ideas, una raza de acción. El in cernos sentir que teníamos en tento del conferenciante no siem frente a un amigo benévolo y pre aparecía al frente de sus campechano, en vez del ateneísta ideas como el conductor de la docto y grave que con su saber y caravana vistosa que iba reunien su autoridad podía dejar en nosdo su paso: pero en la cabeza otros una impresión harto triste que lo alentaba había, sin embar de nuestra propia insuficiencia.
go, poder y recursos para salirse Diga cada uno lo que le cuadre, donosamente con él.
para el Ateneo representa un Hízonos también admirar el acierto honroso el haber iniciado docto conferenciante un sinnúme sus labores del presente curso ro de noticias que de sus incur con la disertación de socio tan siones por los términos de la His eminente y bien calificado como toria con familiar diligencia el doctor Ferraz. Es harto senaporta ba; pero cúmpleme declarar sible, por esto mismo, que fuese aquí, fuer de cronista honrado, tan escasa, como fué, la concuque nada resultó tan original y ti. rrencia ante la cual el doctor Fepico. para mí, por lo menos. en rraz hubo de leer su importante ese rato gustoso, como los apar disertación. Era natural, sin tes con que el doctor Ferraz inte embargo: después de tres meses rrumpía tal cual vez el liilo de su de receso, se había perdido ya la discurso, haciendo reventar en costumbre amable por cuya virtud nuestros labios la flor dulce de todos los jueves acudíamos tan una sourisa ante las ingenuida de buen grado escuchar el verdes, maliciosas veces, que en bo instructivo de algún ateneísta.
ellos se revelaban; como para haGaston de Silva De la tarde Para Páginas Ilustradas Como una inmensa flor multicolora Que se va deshojando lentamente, Tal las postreras luces del poniente Un pincel invisible aja y desflora.
La charca mortecina que demora En el llano cuai un ojo silente, Tiene tonos verdosos; corriente Fluvial que se desliza, conmemora.
Un camino polvoso y argentado; Una piragua viaja la luz que arde Motivando un paréntesis gastado; una garza como un albo pañuelo Volando entre las luces de la tarde Cruza cual un adiós ei combo cielo.
Edmundo Velásques Ocaña Colombia.
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