en la capital (SAN José, DICIEMBRE DE 1899. es nuestros los ardos.
era la fama que nos aadre, resort ngular her.
tudes que se dia se le preerba fresca pelumbo, esparo del trai stra madre.
te poseía la sido agota1 fracasado iremos sien las, sé geneconcurso y hechiceros estra ciencia ra.
humilde.
ada, el filtro necesitan, en el corazón Aunque en los campos sube a los aires lia ya nacido, y se dilata, pláceine el ruido la serenata de las ciudades que da el amante.
porque si sufro sólo esa bulla Ciudad más linda.
calma y arrulla más pintoresca mis tempestades.
dudo parezca.
tal vez no se halle: Olvidas, niña.
de aqui prendado que vengo a verte sale el viajero. para ofrecerte mas yo prefiero mi hogar natal?
mi agreste valle.
pues bien: si quieres si te decides, Allá las noches pido que olvides son más hermosas: la capital.
mas cadenciosas las aves trinan: unijo los poAquí hay palarin Cuando cerró la noche, alguno de los que habían quedado en el pueblo se refugiaron en la fragua, único edificio, si merece tal sombre, que había quedado en salvo, la orilla del río, por bajo del puente; otros anda ban por las calles como bobos, sin saber que lacer.
Qué tristeza tan grande! Ivas casas ya destruídas continua ban echando hupo de trozos de madera que se iban quemando sin llamas entre los escombros.
De cuasido en cuando se sentía algún estallido y saltaba alguna chispa. Después todo volvía a quedar oscuras y en silencio.
monios, parte Esu tierno hicarto de hora dientes y prolos tizones palumbre y covez son más lúgubres, y mo renacietiel incendio y desaparecen I! o: o y beliéndoKiero, llenas de rificado! todos Dios te libre, hijo mío, concluyó mi abuelo a pretándome contra sí: Dios te libre de ver semejantes horrores, que esa es la guerra. grimas los párkter el primer brío como el de Lucbel Carallero cardia