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Los huérfanos de la cinta roja iar TUESamos inuaplato S: mi querido compañero el General Roberto Yanguas (De mis APUNTES DE CAMPANA)
Para Páginas Ilustradas busto zandolorosamente entre mi carne, me incorporé para cambiar de posición y El alegre clangor de las cornetas entonces tropezó mi vista con un rollenaba el aire con las marciales nocampesino: buen ejemplar tas de la diana que pregonaba la vicpara el batallón, pensé: la limpia catoria; el estruendoso fragor de misa medio abierta dejaba ver el fusilería había cesado; las antes pecho fuerte, ancha espalda, recia ensangrentadas hojas de los machecontextura, todo vida: traia entre tes, limpias y relucientes, descansasus manos encallecidas ancho somban de la faena homicida entre sus fundas: los lastimeros gritos de los brero de paja rodeada por una cinta de percal roja.
heridos eran reemplazados por el reir. Es el coronel? interrogó con alegre de los victoriosos; de vez en timidez.
cuando se oia un disparo que algún centinela avanzado hacía sobre algu ¿Qué ocurre? respondile.
no de los fugitivos que, llenos de te.
Es que vengo presentarme; he rror, se ocultaban entre las malezas, sabido que es muy bueno y que La corneta del Estado Mayor gritó este batallón es el más guapo.
una orden con su voz de cobre, y me. De modo que eres de los nuesdia hora después, compacto y alineatros y quieres defender la causa?
do, el ejército principio a desfilar ha Si, mi coronel, pelear por la caucia el vecino pueblo, dejando en el sa. dijo entusiasmado.
Una curiosidad que nunca tuve sangriento campo de batalla las enormes piras, donde se hacia la crecon ningún voluntario me hizo premación de los cadáveres, lanzando al guntarle cielo negras columnas de humo que. Qué entiendes por la causa?
saturaban el ambiente de un olor tal pregunta, el presunto guerreacre y penetrante carne asada.
To, poniendo en jarras los brazos respondió con cierto orgullo: Pues la causa, la causa es la cinta roja y como mi me gusta la coLlegados al poblacho principió lorada más que la azul, quiero pelear distribuirse el servicio del campa y morir por la causa.
mento: las guardias y patrullas cru Una bandada de loros parlanchines zaban la plaza en distintas direcciotiño de verde el cielo oscurecido del tes.
oriente y fué perderse en la lejanía Tendido sobre la hierba olorosa, brumosa.
aspiraba con el exquisito deleite de. Den de alta ese muchachouna voluptuosidad nueva un mal ciordené un oficial, es un buen pagarro; contemplaba, sin pensar en triota: pero póngale camarada miennada, las azulinas espirales de humo tras lo probamos que se tornaban de mil colores la Di, en vano, un chupo al cigarro luz policroma de un magnifico ere apagado y pensé con tristeza: uno púsculo en que moria la tarde ma más para tomar una trinchera, uno gestuosamente; los jazmines despe menos para labrar el campo, dían su fragancia embriagadora, Me tendi boca arriba y sin pensar haciendo un verdadero derroche de en nada más, me puse contemplar perfume exquisito que impregnaba la salida de las primeras estrellas; el la atmósfera con olor de mujer ele Padre Marte brillaba en medio de gante; el puño del sable se undía aquel cielo de primavera y con su Este documento es propiedad de la Biblioteca Nations Maguwi orrogan Liznos ou Saterna Nasional de Brioscos de Maristerio de Conra y seventos, Costa Rica 3877
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