3954 PÁGINAS ILUSTRADAS La deuda de César Por Georges Esparbés Traducido del francés para Páginas Ilustradas por Luis Castaing Alfaro.
Una mañana de 1809, el Empe. Injusticia en verdad. manirador se paseaba acompañado por festó el Emperador, pensativo.
Berthier, quien había conferido Continuando su paseo llegaron recientemente el título de Principe ambos cerca de una tropa que made Wagran. Concluían una conver niobraba por allí. Al apercibir al sación sobre César.
Emperador, el coronel hizo batir los Puesto que creéis, Sire, en la tambores formar sus hombres en justicia infalible del procónsul le batalla. Seguido del mariscal, Na decía Berthier. permitidme citaros poleón entra en las filas.
una anécdota. Cuéntase que un sub Inmovilidad emocionante. En meoficial de entonces, llamado Sextius, dio de aquella muchedumbre paredecurión en una cohorte de la quin cia que el Emperador marchara en ta legión, tenia motivos para no es plena soledad; entre bileras de unitar satisfecho con la conducta para formes más que entre filas de solcon él observada por el César. Pa. dados; lo largo de empalizadas rece que este soldado prestaba ser humanas, apretadas, clavadas en vicio desde hacia diez años y que tierra, inertes. De vez en cuando se durante ellos había llevado feliz detenia, las manos detrás de la estérmino muchas acciones brillantes palda, junto una de esas cabezas y meritorias, por las cuales nunca sin aliento, sin mirada, sin pensase le recompensó. La evidencia de miento, y la contemplaba.
esta injusticia hizo que el pueblo, Enseguida, lentamente, continuapor medio de un abogado, llevara ba su paseo, deteniéndose todavía, las reclamaciones del legionario al más lejos, durante un segundo, Senado, quien censuró la conducta veces durante un minuto, frente a de César.
otros soldados, y después, mudo. qué fue de Sextius. pre como éstos, César proseguia su marguntó el Emperador.
cha. César lo dejó en la oscuridad: Reparaba, sobre todo, los anciale mantuvo su grado, rehusando así nos. Cuidadoso, parecia como que acceder los deseos del pueblo y procurara sorprender en aquellas acatar la voluntad del Senado. venerables cabezas una reclamación,