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18 PÁGINAS ILUSTRADAS Stella por el jardin. Tomé un violoncello que habia comprado hacia algún tiempo con el obje.
to de llevar a cabo las experiencias que dejo des.
critas y subitamente ataque con brio la nota en cuestión. El Baronett dis un salto, se cubrió los oídos y por último, lanzó un rugido. Suspend!
el movimiento del arco sobre la cuerda y, disimuladamente, baje al jardin donde encontre di mi rival en un estado de excitación extraordinario.
Mi venganza se ha llevado a cabol Desgra: ciadamente, junto con el odiado rival. pereció mi Único amor, mi Stella adorada! Cómo sucedió todo Lo recuerdo perfectamente, lasta en sus menores detalles aunque me parece hoy que obre impulsado por una especie de vértigo o de locura.
Faltaban apenas veinte dias para que Wellss y Stella se umieran. Todo estaba preparado. Las invitaciones hablan circulado dentro fuera del pais. Algunos regalos se habían recibido vai Ellos felices, contidos esperaban impacientemente el dia que de colmadlos de dicha mi de tristeza. Nada sospechaban. El servicio, terminadas sus Themas, pues FIVE is die de la noche, se habla retirado a sus departamentos atlejados del cuerpo principal de la casa. Por mi parte, toda lo tenia preparado; ni un solo detalle se me linbia escapado. invitación mia los novios pasaron a mi labo: ratorio: iba darles una muestra de mi gran iscadirimiento: iban a presenciar una cosa inaudita.
increible en despues de vista un trozo de metal, de bronce, de diez centimetros de largo por cinco de ancho y tres de espesor iba convertirse en wada, pulverizado, desagregado, cuello ila wale rii prime por medio de las vibraciones de mi violoncello.
Efectue la experiencia ante los asombrados ojos de los novios en seguida dijo. Esto no es nada. Trabajo ahora en la fabricación de un aparato vibrador, especie de combinación entre ci fonógrafo y el micrófono con el cual se podrá disolver la materia reconstruirlari voluntad.
Es eso posible preguntó el Baronet. Usted lo acaba de presenciar.
Es verdad, pero me niego creer lo que he visto. También no creeri lastel vivere ru, dije con ciertamentasis involuntario Un nuevo experimento Si y tan nuevo gue ustedes serin los prime.
ros y las times que lo verzity. Por que los últimos. Porque dificulto que. Pero no perdamos tiempo. Voy a apagar las luces. Mucho cuida: do muchachos con los besos robados y con los apretones de manos porque, a pesar de la profunda escuridad yo lo ver lodo. Pero, tio, qué tono tan raro emplea ustal loy para hablarnos. Esti usted fúnebre. iFunebrel:Que graciosa esta chiquillat Say.
la marke wism.
Al pronunciar esta frase di vuelta al switchi de la luz eléctrica y el enorme laboratorio quedo sumido en la oscuridad.
Tras unos segundos de silencio tome mi vio.
loncello y con una seguridad y maestría envidiat bles ataque violentamente el mi pomol.
Oi primero un ligero grito; luego una protesta violenta por fin um estrepito mezclado de es clamaciones de Stella, de aluridos del Baronet después. Después, el cabello se me eriza cuando lo recuerdo. Un ruidito especial rares seco.
como el de um revólver que se amartilla, sentiel frio del cañón del arma sobre mi fremte, me aget che rapidamente en el instante en qte la bala saliti. Of primer ta detom Fon conocida inmediatamente otra. espantasa, horrisona: Quedó deslumbrado por tremenda lamaradores sordlecido, atontado. Pero recardie st recorde dos cosas que la bala debto dar en un deposito de nitroglicerina que tenis en el laboratorio y que mi sobrin debió, indictablemente haber dis parado contra mi, porque el Baronett, en ese mo: mento debía estar agonizando vagamente, con servo la impresión de haber oido la voz de ellas que gritaba: Canalla. Sigue la relación de cómo se escapó el Doc tor de entre las ruinas de su laboratorio y algu nos apuntes respecto de sus descubrimientos y una nota final que transcribo en seguida. Voy di morir. De nada me sirvió labricar, con viles metales, el codiciado oro: de nadit me sir vió mi descubrimiento maravilloso solre las vi braciones ultra materiales. Mi espanteso crimen me lleva la tumba in tres manuscritos separat dos dejo escrita confesión. Elle sido un loc No lo sé. Creo que mis Incultades mentales están en perfecto estado. Marcus Ali Alisse LEON FERNÁNDEZ GUARDIA Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica

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