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PÁGINAS ILUSTRADAS 23 nes que se han efectuado, que se efectúan y que se efectuarán en estos dias.
patías y para quienes nosotros deseamos como buenos amigos que somos de Hortensia una vida libre de asperezas y saturada con el rocio de la felicidad.
Para mayor abundamiento de diversiones muy lícitas por cierto el mismo día, por la tarde, salieron de aquella ciudad, con rumbo al volcán Poás, los siguientes jóvenes de San José, quienes regresaron al día siguiente: don Humberto Soto, don Joaquín Lizano, don Alberto Moreno y don Carlos Carranza Volio.
Nuestro más sentido pésame damos a la apre.
ciable familia del señor don Santos Alvarado, muerto recientemente en esta capital.
Este caballero venia desempeñando, desde hace algún tiempo, el cargo de Traductor de la Secretaria de Relaciones Exteriores.
En Heredia, cl :9 de este mes, se unirán para siempre los jóvenes Abel Chavarria y Maria Ulloa, ambos muy apreciados por toda la culta sociedad herediana.
Fundados en el cariño que se profesan, no dudamos, pues, de que serán dichosos en su nuevo estado.
En Cartago ha comenzado publicarse un nuevo colega, El Irazu, bisemanario editado por nuestro amigo don Ernesto Ortega y cuyo principal fin es tratar sobre asuntos generales de esa provincia. Larga vida le deseamos a El Irazú.
entran allá ve Espinach, do. Dr. don Jose os Rodriguez, mpabadal, don cas Rodo.
sabemos tambreve la famico y las señori.
cuales este cro erra de las or epública costa Hacemos votos por la salud de la señora doña Eulalia de Arisi, hermana de los caballeros don Juan y don Silvio Negrini, residentes en la ciudad de Heredia.
Supimos no ha mucho que se encontraba alla gravemente enferma; pero luego nos llegó la grata noticia de que continuaba mejorando, por lo cual nos alegramos sinceramente.
Que recupere la salud perdida tan estimable matrona.
La ciudad de Santo Domingo de Heredia fuc teatro, en días pasados, de una boda feliz: la del atento y culto caballero don Victor Rodri.
guez con la muy estimable señorita Lidia Fonseca, una de las flores más preciadas y más modestas del jardín domingueño.
El Sr. Presbítero Salas bendijo la unión de aquella simpática pareja y figuraron como padri.
nos la señorita Enriqueta Barquero con don Ju.
venal Fonseca y la señorita Rosalina Zamora con don Teodorico Zamora.
La novia estaba hermosa en extremo muy atenta con todos los que habían sido invitados a ese matrimonio que, por más de un motivo, ha bra de ser dichoso durante todo el curso de su existencia.
Concluida la ceremonia, multitud de parejas se deslizaron por el elegante salón los acordes de una orquesta melodiosa que prorrumpió entonces en alegres sones.
Fue entonces cuando pudimos admirar la belleza irresistible de América Sáenz rosa fragante de aquellas poéticas praderas. la gracia y la cul.
tura de Lucitana Fonseca; la gentileza de Julia, Emilia y María Muñoz; la hermosura de Digna, Juana y Julia Alvarado, y la aristocracia de Be.
nigna Fonseca, Ester Sáenz, Julia Zamora, Leo nor Arce, Mariana y Florencia Barquero.
Vimos también alll, entre otras personas que no recordamos por la infidelidad de nuestra memoria, don Elias Muñoz y don Salvador Ocampo, acompañados de sus señoras.
El baile terminó las cinco de la mañana, hora en que varias personas entre ellas este cro.
nista regresaron San José, no sin llevar en la mente un recuerdo muy firme de la cultura de esa honorable casa.
Para Victor y Lidia desea este repórter que el cielo de su hogar siempre se conserve azul como el cielo de una tarde veraniega.
ciosa Alajuela, Lia del bullicio as su calma ha gria de muchos. en son de ve a Castro y las Ramón Loria, o Carranza.
la misma ciu ial, con mucha Villalobos y la mbos personas He grandes sim.
Que Costa Rica se divierte es una verdad in.
discutible. Las fiestas de Esparta las tenemos como si dijéramos encima; las de Puntarenas es.
tán ya cercanas; las de Cartago prometen estar digunas de numerosa concurrencia; en San Antonio de Belén se están ya preparando, con el mis mo fin, todos los vecinos; familias enteras se encuentran veraneando en distintos lugares de la República, y, en fin, la cosa seria de nunca acabar si nos propusiéramos citar todas las diversio Este documento es propledad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica

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