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Diez años su leo sufriendo el resistero que abrasa la huerta y las nieves que tira el barranco y 110 la he cogío wa mano. tu ties más suerte. tú eres rico. luego el adiós Carola, el grito de. Adiós, tío Piporro. No.
no: la verdad es que le dan to deseos de empujarlo y hacerle entrar en calor.
En el segundo cuadro. estuvieron todo lo cómicos posible los músicos que dirige Heriberto.
El Juan Francisco, más muerto que vivo. pero salió del paso.
En fin, que hay que esmerarse un poquito más y estudiar debida mente y con amore los papeles para poder salir bien.
ESPACIO RESE PARA LA En la noche del jueves subió por segunda vez la escena la zarzie.
lita Por un inglés, la que tuvo igual desempeño al anterior. es decir.
arrancó muchas risas.
Esperábamos con apsia. La tragedia de Pierrol y le llegó a turno.
Ya conocíamos los admirables versos de Asensio Más y de Cadenas, dos poetas jóvenes españoles de estro brillante. a núsica de la tra sedia de Picrrol es preciosa. como del maestro Chapí.
El papel de El Delfin estuvo cargo de la señora Millanes y fe que, bien caracterizada y ajustada en un todo a lo que demanda la obra, 110 decayó un solo instante en su labor plausible. la traviesa y ambiciosa Colombini. le faltó un poco de animación en el últino cuadro, en la cita con El Defin, pero no por eso dejó de ser bueno el trabajo de la señora Quiñones.
En el recitado con que Pierrot cierra la tiltima escena del segundo cuadro. Alfredo del Diestro nos sorprendió gratamente y el público batió palmas con entusiasmo. En toda la obrita Diestro trabajó el jueves como trabaja el artista que sabe sentir su papel.
Oh, luna, palida luna Yo te canto mi fortuna. Con mucho sentimiento cantó el Pierrot esta canción.
Annibal y Torpedere, los dos corrompidos Consejeros de listado, fueron bien interpretados por Miret y Ortiz.
Hubo algunos tropiezos en el recitado, es que incurrieron casi todos, pero con más ensayo la obrita les resultar pedir de boca.
Los coros y la orquesta, muy aceptables.
Merece especial mención el decorado, pues el del ultimo cuadro fité de un efecto sorprendente. La tranoya y el servicio de escena dignos de elogio.
Terminó la velada con la Zarzuela El Barbera de Sevilla, va muy co11ocida de nuestro público.
Los que tomaron parte en ella se esmeraron por satisfacer a los espectadores, lo que consiguieron.
Carlota Millanes es la artista de siempre: correcta, comedida y preocupada del papel que desempeña.
Alfredo del Diestro, es el cómico por excelencia que domina la escena con una naturalidad que da gusto.
La señora Crespo figurará con el tiempo: es una esperanza, y además, con el rostro que tiene se va a todas partes.
BOTICA UNI Arturo Manrique 2410

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