DIARIO DEL COMERCIO San José, de Oele Página Hoy celebran unidas la Gran Sestivida Hoy el pensamiento de todos los hombres a)
su conciencia la grandios 1492 se vuelve hacia las cumbres de nuestr Calderon las glorias inmortales de la casta, y hacen vo Su Majestad don Alfonso XII 跟平米米米米米米米米米米米米米米米米米米张 En la Armería Real Epopeya de la muerte!
Cementerio de las armas!
Hoy las huecas armaduras, en que un día los heroicos corazones palpitaban, son apenas un tumulto de recuerdos que se verguen silenciosos a manera de fantasmas.
Epopeya de la muerte Cementerio de las armas!
Salida de Puerto Estos son los mismos bronces que rompieron, con los timbres de su fama, la sordera de los siglos y evocaron las proezas resonantes de la Iliada.
Aquí están las armaduras de la buena madre España: aqui están los entusiasmos vigilantes, aquí estan las pensativas esperanzas, aqui están las vanidades insepultas, aquí están las ambiciones perpetuadas, cual si fuera el espectáculo elocuente y fragoroso de un ejército en batalla, que de pronto se quedase para siempre suspendido a manera del retrato más hermoso de la raza.
Epopeya de la muerte!
Cementerio de las armas!
光光飛洗光光表示十术門門 En esta fecha de gloria, en que el recuerdo pone frente a nuestros ojos, en altorelievos heroicos, la historia de la Raza, y en que la Humanidad entera conmemora el descubrimiento del Mun do Nuevo, hay un clamor de fe, de victoria, presagio de futuras grandezas y rememoración de nunca olvidadas hazañas, que sube hasta los cielos desde la península de los iberos, donde hay una gran nación madre y desde este nuevo continente americano, donde las jóvenes democracias del mundo, al am paro de sus Andes gigantescos, incuban la plenitud del futuro.
Tres carabelas, tres barcas de remos y vela, tres juguetes que pudieron ser desprecio y mofa dil furioso Atlante, se lanzaron un dia a la aventura más portentosa que haya asombrado a los siglos: en alto, como dice nuestro gran poeta, el pabellón de Cristo, y en la po pa, el capitán Cervantes. Las tres bar cas que un día perdieron de vista las costas amigas y se lanzaron hacia las profundidades del misterio, las tres barcas que durante largos meses navegaron al amparo de Dios por un mar desconocido, bajo los cielos infinitos, una alborada radiosa anclaron en esta tierra americana, frente a nuestros palmares que ese día extendicron a los vientos el penacho verde de sus hojas, como banderas de esperanza y brinda.
ron el santo asilo de un puerto salvador a los héroes del esfuerzo. Esa ma drugada fue la del dia de la Virgen del Pilar, el 12 de Octubre de 1492.
Cuánto vino en esas barcas? Los siglos lo contestan. Vino España, vino una lengua armoniosa y sonora, que tiene flexibilidades musicales para ha blarle a Dios, suavidades de caricia pa ra las horas de amor e imprecaciones rudas para los momentos de lucha; vi.
no el misionero que habló de un idio ma de celeste cristiandad; vino el con quistador Tudo y valiente que rompió el virgineo velo de la selva inviolada; vino la civilización; vino el alma de es tos pueblos y vino la Raza.
La raza, vieja como el mundo y car gada de glorias, vino en las barcas aven tureras y la savia de nuestras selvas, y el sol de nuestros trópicos luminosos, acabó de fundir la sangre heroica y el roble caduco y viejo de Castilla, fuerte como un torreón medioeval se ve hoy floreciendo de nuevo en veinte pueblos nuevos, pletóricos de juventud, llenos de aliento y de esperanza.
Volver la vista hacia el heroico pai saje ibero que es una decoración de Día de la EL DIARIO DEL COMERCIO se co la Fiesta de la Raza que hoy celebra igual que todos los pueblos de habla fecha de rememoración y de gle cuyos marinos heroicos descubriero 1492 un mundo nuevo, y para los descendientes de los peninsulares qu propias las glorias de Castilla; fecha propicia para que el espiri ricana se reconforte en e gjemplog ga fe en el presente y se llene con la porvenir que se abre brillaitemente los dorados heraldos de la aurora an hermoso sol; ejemplo que seguir tienen nues mosa vida del Libertador Simón visiones están llenas de fe y de entu hermosas de todos los héroes, de tod todos los estadistas y reformadores cada una de las democracias hispánic y, haciendo nuestras las glorias derecho de hijos nos corresponden, ción de sabios, artistas, politicos, sa son asombro de la historia y gloria saludemos en este dia a la Mad blicas americanas que nacieron de hagamos votos por el porvenir que deseamos a la Raza.
epopeya: Sagunto habla, con las mil lenguas de su Incendio, de una raza viril y eterna, la hoguera en que pere cieron los guerreros fuurtes, los ancia nos estoicos, las madres con sus niños prendidos al pecho y las virgenes pu ras y hermosas, alumbra todavía con un fulgor sublime las páginas de la historia española. En una borrosa leja nía pasan las sombras épicas de Julio César y de Aníbal y por los campos pardos de la llanura castellana se oye ron las pisadas de los caballos de Ataul fo, el bárbaro guerrero que humillara a Roma. Son sombras heroicas de gue treros y de reyes, de principes y bata lladores que se adueñaron de la penín sula entera, cubiertos con sus mantos reales y llevando en la diestra la espada tinta en sangre, hasta que Dios mar có el término de los visigodos con una linda historia de un Rey Galante, medio poeta, audaz, aventurero; un rey valiente que por las caricias de Elvira la hija del Conde don Julián, atrajo los moros que atravesaron el estrecho de Djebel al Tarik (Gibraltar) e impusieron la media luna en España. Todos conocen la historia del vencido del Guadalete, del desdichado Rey don Rodrigo y de la Kaaba infeliz. entonces al alma de la Raza, ya amantada en los senos de Roma y de la vieja Iberia, nutrida por la savia fuer te de los bárbaros, vino a unirse la co rriente arábiga; los árebes, el pueblo de mayor civilización de su época, levantaron el nivel intelectual de la península, alli dejaron su ciencia, su literatura, su educación y su gentileza; sangre mora, sangre de poetas, sangre abencerraje de caballeros, sangre de soñadores que lo mismo hace un poema de versos pre eiosos para cantado con suave música de laud. que erige, por manos sabias de poetas alarifes, la preciosidad de un alcázar de Sevilla, la grandiosidad de na mezquita en Córdoba o la bella euritmia de una halambra en Granada. luego, viene allá del norte bravio, de la Cantabria y de Asturias, el soplo de la reconquista. Don Pelayo, el hijo de Fabila, surge en Covadonga hace añicos a los soldados del Islam. empieza la guerra que duró ochocientos años, y se inicia la edad heroica de la Raza.
Es cuando los bravos caballeros tenían por descanso el pelear y por camas las duras peñas como lo canta el viejo romance. van surgiendo los reinos: León, Asturias, Aragón, CastiArmaduras de engranados varillajes que repliegan y despliegan sus escamas, como un juego combinado de abanicos entreabiertos o de naipes que cartean y desdoblan sus barajas; cascos finos en que flotan los penachos, que en las Indias, en carrera por los bosques y las pampas, parecían, sacudiéndose en el aire, las espumas encrespadas con que corre por los cauces retorcidos el tumulto pedregoso de las aguas; grandes oes de rodelas, que son ojos sin pupilas o son bocas asombradas, cuyos platos que parecen captalépticas tortugas, esperando están al héroe que golpee sobre el bronce con el pomo de una espada; y banderas oh banderas!
las que en Flandes y en Italia, y al través de los dos mares y al través de los dos mundos, conocieron el rugido de las olas y montañas, duermen quietas hace siglos, duermen tristes, duermen languidas, ya extendidas en los muros, cual si fuesen mariposas enclavadas, ya suspensas o expri ridas en arrugas ondulantes, cual si fuesen viejas águilas, que posándose en la nieve de las cumbres replegasen para siempre los cansados abanicos de sus falas.
Esa antigua y no le hoja, esa que hace cuatro siglos que descansa, esa tuvo contraidos en su firme empuñadura cinco dedos sarmentosos en las épicas vendimias de la (casta.
Esa otra que parece la sonrisa de una irònica amenaza, esa estuva tinta en sangre cincuenta años, y hoy apenas en sus rojas pesadillas se aletarga.
Oh temblores misteriosos los que tienen las espadas! 1 米米米米米米米米米米米米米米米米米米米米米米米米米米长米米米张 米米米米米米米米米 ME 10 Descubrimiento de Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.