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esor anda: star con. nto nto gen ad los eres paues ce1nes en al hos aste EucEstas afirmaciones de Monin se basan singularmente en los trabajos de Chassagne y Dally, efectuados en 1850, merced una estadística de 16, 330 observaciones recogidas en la Escuela especial de Joinville le Pont.
Claro es, dice Monin, que deberá vigilarse el ejercicio, pero no reglamentarlo, a fin de que haya atractivo aun cuando se trate de gimnástica con aparatos fijos, toda vez que lo que queremos es, al fin y al cabo, crear sencillamente hombres y no hércules, hacer agradable niños y jóvenes lo que ha de En una palabra, estamos tratando de devolver a los jóvenes organismos una parte de la vitalidad que le quita socarronamente la reclusión escolar Debe practicarse la gimnasia siempre antes de las comidas, fin de no desarreglar la digestión: necesita que se la gradue cuidadosamente, según la edad y el estado de salud de los individuos: estos ejercicios se interrumpiran durante los períodos de crecimiento.
Esto mismo se encuentra extensamente explicado en el Compendio Elemental de Higiene Práctica de los Doctores Monin y Dubousquet Laborderie, como también en el excelente libro del Doctor Roublot. Soc. déd. Si se consultan las opiniones de Monin, de Oertel (de Munchen. de Schweninger, de Molard, etc. se verá reforzada esta asersión del primero: La Gimnástica no debe considerarse solamente desde el punto de vista de la educación de los niños. Tenemos que decir algo acerca de su real importancia desde el punto de vista de la higiene preventiva y curativa. Incontestable es que los ejercicios del cuerpo con o sin aparatos, son medios potentes de contener: la anemia, merced la energia nutritiva concedida a todo el organismo: la tisis, gracias al remedio aplicado a la inanición respiratoria; la obesidad y la escrófula, por la reabsorción rápida de los elementos celulo grasos y linfáticos; el nervorismo y el histerismo, por el poder antiespasmódico soberano que ejerce el predominio de la sangre y de los músculos, etc. lucha con igual felizéxito contra la gota, el reumatismo y hasta contra ciertas afecciones orgánicas del corazón. En fin, al disciplinar el músculo por medio de la gimnasia graduada y metódica, presta al facultativo los mayores servicios contra el raquitismo: ayuda enderezar las desviaciones vertebrales, impide las atrofias musculares, remedia hasta los vicios de las posiciones escolares y las deformidades que resultan de ellas. Ciertos médicos han podido felicitarse de haber aplicado el tra.
tamiento de las coreas y del baile del San Vito las prácticas del gimnasio, las cuales devuelven a los movimientos su coordinación y hacen desaparecer las parálisis que empezaban indicarse vagamente.
Al tratar de las escuelas francesas, dice: Existe también un manual especial de ejercicios aplicables las muchachas. consecuencia de su vida sedentaria, necesitan quizá las muchachas aún más que los muchachos los ejercicios regulares, capaces de desarrollar su funcionamiento orgánico, para que se encuentren más tarde a la altura del papel fisiológico y social que la naturaleza les ha confiado. No se trata, naturalmente, de asimilar la educación física del bello sexo a la del sexo feo, de transformar en hipódromo las escuelas de muchachos ni de convertir las niñas en mujeres cañones. No, se trata de una gimnástica sobre todo calisténica. como dicen los ingleses.
Desarrollar el conjunto del organismo para hacer reinar en él la validez y armonía funcional, tal es el fin del ejercicio inteligente de los grupos musculares, la mayor flexibilidad de las articulaciones, el estímulo del tono general de la economia fem nina Aunque jamás he pretendido ni pretendo ahora convertirme en autoridad en la materia, por más que mis estudios y mi larga práctica me dan derecho que se me atienda; pero, bien aprendido me tengo que en mi tierra no es buen oro el que no se haya acuñado fuera del país, ni favor merece quien no quema incienso en el altar de los sedicientes sabios extranjeros, mi atrevimiento llega hasta creerme con derecho intervenir en los asuntos públicos, cuyas consecuencias me hieren como padre de familia, y, aún de aconsejar la conveniencia de establecer clases en las propias escuelas para la enseñanza uniforme y concienzuda de los ejercicios aplicables las diferentes unidades, porque esto presenta la ventaja de que los maestros practicarían con los alumnos de sus propias clases bajo la vigilancia del mismo profesor.
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