lote la perdono. El vals de Gio.
conda me resultará ideal con tan bisetta pareja. Conne, con su permis, sesor ma.
rido y hasta la vista, joven legueyo.
Hasta la vista, señor mutasanes, replica Miranda con touo de bria. lte.
vándose Espinosa, principiaron a pasear por los corredores, mientras el baile continuaba con mayor cfervescencia. El baile decia Pablo con un aircillo enigmático hay que consideraslo desde el punto de vista de lo macabro. Edgar Poe ha escrito maravillas en ese género terribie. Cómo podremos conocer los misterios de las necropolis, las mi curiosiConferencia EN EL El domingo proximo pasado abrió nuestra meroso escogicki público Negara escuchar la tina dona Isabel Belmont de Correa, quien se ciéndole galantemente una interesente undición nado el ánimo de los que tiivinos el placer de es Después de haber ejecutado la Banda Mar onquesta el Himno de la República Argentina.
Martin, con frase sencilla inspirada hizo la pre do calurosamente aplaudido.
Dió principio la conferencia con el relato de gente exploradora, quien fué poco a poco desati nes hasta el momento en que a bordo de un va tespestad. Aqui recitó una composición poética do general.
Hubo inedia hora cle intermedics, y luego e Tescos detalles y en el trascurso de ciial disert valiéndole merecidos aplausos.
Toda la conferencia, en que predoming terusando vivamente al público, desde el princi hasta el fin: su llegada a mestra tierra, para la cho le agradecemos.
Cerró, con broche de oro, declamando 110 manos se juntaron para aplaudir frenéticamente fica las mejores horas de su juventud en aras de Vayan para la señora Belmont de Cortes uno de sus admiradores.
Marzo 27 907 2232
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