les 11. 1906 aro por la el estudio zial y cieni preciosas y carcomilominación lentos y a Bor Alfaro cia, y, po, ha produnericana y para toda la República, y que podría ensayarse en Venezuela con la certeza de que sus resultados excelentes no se harían esperar. El punto más difícil de resolver, continúa el notable plubicista, si se trata de considerar en serio el establecimiento de una colonia agricola penitenciaria, seria sin duda la elección de un lugar aparente. Está probado por la experiencia que los climas cálidos, lejos de regenerar la constitución humana, la cnervan de tal modo, que llegan perderse los hábitos del trabajo aun por aquellos que en el interior del país iueron más diligentes; y muy frecuentes son por desgracia los casos de aquellos desmorali.
zados criminales que apenas salidos del presidio, cometen un nuevo delito con el único y exclusivo objeto de volver al presidio donde aprendieron dormir la siesta durante las altas horas del día y donde jamás pensaron en que tenian que trabajar para ganarse el sustento cuotidiano. Nuestros presidios están establecidos en Puerto Cabello y Maracaibo, de clima ardentisimo y enervador, basly tante él solo para aniquilar el organismo más bien equilibrado de cualquier her: cúleo jayán. El trabajo agrícola se impone, piensa el Ministro de Justicia en Chile, como el medio más eficaz para relizar el fin principal de la pena: la en mienda del delincuente.
En el presidio de San Lucas, de Costa Rica, había en 1891 138 presos, Léase este párrafo, digno de ser meditado, en la página 216 de la Arqueologia criminal americana: La producción de este lugar (San Lucas. dice el Gobernador, consiste en maíz, arroz y plátanos, en cantidad suficiente para el consumo del mismo presidio; y muchas veces en tanta abundancia, que el maiz y el dulce, que se elabora de superior calidad, se expende en Puntarenas, enterando el producto de la venta en el Tesoro Nacional. El presidio ha llegado a tener 241 cabezas de ganado vacuno; 31 de ganado caballar, 238 cerdos y 470 gallinas. Cuándo habrá en Venezuela algo parecido, aquí donde hay inmensos terrenos sin cultivo y climas tan suaves y saludables?
El estudio del señor Alfaro es suficiente para acreditarlo de pensador alto, jurisconsulto de seso y patriota distinguido, Los capiica, fueron riminologia scendencia o ilícito en iglo XVIII, y tormentos en riña el ala penitensigo, diga.
leico para go, para la Pedro Montesinos 7. Venezuela, de marzo de 1997. las ense; humanitapudiéramos hasta donde que afrenta que la jusa simple matratado de si fuere poBento de la instructivas láticas regelas con fon onias agrícoa en bienes 2319