PÁGINAS ILUSTRADAS 3955 una queja, una palabra, sofocadas reflexiones nobles y potentes. Yusacaso por la disciplina, tapuestos fuertemente, los labios Después, tímidamente casi, va ha eran los de un jefe, no los de un cia los semblantes imberbes, obser inferior. La barba enérgica, el maxiva los pechos sin cruces, las mangas lar inferior enorme y la rigidez de sin galones: los quintos, que no hala columna vertebral acusaban un bían alcanzado aún la gloria, que espíritu altivo inflexible.
no le habían consagrado bastante El Emperador se vuelve hacia tiempo, bastante sangre: los jóvenes, Berthier: tan altos, tan erguidos, tan orgullo. Tu soldado romano, Sextius.
sos en las filas, como los viejos, le dice en voz baja.
pero más enrojecidos que éstos por No se decide hablarle, peneuna emoción de alma que dilataba trar en esta alma, violentamente, sus pupilas y ponía en ellas, falta como lo acostumbraba, sino que le de miradas, sus fulgores.
vuelve la espalda y se dirige al coSatisfecho esta vez, Napoleón se ronel: aleja por fin del regimiento, cuan. Cómo se llama este sargento. do de pronto, a la derecha de la seguid mi dedo, el guia.
compañía de granaderos del primer Noël, Sire.
batallón, junto a la tercera fila, se Describidme este hombre, bredetiene delante del guía derecho, vemente. Cuáles campañas?
un sargento. Desde la Vendée, todas: ejérciEl Emperador inmóvil, las manos tos del Rhin, de Italia, del Oeste.
siempre detrás de la espalda, mira Se ha batido en Mantua, en Rivoli, éste profundamente.
en La Favorita, en Zurich. Ausente Conocia los nombres de todos los de Maëstrich por causa de heridas, soldados de su ejército, pero en su inmediatamente después estuvo en memoria imperial no encontraba el Ulm, en Austerlitz, Jena, Eglau y de éste.
Friedland. Es un hombre ejemplar, Sin embargo, esa cabeza hablaba y sencillo, un poco frío pero muy espensaba. Si los cabellos eran rudos, timado por sus camaradas: en la secos, salvajes; si los mechones de guarnición los instruye, sobre el pelos de oso plantados sobre las ma campo de batalla los entusiasma, nos y las orejas daban este hom los arrastra. Hace diez años que está bre un aspecto de fuerza brutal, sus bajo mis órdenes; lo he recomendamejillas hundidas, de un amarillo do muchas veces para la Cruz, pero gris, indicaban también el hábito de las oficinas superiores lo han olvi