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TI Primo Novela costarricense por Jenaro Cardona San José. Tipografía Nacional. 1905 Reinitida por su ilustrado autor señor Cardona. con dedicatoria autógrafa qué cordialmente apreciamos, hemos recibido esta hermosa novela, otra prueba elocuente del adelanto intelectual de Costa Rica.
fruto espléndido de un ingenio joven y rigoroso, capaz de arduos empeños y de gallardas luchas, de las cuales habrá de salir triunfador, según lo lace esperar la valentia con qile esgrime el arma redentora caída de las alas del águila celeste para difundir entre los hombres la luz del arte y de la inspiración, las enseñanzas del bien. cl verbo de la libertad y de la ciencia. En ambiente apacible se desarrolla la acción de esta novela. sus episodios incidentes se van presentando la vista del lector con agradable sencillez, sin apremio en la frase, ni oscuridad ni reza en el período. Abunda en provincialismos de Costa Rica que nos son familiares también: alla, como acá, dícese carai. voz de infame parentela en el sentir de Cuervo, raja de leña, leñazo, comer pavo. burlisto y embullado y salir con una pata de banco y pegarse como una garrapata y de cuerito cuerito; provincialismos de uso diario que no pueden ser desechados por el escritor que pretenda estudiar el alma de un pueblo para exhibirla fielmente en las páginas del libro. Desde las primeras comina El Primo la atención del lector, y no hay como soltarlo de la mano hasta lia berlo terminado. Saboreamos con placer inuchos de sus capítulos, escritos con gallardía de pensamiento juicio valiente y dicción fresca y elegante: aplaudimos gustosos descripciones lindamente lechas y admiramos paisajes pintados con sobriedad de colores, rapidez y movilidad de líneas y deliciosa difusión de luces, todo lo cual constituye algo vívido y grato que perdura en el reciterdo.
Personajes lay de los que en el libro viren que no tienen péro, y con decir que viren queda dicho todo Trillito. entre ellos, el lujo de nor Gregorio y na Tomasa. es adınirable: es un dibujo lieclio con delicadeza y gracia, con amarga intención satírica. pero con sorprendente verdad. Tal a tolondrado, disoluto y pervertido, pequeno de alma. 110 por instintiva malicia, sino por presunción malsava, es el tipo del hombre inferior, de oscuro linaje, de baja procedencia y cuarta en las venas, metido gente, persona de mundo y valimiento por exceso de tontería, vanidad y necedad propias mentecatez simplicidad ajenas. Ese Trillito. que en su afán de hacerse notable cata su abolengo y aparenta creer que desciende directamente del cenudo y socallinero gobernador español don Juan de Ocón y Trillo. es figura estupendi que sale mucho.
Dondequiera lay Trillitos, declados universales de majaderos más menos mal apersonados, liechos cu un abrir y cerrar de ojos reyes de abejas de naipes y tiores y natas por la estulticia del reba 10. En el carácter de Julián se nos antoja encontrar cierta desigualdad, que resalta por ser el circunspecto y varonil: y Diego lo quisiéramos más 2788 luumano, es decir, más ardiente previs Matilde desde que el primo Beltrán Ur ella. con tanta mayor razón, cuanto est mosura. él su novio y estii. por otra part de los que fueran menester, que se eng los que creen que los primos son ani de ser lunares. sino acaso resultante di tro gusto o caprichos de nuestro criteri jes hay en El Primo: don Agapito Menu pícaros con fama de lionrados, dos bang za social, dos zorros infames de la cofra honorables, dos malliecliores de toilo del pecho de un crucifijo y quedar muy Eduardo, sobre todo. es un hombre hon los que pagan diez cuando se roban cier lista, como hay muchas, 110 resiste la in bellaquería quede de manifiesto. el realismo de El Primo? brar es el fino gusto y arte con que el ng y la lleva orillando escabrosidades las la responsabilidad de su propia malicia.
completar el mismo tal cuadro episodi velado con tacto oportuno y exquisito.
tunado primo, con Matilde, se desenvue disimilo; y aun la catástrofe misma. tr riamente escandalosa, llega con ciertag ra su interés, La tesis conclusió inoral pue dei libertino seductor Beltran Urdaneta tanta vehemencia si yo no estuviera cas: táculos son para el amor un acicate que ra usted que el corazóu se refrena con si do el corazón ama. ama porque si. dijera: no amės esa mujer porque es baja, casada viuda: no ames ese liom casado viudo. Cada don Juan y cada dona Elvira uso personal la moral que mais les ac dre pudierau fácilmente evitarse torinen para cumplirla por supuesto, aquella sal dor de la flaca y misérrima naturaleza lil taciones. Hic labor est.
Un cfusivo aplauso al ilustrado esc lente libro.
Ped: El Tocuyo. Venezuela. mayo de 19

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