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u 24 de Diciembre de 1934 LA PRENSA LIBRE PAGINA TRECE Elegantes cajas de fantasía de chocolates EXTRANJEROS de exquisito sabor y muy lujosa presentación Estas cajas son algo realmente de lo más apropiado para un bonito REGALO DE NAVIDAD Las tenemos desde. 50 en adelante Otras Especialidades para Nochebuena: Turrones. de Alicante, Jijona, Mazapán y Yema Confites y Galletas de las mejores marcas FRUTAS SECAS: Nueces, Almendras, Avellanas, Pasas, Higos, Dátiles, etc. etc. y COMO NOTA ESPECIALMENTE IMPORTANTE, Nuestra Gran Liquidación de Vinos que hacemos todos los años: TENEMOS PRECIOS AL ALCANCE DE TODOS LOS BOLSILLOS: Haut Sauternes, Sauternes, Graves, Chabliss, Medoc Paullac, Moscatel, Malvasia, Vermouth, Whiskys de todas las marcas, Cognacs y las famosas Cremas de Marie Brizard.
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RA GOZO DE SENTIRSE POCO NINO DE LA VIDA QUE PASA viantadoras de nuestra infancia. Eternamente jóvenes, parecen las mismas, aunque alguna vez llegásemos, en rara pre El hosco invierno esconde en su erifortuna, a comerlas. Eran bonitas y puuna almendra fragante y melosa. además caras: se nos aparecían inac Navidad, la fiesta en que a todo cesibles. Las mirábamos con respeto, mbre se le rejuvenece y engalana su con alegria y con avidez. Nos sonreían esto dure unos dias, mientras se come en compañía de Julio Verne y de Ale nos murmuraban a nuestro oído que achete que la hirió en plena manigua. y tentaban, como una mujer. Eran lo allide Cuanto más infantiles nos sintamos pavo y turrón. Si todo el año e Car jandro Dumas, cuando seña alaquellos frutos venían de muy lejos, del alucinaban nuestros sentidos. La caña lejano, lo excepcional, lo poco visto.
on fio de año, más sabor a rosa ten naval. por qué no pedir siquiera que en la pared la altura que ilamos te otro lado del mar, de bosques mara de azúcar, con el coco, eran los sobe Conservaban el alto valor e imponian Iran las cenizas inevitables de su aca la Navidad durase todo el invierno, niendo ya. y se nos amargaba la bo villosos donde revoloteaban los pluma ranos de la fantasia, que se echaba a la supersticiosa majestad de lo que se olento. El son de las zambombas cuando el corazón se torna a poco ca con la confusión. la sorpresa y la les como arco iris, y sonaban los gor volar, que soñaba con un barco de nos ha familiarizado; de lo que, por panderos con que se le amortaja pa lobo?
acritud del primer cigarro furtivo. jeos que embriagaban el oido. El co cuatro mástiles, y una isla robinsones muy cerca que se halle de nosotros, e levantar un prodigioso portal de Nuestros doce, trece años se detenian peludo, el plátano dorado, la piña a, y un rio anche como el mar, bajo siempre mantiene viva la gracia de lo elen en nuestro corazón, donde, en LAS FRUTAS EXOTICAS delante del escaparate para admirar con su monete de india, la chirimoya la apretada urdimbre desfalleciente distante.
espinos y pajuelas, renace el niño LELANAS aquellas bolas resplandecientes y per. verdosa, de geométrica conformación de las lianas y las frondas tropicales. Ahora podemos adquirir cuantas de mis o menos aherrojado, mártir y fumadas, que apenas veiamos el resto el mamey misterioso con su piel mo Ahi están otra vez, como el año an ellas queramos; ya no somos chiquillos, Whelante de libertad, llevamos dentro; Aqui están ya las frutas de oro del año. camino del Instituto Rudi rena de criolla, la caña de azúcar, aterior, como siempre al llegar las Na ni nuestros problemas son de centisi raturita oculta por nuestro rudo pu las frutas que adorábamos de citires. mentos mi digeridos de Geografia veces como ensangrentada por el ma vidades, esas frutas amables y solitos, como entonces. Hemos conquistaES be o nuestra cobarde hipocresia de do algún escaparate de más valor que Hultos: florecita de ternura y de bueel de una frutería. Entremos a llenar ſe que escondemos bajo la coraza nos los bolsillos con estas bolas aureas, los convencionalismos sociales y de con estas flores sabrosas, con estas llaformularias prácticas viriles.
maradas que se hacen miel bajo e Pse jubile y esa castidad de no hasol nuevo de América. Rompamos dejado del todo de ser niños es la la nuez hirsuta; chupemos el tallo juahora, en las postrimerias de Digoso. Nuestro hijo, que no deja de mbre, invade y secuestra, para entirarnos de la mano, encenderá en sus Blanarlo, el corazón del hombre, de ojos, locos de placer, esa lucesita de chos hombres, padres o abuelos.
nuestro antaño, que nos da to sé qué cadres o liricos, aduscos o generosacar delante de la mirada cortes de La alegria de las conmemoraciones la señora frutera.
tiene edad, y para los armiños de pureza no hay hombres plebeyos ni LA NIEBLA dignos. Vednos a todos, a tantos, resiendo bazares, desfilando delante La fiesta dentro de casa se colma tenderetes, de fruterias, de tinglade significación y de regodeo si allendes en busca del juguete y de la de el balcón, en la calle, flota la niesina; vednos sonreir, cogidos de la bla.
no Infantil que tin de la nuestra, En la Plaza Mayor en la de ayer, menos infantilizada: ved los ojos mejor la silueta de los pavos y de nieto y los del padre y los del los tingladillos de cascajo. desvaida, algo cómo se van tras el fruto rutimixtificada por la niebla, alcanzaban y el artificio ingenioso, y el reun valor excepcional. Madrid mismo, chísico: el regalo que nunca haarrullado por la ronquera de zambom de morir caballo de cartón, fuLas y panderes. canta más garbosa aja de soldados, muñeca rollin, mente sus villancicos entre el algodón Serna mágica, teatro de carton.
de la niebla, y se hace prócer como sobre todo, los alborozos navidenunca, y se pierde en avenidas fantáspor excelencia: la zambomba, el ticamente atendidas por el Municipio, o la pendereta, el rabel. Toda y a persona su gesto y su bonacheria simplicidad, tan remota, de instrues musicos es la que nos pide ei Cuando en la Navidad hay niebla.
para armonizar sus efusiones, acrece de modo insospechado e gusto so nos prodigue después, a lo de sentarse junto a la lumbre; la sopa o del año. Ellos unen al anciano de almendras sabe, desde luego, mejor paciente, al que inclina, ya faque en esos dias finitos, transparendo y al que se yergue. Insacia.
tes y despejadas de Diciembre. La tica resuena un zumbido de bieza hospitalaria del hogar gana mla. y en el corazón un go considerablemente si tras los cristalis hire, con sus frios y nevaras, vemos asomar su cara borrosa. Implodentro de los hogares mais rante y triste, de desvalida y abandoe gustan de vivir bien code nada, a la niebla.
Parapetadas en pieles. Prejuicios.
modas. Listim grande que Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y juventud, Costa Rica. Raudogul atel ad 4
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