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PÁGINAS ILUSTRADAS 21 y niñas zón humano, y era quizá más sabio por esto que por la intensidad de su ciencia pasmosa. Mu.
chas veces pensé si tal ser era verdaderamente una realidad o si seria un simbolo de inconocida y complicada estructura, criado para dar una idea de lo que pudiesen ser amor y perdón, aqui en el mundo de los vivos, donde esas frágiles cosas ha mucho se rompieron.
Quién nos diera, amigos míos, que nuestra vi.
da siguiera el desenvolvimiento progresivo. pro porcional y arnionioso que aquel sabio efectuó de la suya, por el pulimento artistico que de sus facultades hizo. que tuvieran nuestra mente y nuestro corazón la majestuosa serenidad del corazón la mente de ese viejo, siempre pro.
fundo en el saber y tranquilo en el vivir, porque conocia la fragilidad de las cosas y la vida.
JOSE TERREROS iudad plea nera.
Don Eduardo Calsamiglia OR Qué se hizo el poeta Calsamiglia, aquel que. en uno de los últimos números de Lu Información publica unos Consejos Ramiro Pérez Qué se hizo. Desde que plantó su tienda en el poético Departamento, su lira ha enmudecido por completo como si ella liubiera envejecido de tal modo que ya no pudiera lauzar al aire sus vibrantes sones. No se explica su silencio, pues el poeta es ave y las aves nunca enmudecen.
Caldecon UJAL Lic. don Marciano Acosta La palabra del Maestro па Cuando yo le conocí, ya había el viejo recorrido, por la acumulación varia y concorde de fuerzas intelectuales, toda esa larga trayectoria que media entre el parto bruto de la naturaleza y la subjetivación del individuo: sus pupilas tenían la profunda indiferencia de un lago calmado cuya persistente tranquilidad no la alteran las rayas de sombra que las aves definen sobre su superfi.
cie; sus labios nunca admitian el duro rictus de esa ironia en que se contraen las bocas de los solitarios y los perseguidos que odian la humanidad, y en cambio lucian la rosa suave de una sonrisa, que era como la espuma que coronase un mar de amor y compasión por los hombres; poscia la suprema sabiduria de conocer el cora Este joven abogado, orgullo de la nación, que en pasados dias se dirigió, con varios propósitos, la vecina tierra de los lagos, a la vecina Repů.
blica de Rubén Darío, ha regresado ya al pais que le vio nacer y que lo cuenta entre el número de sus hijos notables.
Por eso sus amigos que son muchos, porque Marciano posee el don de hacerse sinipático ante los ojos de cuantos llegan tratarlo en noche anterior le obsequiaron con una serenata en se ñal de regocijo por su regreso al seno de los Marciano Acosta, efectivamente, es uno de los pocos que en esta tierra se distinguen por su in.
telectualidad y por su grau corazón.
Bienvenido sea, pues, este adalid del Foro y del sano pensamiento.
os Suvos 574 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica

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