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El vuelo del Aguila La victoria marchará paso de carga.
El aguila con los colores nacionales, o lará de campanario en campanario hasta las torres de Nuestra Señora.
Proclama de Napoleón al ejército la víspera de su salida de la isla de Elba. es de y al TO el tie di ca va со las de Si ja nd Napoleo ubicumque faeli. Tal fué la divisa que el gran Napoleón escribió en la sala de comedor de San Martino.
Desde su llegada la isla de Elba no cesó de repetir: Quiero en adelante vi.
vir como un juez de paz. No pienso en nada fuera de mi islita. Nada me interesa por ahora más que mi familia, mi casa, mis vacas y mis mulas. Pero, en realidad, como dice Henry Houssaye, el mejor de sus historiadores, la Europa al darle la soberania de la isla de Eiba apenas le había dado el imperio de Sancho.
Aunque el héroe de tantas batallas pareciese resignado en ese momento triste de su historia, habría que preguntarse si hubo no sinceridad en su resignación.
Esa faz desgraciada de su vida, que comenzó en Waterloo, le hizo conocer lo que valen las promesas y las protestas de amistad en el apogeo y en lo que se convierten en el infortunio. Luis XVIII no le pagó la renta convenida; los austriacos secuestraron su hijo y entregaron su mujer un rufián de la corte; Castlercagh intriga para deportarlo; Talleyrand conspira para sumirlo en el olvido; otros pensaron en asesinarle.
Esas circunstancias y otras nacidas del estado de Francia, de que él se llamaba Napo. eón, y de que apenas tenía cuarenta y cinco años, hicieron nacer en su cerebro uno de los más audaces proyectos que se han visto en la historia y que contra toda lógica pudo llevarse cabo.
Fleury de Chaboulon, uno de los hombres más fieles a su causa, desembarea disfrazado puerto Ferrajo, capital de la isla, el 13 de febrero de 1815.
Llegó con una nota de Bassano que ponía Napoleón al corriente de una situación que ignoraba: el descontento que reinaba en Francia, la decepción de los patriotas, la efervecencia que reinaba en el ejército, y en fin, las intenciones de un grupo resuelto cambiar un gobierno odioso, por una regencia que presidiria Maria Luisa á llamar al trono al duque de Orleans. He muerto yo acaso?
pregunta Napoleón sorprendido por semejantes revelaciones.
Desde ese momento una decisión que hacía días parecía incubar en su cerebro fué tomada de manera irrevocable.
El 15 de febrero Chaboulon abandonaba la isla Elba y al día siguiente era dada la orden para alistar la pequeña flota equipar y armar las tropas y embarcar el tesoro.
El 26 de febrero, las ocho de la noche, el Aguila alzaba el vuelo hacia Francia.
La buena estrella del Emperador y la ausencia del comisario inglés Campbell favorecieron la salida. pesar de que las aguas estaban sureadas por infinidad de vapores extranjeros, Napoleón pasó ignorado. En un momento el brick en que iba Napoleón, Inconstant fué encontrado por el Zephyr. Ligera emoción disipada por una conversación insignificante.
El 19 de marzo, a la una de la tarde, el pequeño ejército de 1, 200 hombres que comandaba Napoleón, desembarcaba en el golfo Jouan, cerca de la estación actual Vosotros no tiraréis un solo cartucho.
Pensad que quiero recobrar mi corona sin que se riegue una gota de pesar de todo, el éxito de la expedición no estaba asegurado, y sin que se pudieran prever las consecuencias, la columna llega cerca de Grasse, donde a falta de un buen camino tomo el de la inontañia para llegar Digne. En la tarde del de marzo estaban en Cernon habiendo caminado cincuenta kilómetros en veinticuatro horas, pues según Napoleón lo había dicho, era necesario andar, andar más ligero que las noti.
cias.
Se ha representado al Emperador en el golfo Jouan como dudando propósito del camino que debía seguir, no sabiendo si ganaria Lyon por el valle del Ródano por los Alpes. Conociendo demasiado el estado de espíritu de las poblaciones de Provenza por la acogida que le dispensaron su pasada para la isla de Elba, no quiso pensar en el R6dano. Una sola via le quedaba, que fué la que tomó sin titubear.
Las recepciones que se le hacían iban mejorando a medida que se alejaba de sangre 3410
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