Pero el amigo Walter ni se amilanó, ni se enmendo con la advertencia, sino que reincidió en sus ataques, cuando aún se hallaba preso en la cárcel de New Gate y fué agraciado con otra multa y dos años más de prisión. Fueron, entre otros, sus valiosos colaboradores John Slodart y el gran Barnes: y al morir pudo legar su hijo un periódico que era ya el primero de la Gran Bretaña.
Walter II comenzó regir el Times en 1803 y no vacilo tampoco en arrostrar las iras de los poderosos. Combatió furiosamente Pitt, el que quiso luchar con el, pero salió vencido. Le suprimió los anuncios oficiales y para privarle de medios de información mandó que fuesen detenidas todas las cartas que se recibieran para el periódico. Walter II entonces creó para el Times un correo especial y organizó un servicio de bareas que recogieran de las costas de Normandía y de Flandes los periódicos franceses cuya introducción estaba prohibida en Inglaterra. así pudo anunciar antes que nadie la victoria de Waterloo y la toma de Flesinga, con lo cual dobló su tirada que pasó de 5, 000.
Después de vencer Pitt venció también Guizot, El omnipotente ministro de Luis Felipe, irritado con los ataques del Times, quiso privarle de sus cartas del Indostan; pero Walter II le demostró que sabía más que él. Envió Suez un correo que esperaba allí la llegada de la mala de las Indias y desde Suez, cruzando el istmo en un camello, entregaba a Mr. Tomás Waghorn, en Alejandría, la correspondencia que éste expedía para Londres por Trieste, Alemania y Ostende.
Guizot desesperado quiso entonces escarmentar Walter favoreciendo con toda clase de informaciones rápidas al Morning Herald, que era el periódico rival: pero tuvo que cejar en la lucha y convencerse de que Walter les taba siempre mejor servido que él. el Times tiró 10, 000.
Para demostrar la gran popularidad del periódico, ya en aquella fecha, bastará el siguiente hecho: el corresponsal del gran periódico londonense en París, Mr. Reilly, escribió una carta descubriendo los hilos de un timo colosal que estaban tramando varios encopetados personajes y la estafa fracasó.
Pero hubo de querellarse uno de los timadores, por calumnia, y si bien el Ti.
mes fué condenado tan solo pagar un céntimo en concepto de daños y perjuicios, las costas ascendían 125. 000 francos. El público, queriendo dar una prueba de lo mucho que estimaba al periódico, reunió la suma por suscrición y se ofreció Walter: pero éste agradeciendo y aceptando el donativo lo destino becas para estudiantes pobres y pagó las costas de su bolsillo. Tiraba entonces 40, 000 ejemplares, pero sus mayores ingresos eran por anuncios.
Sucelió Walter su hijo Walter III, en 1847, llegando entonces ad.
quirir el Times una influencia incontrastable. Cuando la guerra de Crimea, el ministerio y las cámaras vacilaban en unirse Francia: pronuncióse el Times en favor y al momento se resolvió ir contra Rusia, y mientras duró la campaña el great journal ejerció una verdadera dictadura en la opinión pública.
Las maravillas que ha hecho el Times no son para contadas. á lo que he dicho de que fué el primero en anunciar la victoria de Waterloo, puede añadirse que en 1877, al mismo tiempo que los pleni potenciarios firmaban en Berlín el fomoso tratado, el Times lo pregonaba en Londres. La cosa fué obra de Blowitz que pagó 20, 000 francos por la confidencia.
Falleció John Walter III, y como el primogénito de éste, llamado también John, murió ahogado, entró en la posesión del periódico el hijo segundo Arturo, el Walter IV, en 1894, siendo su último propietario.
Bajo su régimen ha conservado el Times toda su importancia histórica siendo el que más vasto campo de información tiene y el que tiene, también, más anuncios. Se distingue por sus reseñas parlamentarias y judiciales; sus revistas y críticas, escritas siempre con un elevado espíritu de imparcialidad gozan de la mayor autoridad, y sus corr spondencias, de todos los puntos del globo, son un modelo de veracidad y abundante información.
En 1894 pagaba el Times una suma enorme por las memorias de Bismarck los 43 días de su fallecimiento, 3172 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica