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Crónicas internacionales asi como un sus movinucho aquel Especial par Pras lastradas Falliéres en Londres manera aldo a la soprincipales Eponen a los ciales de la su servicio 1, por la seOs como los De bien los o de estos teatral, por ca si asistiría amente que stas de tres. que en todo: al señor Blay en Pa.
asta: pero si nte voces.
72a. porque ahí tenéis ajada tiple. Como varían los tiempos. Hay que ingeniarse. Qui barbaridat de ruido. Un palacio de historia. El Rey paga. Invasión de Inglaterra. Ya hablaremos de la Exposición.
Vamos, que si a cualquiera de los monarcas de hace un siglo, lo mismo los de Inglaterra que los de otra nación, les hubiesen hablado de recibir Tete a ide y ti por iu un viñador de Lompillon, hijo de un cerrajero de Xerac, por más presidente de la república francesa que hubiera sido lo menos, lo menos que hacen los susodichos monarcas és encerrar en un manicomio al infeliz que It hubiera dicho semejante cosa. ahora todos hemos podido ver como el simpatico Eduardito, con todo su Derecho divino, aunque protestante, y toda su majestad y toda su real y aita genealogia de sangre azul, ha recibido como colega y amigo al viñador de maTras que, por otra parte ha sabido desempeñar su papel correcta y perfectamen.
te entre Mr. Cambon, el de la imponente figura, y Mr. Pichon que no ye un burro, vamos al decir, das pasos, a causa de su atroz miopia.
y ya es hora de que diga que gracias dos castarricenses ilustres que re.
siden a un lado y otro del canal de la Mancha, y que me han tendido un cable para que pudiera pasar el. Paso de Calais, he tenido la inmensa fortuna, inefable placer y alta honra de ir acomodado, no del todo mal, en el crucero León Gambilla que ha servido de alojamiento flotante durante siete ocho horas, Mr. Fallieres y los ilustres personajes que le acompañábamos.
Lo que no se es como conservo la cabeza en su sitio, cómo mis tímpanos no se han hecho añicos, como la trompa del Eustaquio no se ha salido echando demonios de su cavidad auricular; porque hay que saber que el egregio Eduardo ha querido obsequiar su huésped con un canoneo de trescientos mil diabios. Figurese el que pueda, al crucero Gambetter pasando por dos filas de acorazados y otros barcos de gran calibre, en el mismo momento en que esos barbaros disparaban, cada uno, y eran cincuenta. veintiun cañonazos. Vaya que un millar de zambombazos sonando casi vez, son. demasiados canoDatos!
Mr. Failieres se ha alojado en el Palacio de St. James, en la parte que se llarna York house por haber habitado en ella, en otro tiempo, el Duque de York. Es un edificio vetusto construido de ladrillos que el tiempo ha ennegrecido, pero que en su interior está alhajado de una inanera suntuosa. El palacio de St. James no sirve ya para residencia de los reyes y la corte de Inglaterra, pero conservará todavía el nombre que, en la diplomacia se da aquel gobierNo son precisamente gratos los recuerdos que el palacio de St. James habrá traído a la memoria de Mr. Fallieres, en el caso de que la historia de la Vieja Albión sea conocida o no se haya borrado de la imaginación del presidenEl palacio de St. James estuvo habitado por los Tudor, en el fué ejecutada Maria Stuardo y Carlos pasó en él la noche anterior al dia en que el verdugo le mondó la cabeza.
La función de gala en el teatro de Covent Garden fué brillantísima. Se puso en escena el primer acto de El pescador de perlas de Bizet, y el segundo y acto del Frust de Gounod, cantados por la Melba y la Tetrazzini.
e canta con erpretación, en casa proque pone en o procura el con la sal de tes sobresaEs aún, porla inteligeniese sin restela en que ris se puede DO.
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