Jus naturale a 1: Báines, bainetas, transilla, ájua ilur. Cumpra, saſura. Era Salomón Aisalam, que pregonaba su mercancía Alto, fornido, de anchas espaldas, de rostro huesudo, tostado y simpático, de andar rítmico y pausado, era un mocetón semi imberbe que tanto podía contar en su haber veinte como treinta años.
Su pesado cajoncito preñado de baratijas y suspendido eternamente de su hombro izquierdo, habíaselo empinado hacia el suelo, como humillándolo su peso su vestimental. Era sui generis: un gacho obscuro, grasiento y añejo que protestaba del servicio, torciéndose para cualquier lado; su dueño, fin de conformarlo un tanto, guarecía toda su cabeza en él, y le acariciaba las alas con la nuca y las orejas. Un pañuelo barato, suplia al cuello y corbata, y luciase en un gallardo moño, cuyas puntas jugueteaban alegremente con el viento.
Una levita corta, verdosa y de procedencia anónimą, hacía galantemente las veces de saco y chaleco, durante las cuatro estaciones. el pantalón.
No sé si se interesarán ustedes por él. 121 el 110 110 No.
511 Habíase trazado in menti un itinerario y recorrialo pacientemente, imperturbablemente, gestionando de casa en casa su vida cotidiana. su constancia toda prueba, habiale asignado un lugar prominente en la confianza y protección de las gentes.
Aproximábase un conventillo y rodeabanle prontamente las inquilinas que le favorecían con la compra diaria.
No faltaba empero algún espíritu jovial que le inquiría: Che, musiú: tenés callos. Cómo. Tohallos; pantallos. no tenés. empanadas. Oh, deja ambromar Váyase. Deja tranquilo. quere. osté, sanura No pracisa nada Sí. cuánto valen estas peiner.
Sasanta. Sasanta santavos.
No. Dónde va hombre. Por Dios. Bueno Cencuenta a. Quere?
No merchante. Mira: muchu fina. muchu linda. muchu baratu. Nu ordenario: túcala. No. Qué esperanza!. Si en cualquier parte cuesta apenas treinta centavos. hasta por veinticinco en el centro. Sí, centro muchú caro. Yo saber, sañura. Bueno: último brecio; curanta cincu. Quere? Nu. Déjala! marchábase mal humorado y presuroso. la media cuadra oíase el rosario de sus articulos. Báines, pontillas, penuelos seda, buquillas jámbar, jabón turusia. Tuda baratu. as en LOS de LaA pesar de su tranquilidad aparente, una ponzoña traidora, mordiale el alma, contristándole y dando pábulo sus divagaciones contínuas.
Por su mismo radio comercial, otra vendedora como él, ofrecía sus baratijas, haciéndole competencia.
Bien podian hallar otra ocupación menos fabrumadora y más productiva; pero amantes de la independendia por temperamento y por convicción, preferían ambular hasta el cansancio y arrastrar una existencia paupérrima, antes de someterse al yugo de un amo que les exigiese una tarea y les marcase una conducta.
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