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O Disertación не a leida el de octubre de 1907 en el Ateneo de Costa Rica por su autor el ingeniero don Luis Matamoros Sandoval SANEAMIENTO DE LAS POBLACIONES SEÑORES: 11n u u el 222or. de га е iEl presente trabajo constituye más bien una ligera revista del campo de la ingeniería sanitaria y su aplicación al saneamiento, que un estudio de las diferentes partes de que se compone la higiene pública. Tampoco es desconocido el tema, pero no por eso menos importante, sobre todo en países nuevos como el nuestro, en donde la insalubridad que se observa en algunas de nuestras regiones agrícolas, en reciente explotación, ha producido la frase de que el motivo consiste en que LA NATURALEZA SE DEFIENDE.
Acertada no la figura, el hecho es científico: los lugares de mayor feracidad son por lo general insalubres y esto proviene de que los fenómenos de nitrificación ofensivos al reino animal, son los que benefician exclusivamente al reino vegetal: lo que es bueno y necesario para el vegetal, es ofensivo y venenoso para el animal.
Por dicha en Costa Rica se ha trabajado ya mucho en el saneamiento; pero no podemos negar que falta mucho que hacer; más bien dicho, se ha predicado mucho y se han formulado importantes proyectos, pero las obras están todavía por realizarse, y debemos decirlo, esa demora y esa tardanza es lo que aumenta el peligro y ocasiona daños irreparables en la salud y en la vida de los habitantes. No hay duda alguna de que lo delicado del tema y lo difícil de hacerlo accesible la comunidad haya obligado posponerlo necesidades menos perentorias; así vemos que de muchos años acá se han creado las juntas itinerarias, las juntas de educación; y las juntas de higiene no existen todavía en el país: los pueblos se han preocupado desde temprano de sus templos religiosos, de sus templos de educación y aun de sus templos del arte, sin recordar que antes de todo está la salubridad de sus poblaciones y de sus casas; que sin salud no hay felicidad posible y que la dicha de los hogares y de las familias reside principal y únicamente en la salud. Salud necesitan el trabajo, la actividad, el desarrollo y riqueza de las ciudades y de las naciones. Verdad es que no sería justo inculpar estos mismos pueblos, toda vez que siempre ha sido más sencillo resolver otros problemas antes que el último, y que todavía, y no obstante los grandiosos trabajos del ilustre Pasteur, quedan por dilucidarse las más graves cuestiones de higiene; pero es un hecho que resueltas ya las más generales, debemos esforzarnos por darles su aplicación, y tanto más cuanto que, como dicen los higienistas, ES MÁS FÁCIL PREVENIR LAS ENFERMEDADES QUE CURRLAS. La terapéutica ataca los efectos sin preocuparse de destruir las causas. La higiene ataca las causas y por el mismo hecho destruye los efectos. En buena razón y sana lógica, la terapéut ca exclusi2823 er a S3er
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