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que obligara todas las personas que habitaban fuera de la población, les hiciera construir su morada en el poblado.
El de agosto, vino un hecho extraordinario engrandecer la que más tarde debía ser la capital de la República de Costa Rica; fué la donación de tierras que hizo el ilustre prelado presbítero don Manuel Antonio Chapuí de Torres (6. La parte que se refiere a la donación dice así: En el nombre de Dios Todo Poderoso, amén. Sepan todos cuantos esta carta de mi testamento, última y final voluntad viesen, como yo el presbitero Manuel Antonio Chapui de Torres, cura por de esta Santa Iglesia de la villa del señor San José, jurisdicción de la ciudad de Cartago, etc. etc. 26 Declaro que las tierras en que está poblada esta villa son mias, cuyos títulos han perdido mis sobrinos, pero es público y notorio cuáles son los linderos, pues lo acreditan los demás que con ellos confinan por sus escrituras, y es mi voluntad que queden beneficio de los hijos de ella, con el bien entendido que todos los que quisieren sitio para vivir sea bajo la campana, y ésta se ha de medir por el Teniente Gobernador que es fuera de esta villa, quien para ello se le deberá tomar su venia, y es mi voluntad que este asunto lo hagan guardar y cumplir enteramente mis albaceas, declárolo asi para que conste.
En 1785 el estado de Villa Nueva era muy lamentable, pues basta ver la carta que dirigió el Ilustrísimo Obispo don Esteban Lorenzo de Tristán, al ayuntamiento de Guatemala; en ella se puede leer lo que dice de San José: La de Villa Nueva tenía toda su capilla mayor abierta, de modo que estando celebrando misa, se apagaron por tres veces las velas del altar. Me empeñé continúa el Obispo para muchos años, ó, por decirlo mejor, me empobrecí para toda mi vida, pero con mucho gusto mio, porque reedifiqué la iglesia de Cartago, le hice terrenos y la dejé en uso y corriente: hice lo mismo en la iglesia de Villa Nueva y las ermitas de Guanacaste y Bagaces.
Un acontecimiento glorioso para San José, que indica el progreso que había tenido, fué el declararla ciudad el 13 de octubre de 1813, petición del Diputaclo don Florencio Castillo.
Los pobladores de San José, siempre amantes del progreso, acometieron una empresa, que para ser en tiempo de la colonia enaltece los josefinos de aquella época; fué el establecimiento de una casa de enseñanza, dedicada Santo Tomás. Se empezó el edificio en 1815, y fué ocupada como plantel de enseñanza el 10 de diciembre de 1824.
El de abril de 1823, se pasó la capital de la República. pues ya como es sabido Costa Rica era independiente, cosa que había acontecido desde el 15 de setiembre de 1821, de Cartago San José. El cómo sucedió el asunto es bien conocido, así es que me parece inoportuno apuntarlo aquí. San José fue declarada capital definitiva, el de setiembre de 1824; en dicho día el Congreso expide un decreto en el cual declara que San José sea la residencia del Gobierno.
Fosé Tristán San José, 13 de enero de 1908. 6) Este testamento existe en los Archivos Nacionales.
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