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Pácixas ILUSTRADAS 3631 encender sobre el ara santa, las majestuo.
sas antorchas de la Razón, la Justicia y la Verdad.
En el lapso de 87 años ha brillado para nosotros el explendente sol de Paz, Pro.
greso y Libertad, pues al fiar lux de la Providencia. brotó la libertad de nuestra querida Patria.
La atmósfera está pura y el horizonte sereno, ni una nube. siquiera la más ligera, obscurece el sol de nuestras libertades.
Por doquiera se respira el aire benéfico de un progreso envidiable. Nuestra Patria goza hoy de mucho nombre ante naciones extranjeras y es escogida como modela.
para cuna de arbitrajes. heraldo de paz.
Este solo hecho constituye un timbre de legitimo orgullo para nosotros. La liber.
ad de la prensa, mentor de civilización y engrandecimiento en todo pais culio, no es hoy una farsa sino un hecho verdadero positivo. Las ideas van y vienen como dardos de luz purisima. Este es otro de los hechos que más nos hacen admirables, pues donde no se amordaza la prensa, es que la justicia impera, que la ley se cun.
ple y que el derecho no se conculca.
Hoy inclinemonos reverentes, que nuestras plegarias vayan unirse las mu.
chas, que de todos los ámbitos del pais, y donde quiera que palpite un corazón costarricense. suben, como incienso en homenaje al fausto acontecimiento que festejamos. y que se grave en nuestro pecho. para traspasarlo las venideras gene.
raciones, el glorioso 15 de setiembre de 1821.
MELIA RUEDA Anoranzas nativas: La casa solariega permanece lo mismo: por las paredes medra lentamente el verdin, vel alnia se me llena de sentimentalismo con esta paz de olvido que reina en ei jardin.
La maleza invasora trepa sobre la puerta cerrada que da al parque, cual lo hiciera un ladrón; en el ambiente flora un olor que despierta cl recuerdo de cosas que amo mi corazón.
Ya no se oven los gritos alegres infantiles que eran el complemento de los juegos pueriles al jugar con las bellas muchachas al amor. una noche mis juegos se acabaron: estido de luto me dijeron que habia enmudecido la voz medio cascada del último señor.
EDMUNDO VELASQUEZ Ocaña, Colombia, 1908.
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