Párrafos de Crónica Feria Con una fecundidad que Sólo un dar a mi me agrada, ha superado en gran manera sus antecesores, el mes de junio que es el dar en no dar nada; ha dado luz una lechigada de acon porque este arresto clásico sólo ventecimientos sobre los cuales bien po dria bien en boca de quien tiene dria espaciarme todo sabor. si yo que dar; sobre que no faltan entre fuera realmente un cronista formal nosotros empediernidos ricachones y si, como cronista formal, me suje que practican la sentencia bonitatara ejercer el oficio de informante mente, aun sin conocer ni de nombre tal y como lo establece el código ve. al patizambo humorista, porque tienerando por que se rige la numerosa nen estos tales la ventaja de que y respetable orden reporteril, que para cerrar el puño no han menes.
pertenezco, magüer indigno.
ter las lecciones irónicas de ningún Pero es el caso que yo tampoco Quevedo. Por esta razón, y otras suelo meter la nariz en los lugares muchas. aunque malicio que con la donde mis colegas, por derecho pro primera bastaba. no me acerqué ni pio se andan cazcaleando y donde, en sombra al lugar donde se verifila vez hacen caudal de inspiración có la feria que ido. Pero estoy para adobar esas crónicas superfinas al tanto, así y todo, de que la dien que es maestro nuestro inimitable ligencia de las señoras alcanzó buen Jajaljit. el de la coleta. He aquí éxito en lo tocante al fin nobilisimo la razón por la cual me hallo como que se proponian nunca perplejo al hablar de la feria Produjo la feria algo más de cinco que principios de mes celebró la somil colones, suma con la cual las ciedad de San Vicente para arbitrar excelsas hijas de San Vicente. el recursos con que socorrer a los po gran filántropo cuyo origen se dispubres en cuyo favor solicita ella el tan España y Francia. habrán sabi.
óbolo de la caridad dormilona.
do remediar necesidades de esas que Seguro estoy, sin embargo, de que con ¡ay! dolorido piden inmediato las lectoras de Fáginas. si, las lec remedio. Porque es locura creer toras, porque de los lectores, yo no que esa parvedad alcance satisfame curo. me disculparán en sabien cer, de una vez para siempre, exigendo que si no me halle, como debia, cias cuotidianas de personas que no en ocasión tan solemne, ello fué tan pueden buscar su salud en el recurso sólo porque me faltaba el aquel con salvador del trabajo, ni hallan, como que hacer gala de mis sentimientos suele decirse, quien volver los ojos caritativos en favor de los pobres.
en el desierto de su penuria.
De paso advertiré que en esto de an Resulta interminable. por consi.
dar la cuarta pregunta, si que me guiente, la tarea de las señoras que parezco a los cronistas de aquende y, con paciente y afectuosa solicitud se ya que no por otra razón, siquiera dedican a reunir las piltrafas que la por ésta, que es de gran fundamento, caridad indiferente, cuando no agredoyme esperar tranquilamente que siva, pone en sus manos, para socono me expulsen de la orden. Al carrer a los enfermos y a los menestebo, al cabo, es mucho lo que puede rosos con quienes ellas suelen dar en el compañerismo las excursiones que de propósito hnNi era para mi el exclamar con cen por los antros pestilentes de la Quevedo, miseria. Triste cosa es pensar que 3358 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica