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JUECOS FLORALES PIGNIS ILUS ur to tre su cular, púsose de piés y abrió la puerta. De que no podía dorinir. Oiga, que daba al patio.
mama; agora qui hay tiempo, voy a El aire fresco de la madrugada se contale todo, tuitico pa que me introdujo a la cocina.
consuele Qué temprano que los levanta vació el asiento de su jícara en mos!. dijo Lico en un bostezo. un rincón de la cocina, y colocola bo Sí, hijo; contestole la viejita, al ca abajo en el angosto inoledero.
mismo tiempo que vaciaba la tortilla Ayer por la tardecita comenzó en el comal. Deben de ser las cuatro. el enuchacho estuve con Guaria y Yo creo es muncho más temprano, Nor José. Endespués qui hablamos porque la noch está tan negra. co. de la sequía este año y de las milpas mo si se estuviera comiendo una gran perdidas, me jo como azariao: Mizopilotada.
rá Lico, yu he sabío que hija te con las manos en los bolsillos de quiere y que vos también amás; y su mezclilla, se fué set tar la tranca, yo no sé que icite eso: estás entua.
todo triste y pensativo. De allí espa vía muy muchacho y no pensás com ció su mirada por los ámbitos del cie hombre; pero eso nu es na la, si no lo, como si buscara alguna cosa en su que Guaria es uniq hija que tengo, infinita negrura.
y si te desposas con ella es lo que N6. no puede ser. dijo en un vos querés, me voy a quedar sol ingri.
suspiro. Nu hay estrella que brille mo con Demetrio y José María, que como los ojitos de mi Guaria.
tan chacalincillos se jallan los probes. encendió el bajera que tenía en Ah!. Si mi Bibiana no si hubiera la boca. y en una nube de humo muerto, otro gallo cantaría. Así es que blanco envolvió sus pensamientos. Teflecioná, reflecioná bastante y verás que la razón me asiste. Lico, Lico, vení tomat el café Yo le contesté que no le asestía ragritó su madre desde la cocina, ocu zón, porque me la llevaba usté pa padas ambas manos con una jícara vivir com una sola jamilia. Pero humeante y la tortilla de queso dora. hizo una carota. más amarga da como una espiga. el colpachí. Voy, ya voy contestole Lico. Pa qué le ijiste eso. le inapeándose de la tranca.
terrogo su madre, triste como una Do un minuto después, estaban hijo lorosa. No ves que las viejas choy madre, sentados y en silencio. be. chas naide las quiere; que los que biendo lentos sorbos un aromoso ca tienen algo son muy egoistas.
fé. Sí, mama; yo me repenti di ha Tome, mama, la tortilla; cóma bele tan siquiera hablao. Se las sel usted: yu estoy muy esganao. echa pavo real, porq es mandaor No me la despreciés. Ya vos di una jinca: sabés qui tu gusto hice. No si acuerdan estos alimales Sí, mama; peru es que no tengo que también han sío probes dijo su di apetencia ni lo negro di un uña. madre indignada. No te se dé naitiMejor me tomo vacido el café y la ca lo qui ha pasao, por que nu has guardo ai almuerzo.
cumplió tan siquiera los dieziochoy Güeno, giedo. agora me vas de por si las mujeres están en el muná icir, es lo que te pasa vos. Di do. como las hormigas que jierven onde te vino madrugar tantísimo. en los hormigueros. Sí, es cierto; pero. pa mi. no hay en el mundo otra Guaria. Usté es sabe lo que mi ha costao que me quiera. que me quiera una mirrusca. tu Ha despreciao tuitico el barrio por Este Lico, que feo es el icilo, pero ja tiene un ángel güeno embutío en el gi corazón yo debo pagale ese cadc riño. cuésteme lo que me cueste.
Si juera menester pa eso, dormir sol bi Inguimo tuitica una santa noche en el caserón de Nor Colás, naide yo que te lu haría hablales in ter el tigre tan siquiera al cadejos, la zegua y ha los hermanos, es que icen qui alli se riunen hacer sus zamarradas. La viejecita se limpió una lágrima con el dorso de su mano, y en un sollozo habló. qué pensás hacer?
eni. Siguir alante, mita. La llama da cariño que Guaria ha prendío en mi corazón, en jamás si apagará. Yo trabajaré tuitico el santo día, hacer bastante plata y casa me de cualis. de quier toanera: Usté sabe. el jue.
go quema hasta la leña verde. levantó la vista que hacía ya un rato se tragaba el suelo y la fijó en su bo madre con caricias de bondad. Pero por qué llora, mama. ál le dijo en una voz que era toda una ternura. Porque me duele que vos sufrás por mí. Sijueras solo, es icir, si yo estuviera en el pantión, no sería una ba carga pa vos. Vivirías comu el yi güirro, qui onde quiera come. y qui cer onde quiera duerme. Por vida suyita. mama: ni en bal chanza dig esas tonteras.
el mal hijo, me paso muy contento en su del companía y antes di abandonala rría usté, por esta santa cruz que como Judas mi horcaría. esto diciendo, se entró un cuar bot tuchillo oscuro y sacó de allí su pala grí y su machete.
tiet mi Yo no soy ver

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