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El barranco de laCruz CUENTO moz La delincuencia en Costa Rica Por Joaquín Vargas C?
las páginas de tle.
se guardan et Jos álbumes rememorar breves nanas.
instantes de Pues yo yo lo sabía.
entornada visión cace la la Cruz roca dura honda era.
IV quellos Milent lede a, el re Ires.
Barranco de la suceso. franco Cruz MIERCOLES, de Enero de 1917.
EL IMPARCIAL Página tres.
Segundo Tema. Mención Honorífi Con huil helistele mien a diarto modos, creo que esto es lo mejor. Rue transite puede ver, a un lado de la cal. Tercer tema. Mención Honorífica arregla los dos altat trae flores a Nues. gue mucho a Dios por sobre un tra Señora sira y ppla los manteles de BLANCA. pledras toscas, una cruz, también de gotas de cercera. St. pedradre ontestó con argentina pecho su hermosa cabeza coronada de precipielo; borradas las letras por el El padre Jorge dejó caer sobre el pledra, que abre sus brazos sobre el y dulce roz go desde ha hace distante das; casi na. tud meditativa pasó algunos minutos: eruz de piedra apenas si se distin.
la habanitas esto lo ha negros y finos rizos, y en aquella act. sol y la lluvia de tantos años, sobre la die lo sabe abe: pes como de ordinario cuando se irgulo de nuevo, las finas y gue borrosamente esta inscripelon: está el tempwemplo in solo durante las ma correctas facciones de su rostro pare.
cían mejor delineadas, como si su per JORGE POSADAS Por José María Pinaud PRESBITERO.
Alguien en fil se hubiese hecho más nítido: su y de paz, que nos afas pasadosados le llamó para decirme rostro era como dió la vida una suave llmosta La Cubanitaita todos los días al tem que al pensar seriamente sobre un gra de todo hombre Murió en 182.
de cariño parama. Ah, mis templo a compor el altar.
La eruz es el único recuerdo del post intercala continuamente la ve ploblema de su vida, se transfigu pavoroso drama. Los vecinos de aque table abuelita el curso de sus na.
la a Para dia quusted diga misa, no? inra.
llos lugares refieren, con el esanto rraciones, y eres roldo discretamente la linCuando entró en su despacho, al fi marcado en el rostro, que la noche Culcemente tri azulados por la foren.
nal del corredor de la casa cural, ni que el padre Jorge abandonó el pueblo Jona Blanquit: agregó allos, como paretener tras sus pa Bueno pados. padres. Joje después de una sonrisa slquera se 136 en su perrillo, único de x, había llegado al Barratro de compañero evocada de de sus partidas de sus horas de jud: en ese momento y se había precipitado al stupenas egestada. Dlos ha de pagarlería, que siempre zalamero, vino a en niestro fondo, por donde corrían las re los labios se putralan en un mis zu bonda pad Ahora quiero que me montrarlo dando alegres saltos. En el vueltas aguas del río que había cavado terioso rietus margura, la que viga una posición. yo tengo un he ciprés cubierto de bellfsimas revolotea su cauce en la y ástera.
prima ni sospechábamos chal Booso sa kinds tan grande como el que ban cantanda parejas de monjitas que El pueblo se conmovió profundamente precede alarasa de sus padres: es el ni siquiera merecieron una mirada del con el desgraciado suceso. el enerpo del Como antela, aquella era la Je la igled: Vamos por esta puer preocupado señor, quien en otras oca cura, horriblemente mutilado, fue sa octava noche mi permanencia er a para usted lo vea. De el, si stones pasaba horas enteras conten cado de la profundidad de la sima, na usted las flores para la plándolas.
X; las manee del reloj Renaci usta, piadosas manos dieron sepultara a amiento, joya stica que contribuer Virgen de condo le falten las del suyo.
ellos despojos en una fosa humilde tre sto decía el padre con dulal adorno de lla, señalaban las abierta en un ignorado rincón del cam lle.
cho, y la lluvit al mediar la tarde se vozreadriciadora, ambos habían con las primeras lluvias del año la pocutodo la infortuna da Blanca supo del. Qué oscuridad. exelamó María había empezad daba trazas de ce sudo ardi grdin precede la casa eural Amelia alejándose de la ancha ven sar. Mi al como siempre, yo le X, quo que por entonces estaba todo Naturaleza revivía lujuriosa por todas partes.
Todos los jardines de es la suerte de Jorge estuvo a punto de ad de flores, gracias a los cultana, en cuyos cristales se detenían las estaba sentade su lugar favorito, event espesas tinieblas de aquella noche de la vieja butadetrás de ella y col ladog lar ya la actividad de Santos, viejo taban rebosantes de colores y perfu enloquecer de dolor: nunca más, desde mes.
invierno, para venir a sentarse en una gado en la parin ant El ambiente nocturno del pue entonces, volvió a ser vista de nadie: no antiguo euadro de aeris de fi de la parroquia, encargado de ba silla baja colocada a la derecha de la quién sabe quporado pintor, cuyo as eguna panas y de las flores de la igle bla enervaba con tanto y tan pene sal! Samas de su alcoba desde aquel Jedebiy jueblo. Blanca trante aroma como el que las brisas afa aciago en que para siempre per butaca en que la buena de doña Dolo personajes, cups con sombreros de el diera a Jorge, y en ella se hacía servir res se arrellanara desde una hora an anchas alas, pildos a los de Rem Destyjesta, y después de larga char trafan de las vecinas montañas a pre tes, para dedicarse a su eterno y ani brandt y de puez, evocaba el a, qara cara y la hermosa Cubanita se que en los jardines despedían las innd. por Eulalia, la indiciella fiel, cómplice cu oficio de liar cigarrillos de tabaco cuerdo de aque nobles franceses to lesyron pron llevando cada uno de ellos meras rosas, las violetas, los dondte. de su desgraciada aventura.
gos, los jazmines, tantas y tantas tloinajita sata impresión del otro.
Meses después de la tragedia que en salvadoreño en boletas de papel amari. dos alma y va más bien, el de 1: el silenelo de la noche solo presenciallo.
España caballo del siglo XVII yengo pngo con quien charlar un rato urel rel fastidio de estos tiempos de Un vecino de aquel pueblo, trasuo del Bar ron las estrellas y las Informes rocas Yo había llegado, ocho días antes, a María Amelia, rez sentada jun de la Cruz, un un nuevo sol se ab se acercan, se deefa muy com. chador y curioso, pudo observar op la casa de mi abuela, en la villa de x, to a la abuels reclamó el cumpli mas a las once de cada noche wersona: arrollo bajo la mirada indiferente de se des.
doloroso todavía, se Lapel to el padre Jorge, al entrar nuecon el fin de pasar al lado suyo las va imiento de una besa hecho: eaciones de medio año, las que mi ju. Bueno, apa le dijo anoch ate elite en la sacristia del templo aje encapuchado salſa de la casa eural los astros y protegido por las sombras guar. huar el trabajo de que lo distraje se dirigía, hurtándose en las som de la noche en el mismo sitio. En las venil fantasía me presentaba a manera convinimos en hoy nos contarias ruldu bras como para no delatar a nadie su frias horas de la madrugada del 25 de un oasis amable colocado en dio la historia de aca, verdad? pos deus del culto, hiciera la Cubanita. presencia, hacia la casa del conocido de diciembre de aquel mismo año, un del desierto de nuestra vida de estu. La lluvia, entito, azotaba furios: diantes. La buena vieja que me que los cristales de ventanas y golpeabe su sr su parte, Blanca iba pensando: agricultor don Julian Lozano; al llegar CONSIDERACIONES me refera lo siguiente: yo robo por.
horas pasaba por el camino que borden tras las hacia el camino de su casa. frente al jardín que la precedía, el des arriero que a tales y tan tempranas ría como a los ojos de su cara. según sordamente corlas tejeas de barre conocido misterioso, después de vicio, porque tiene ciertas ventajas que Jengongo un amigo, y muy simpático: escrusu propio decir, se había empeñado con del techo; de ren rato pasaba un precipielo maldito, tuvo la curiositar con penetrante mirada las sombras.
un ewun carácter más vivo y unas ocu cual si temiese ser visto de ojos hu templar el fondo. y en el imprecisos hacer estas consideraciones que la de mes de la vinden no las encuentra usted tan fácilmente mis padres en que abandonase por quin rifaga de vie que sacudía la bis dad de asomarse a sus bordes y con heias! Vas! Lastima que sea cura. de manos, saltaba ágil y rápido la baja ses detalles por la semioscuridad de la contribuir con tus datos personales a visto decentemente, seine temporades Qué otra prentensión puedo tener at en ninguna de las otras manifestacioce días la vida de la cludad y me fue frondas de los des vecinos y se ale Xo trabajo, vivo bien, qué imine importa?
se con ella a X, donde vivía, desde Jaba aullando stramente por entre muralla que cercaba las propiedades hore muchos afios antes, en una antigua ca las tinieblas duella noche de in III de la casa de Lozano. Una vez den hora, pudo notar que un dos en abra la magna obra de la soclologfa? Por nero en el bolsillo, las mujeres me aseza estrecho los cuerpos de una mujer que después de Compte y Spencer er adian y el mundo se admira cada vez tro, ya en el jardín, se dirigía despa. sona, herenela que al morir le dejara vierno.
su marido. Allí en sus soledades cam Ante la dema de la neta, la segan sizin afirmó durante el curso de su cioso y como temiendo producir el me formaban un siniestro conjunto en el cosa que no fuera la de contribuir con unos admiran ml sangre un niño al parecer de tierna edad, que sería de por demis tratar de otra le que doy un golpe magistral, pues otros mi pesinas no tenía la querida abuelita buela calló un nento. me pareck Irración ción mi abuelita, en la tierra no nor ruido, hacia determinada ventana Techo rocoso del rio, el que por ser datos al engrandecimiento de esta cien. babami, otros mi psicologia que es la más compañeros que Maria Amelia, su verla meditar intantes, como se hace once otra cosa que la voluntad del la casa, la que momentos después entonces época en que escasean Tas lin. cla luminos, donde converxen todos de no robur a pobres y así, cada cual nieta, Jacinta, vieja criada amorosa trabajara en ar las hebras de sueñor El padre Jorge y la bella Cu de su llegada suavemente sus vias, estaba muy pobre de agua.
Ins manifestaciones del alma de los admira algo en mi y yo soy el benefiy solícita en servirla, y Turco un vagos y lejanosierdos, y luego, ebanita, wa, una vez entrados en el terreno maderas para dejarle el paso; eindo en todo hasta ahora que, por pueblos.
Blanca Lozano fue cristianamente gran perro lanudo y valiente, que hecho el momento en empezaba a llar une la amie amistad, se trataron con harta el encapuchado desaparecía por ellas sepultada en el cementerio del pueblo. en sus Leyes sociológicas Que gran servicio exelama Greeff primera vez traspaso los umbrales de la mais pues presta un presidio y me siento franeamente infa durante interminables horas. que ahora trate hacer revivir e listraídoirados y contentos en aquel pue cerraban sobre sus espaldas tan suave restos, guarda asimismo los de su hi. clología, es declr, la filosofia positiva cioso no estaba el caer en la cárcel.
En la villa de el mes de junto es estas Ifneas, lo de Xide X, medio perdido entre las mon mente como se abrieran antes.
jo muerto al nacer, estrellado con su de las leyes sociales, haciendo predo porine para eso me había preparado muy lluvioso, lo que me obligó, duranAl clarear el alba volvía la ventana a añas quis que lo rodeaban te las vacaciones que digo, a no salir.
Nacida en Cube padres españolg riente sate de simpatía que se estableció abrirse, siempre silenciosa, y a embo. indre en las rocas del Barranco de minar siempre, no sólo en la enseñanza con tempo. El esior nepretro Sobre la tumba de la mar sino la vida praetica, el vínenlo co consuetudinario, me decía: El llcor es sino muy rara vez, de la casa. Aquel era Blanca Loz una bella muj ntre amie ambos, los haela permanecer jun zado regresaba a la casa eural por el tie ha crecido un fonebre ciprés que misma humanidad, lo mismo unos frena beber, robo y me siento capaz de nectivo que une los miembros de la mi desesperación y cuando no tengo paaño llovio de una manera constante du. tan gentil y her que es fama os dural durante largas horas, Por las mismo camino que trajera. mueve pausada y melancólicamente sus Fueron muchas las personas que no rante ese mes, aumentando la intensi los claros rayos sol de la man nanas, as, como de costumbre, ella iba tardaron en saber la historia de aquelas durante las noches calladas de te a otros, comprendiendo sus antepa. matar para apagar la red de beber.
dad de la lluvia al caer las tardes; ly las transparenguas de los a rreglarilar los altares del templo y en camposanto, cunndo la luna bafin de de sados y sucesores, que ante el conjun El señor hombre de gran es.
de vez en vem, en las horas de la ma yos tomaban ceal dar con to de sus fenómenos naturales. tatura, de unos maxilares muy sallen1 jardf hardin de la casa eural la esperaba la aventura extraña, pues los indis. blanco el lugar del eterno misterio, y ſana, se gozaba de buen tiempo, mos contaría unos dino afios, esta El valor que tienen forge, Ige, para en su compañfa pasar un cretos labios del curioso trasnochador las lechuzas describen anchos efreulos el de haber sido dietadas por las ob superciliar muy pronunciados también.
lineas tes, de atreo bizigomatico lo Ismo que trándose el cielo azul y transparente. por consiguiente la edad escos argo raio rato por la tārde, cuando el sol la iban repitiendo por todas partes sobre las tumbas con su vuelo tardo servaciones de la idiosincrasia de mes de ojos sin expresión.
el sol esplendía entonces vivo y pl por Amor para mar muy de decía: yo una ramontimontaba los lejanos picachos de oc sin mayores miramientos.
tro pueblo en el ejercicio de una praemato por vicio, estoy condenado a vein.
cante haciendo resaltar los colores ver mente a las puerde los corage: des del valle y el blanco de las casas femeninos.
ante y en aquel cielo de verano pare. noche en que desde la bóveda celeste años de presklio por haber matado it Así terminaron los amores de la Cu tien investigadora merno para te ia luna explendia maravillosa, de banita, la preciosa hija de don Julián ila delincuencia en Costa Rlea! he dos toquins que había en mi pueblo.
lugareñas.
En busca de hintes de fons fa que que brotaban a millares las rosa ramando sobre el pueblo dormido un Lozano, y los del padre Jorge Posadas, aquí mi tópico, purtis curl otro de mayor Eran Individuos que a todo el mundo En las primeras horas de cada noche, más amplios, traslonse a Costi curarura se dirigía a or virta virtud de los celajes erepuste plateado baño de paz y de silencio. venido a estas tierras desde la lejana frascendencia agita con más fuertes molestaban y que a mi me repugnaba antes de irnos a dormir María Amea casa de la Cubaca sus progenitor iniendo a ta ilta, dea, de la caracteres alrededor de la preocupa verlos y por eso los elimine. todo la que no salfa sino hasta que varios individuos, ocultos en sitio se ciudad de Guatemala.
lia nuestra blecerse en una dellas viej ca esto, mientras este sujeto referia su yo acompañábamos a abuela en la sala de la antigua casa, sas que ain subin en X, eci as can campanadas graves del reloj del guro para no ser vistos del embozado, quedan sino vagos recuerdos entre al lazant sent la gran placer de relaemplo oplo daban las diez de la noche.
vieron a éste salvar la muralla que gunos viejos de X, quienes siendo niños NUESTROS CRIMINALES sitio predilecto de sus veladas, y sisamente en la Tarla y la saliva le salla por la bosituan In esiju no Muy Buy poco les importaba a los dos el cercaba el jardín de la casa de la Cu los conocleron, y tristes tradiciones que on. este es el único criminal de yo no lefa euentos o versos, que gra roeste de la plaza banita, ya la luz de nurmurmurar de los vecinos de Sueblo, ca des la luna recono hoy repiten los habitantes de la villa quien pudiéramos decir NATO, de it tamente complacidas escuchaban las las pejada alegre, Inchns vana: cleron. sus curiosos ojos vieron cómo durantes sus quietas veladas del inor do dos mujeres, la buena vieja nos conta en cuyas eristalería sol irrue er Comenzaremos por elasificar a nuescuerdo con las teorías de Lombroso; mentaba y el misteroso personaje llegó, avan vierno.
mal manera alarmante: don Julián Lo tros delincuentes, de aenerdo con las desde luego un ejemplar peligroso.
ba historias de su pasado, mientras sus un desbordamiento duz y drida, sano, uno, padre de Blanca, atormentado por por zando cautelosamente hasta una ventaLas gentes medrosas de aquel pueblo teorías de Ferrus y llanssonville, por dedos rugosos continuaban su tarea de Blanca, mujer insla hastionde Los conculcadores, que desde larga anto ato como declan y murmuraban de na, y cómo tras breve pausa de espe aseguran que en las noches invernales, creerlos más adaptables a nuestro mo llar cigarrillos.
Todas esas historias, podía serlo en aquel po upfiori u hij hija entre las gentes del pueblo abrirse dejaran las dos hojas de la Barrando de la Cruz salen horribles desapareció por el hueco que al cuando son 16bregas y lluviosas, del do de ser.
fecha tlenen in voluntad tija de dafiar escuchadas con atención y curiosidad ta burguesa, 10. Las naturalezas Inertes. y que con las intenciones más perverconto cor epreprendió a ésta con buenas maneras durante las quietas veladas de aquella la más alta socieda Sango de 20. Los colericos.
ul prin principio gritos de dolor que hacen temblar ain sas combinan a su gusto el empleo de temporada en x, viven todavía en mi Cuba, se sintió en de surribo 3o. Los vielosos.
Al día siguiente era pablica la voz medidas violentas.
o aqui aquella amistad y la perjudicaba. los más valientes.
Entre nuestros hay quienes 40. Los conculcadores.
delincuentes son muy raros los concul.
memoria, a pesar del tiempo desde enen que el padre Jorge haca inisteen completamente ext tonces transcurrido, tan frescas como nes, sin amistades, sirelacio dfa llego. en que no siéndole posible catlores, por lo menos, ya sea por soll.
conterantenerse, le ordenó de manera repen. Posas visitas, a altas horas de la noche, afirman que debiendo pasar a tales horas por aquel lugar de espanto, han ina a termlante cortar del todo sus Blanen Lozano, y que esta le recl visto una hermosa mujer, vestida de los hombres que se dejan arrastrar tro motivo el caso es que en la insLas naturnlezas inertes, es decir aquelaridad entre ellos o por cualquier 6dor aterciopelado las paredes de las si escaseaban en el lloabitan elacilaciones con el cura.
bía en su propia alcoba.
De boca en negro como una viuda, de abundante sin resistencia y sin repugnaneia al vl trución de un sumarlo, el que apagrutas silenciosas de nuestras monta. tes, con mayor razón boca fué rodando el dicho, y muy cabellera suelta a los vientos, agarra clo y al delito En En Jorge Posadas esde ultima Entre nuestros delin rece como indicado soporta en la maSon todas ellas añejas tradiciocondición La enterado del suceso, que llevaron a brazos de la cruz que recuerdan los quien me decía que desde la edad cador.
da, nes de la época colonial, cuando la le se aburria terriblemer La do de febrero a llegase Blanca no se repetir hasta lo mismos chiquillos del trágicos sucesos van contados a la de ocho alios Inauguró su vida de de de Conozco to: el al haya papel gendaria ciudad de Cartago era ama y traerse que por cumplis deberes scappucapaba a sus aleances que una maña pepetir señora de Costa Rica; son historias de de devota, hizo pueblo.
costui in dia debía llegar, como aquella, en que Cuént grandes rasgos he deserito a nues.
que como otra Mater Dolorosa, se delincuente, es decir, ingresando a estros criminales de acuerdo con la el ya is Cuéntase que aquella noche el eura hace en un torrente de lágrimas, mien edad por primera vez a la cárcel por un sitiención que me ha pareeido propicia bravos aventureros peninsulares, veni al templo todas las aluvie lese que esperar inútilmente a su se dos a las playas de Mun. adornar perfumoso había mostra se abstuvo de concurrir la cita, en tras que de su garganta brotan gritos robo, y a la edad presente 20 años para nosotros, porque nuestro centro do en por y compa de y de doloren termina de cumplir condena y de acción pequeño y no da mucho nes de ejemplo servían las sacudir un poco el pol my compañía de la Cubanita, y estaba segu jado de serlo para convertirse en el pla la desesperació de la mujer enloque caroel, habiendo recorrido en la escala grandes capitales del mundo los delinépicas de Cortés quitar las com de Pizarro, de las manchas de cera ro deo de la maledicencia y la.
cuales se hnefan lenguas las erónicas de ban sobre los manteles destila de delincuencia los delltos de robo, lur euentes instintivo (efecto de una ascesón lón populares se ensañarían contra asunto del día en el pueblo.
Altar Ma por entonces, o a quienes despertaba yor.
llos, obligando a los padres de Blanca bre Blanca, según se refirió más tarVI to, estafa. abigeato, timos, ete, ale deute eriininal. en quienes el egoísmo gando, además, que no se da enenta la codicia y deslumbraba la razón la el, de, estuvo esperando, impaclente y 80 Cura parroquial en La abuela había concluido el cuento. de cuando comete los hechos delletaola ausencia de sentido moral son in.
leyenda de El Dorado y recuento de Jorge Posadas, hombre el padre pri prohibir a su hija el trato con bresaltada que el disereto golpear Abrumada por el sueño, la pobre vieja sos. Si tuviéramos que creer en la herentes.
tantas riquezas como decían atesora tico, renido no hacerle y simpát con con aquel hombre que llevaba como bres un sa defecto para poder cultivar amis una mano en las maderas de su ventaEn cuanto a la criminalidad en el ban estas tierras de la Castilla de Guatemala donde habt tiempo de na le dijese que había llegado para daba grandes cabezadas: Turco he cleptomanſa podriamos decir que es un fernenino he credo conve.
sexo Pero tenemos que con niente BBajo la sombre de un esprés, entre ella la hora del amor a que todos tiecho un orillo a sus pies, se extremecfa cleptómano.
hacerle capitulo aparte ros som tradiciones de milagrosos sanden sacerdotal despue idola ortades de mujeres, el ser sacerdote.
nen derecho.
Solo oyó en las frías de rato en rato; Maria Amelia, cuyo vencernos de que es un delincuente de bienhechores, este historia romantica y ho sé que mundo nuevo para dicha y salvacioneual la heroína habasca en la cuya uyas ramas había tejido una enre horas de la madrugada, cuando cansa. espíritu sensible está siempre abietes naturaleza Inerte porque por los he or merecer especial mención. sen chos por el cometidos podremos estulos sentimientos sea por la de sus habitantes. son relatos de olvida del Capitan General de la hita dera lera de bellísimas su malla de bejucos da de tanta espera el sueño fba sumien a las impresiones fuertes, estaba mediar que es tin hombre a quien el llencelán. por la religiótio por el ambiente, el caso es que la criminali dos terremotos, de cataclismos y de hispana.
ual Blanca, el gece se había becho una larga serie de pestes, que la Historia apenas sl con pobre cura aburriamente en el retreflexiones, las que al fin fueron trayen cia, al galope de una bestia, que frente puso nos fuésemos a dormir: las mane que a oponga ninguna resistencias su casa, pasó por la carretera, galo illas del reloj señalaban las once.
sus manifestaelones.
cometidos estos hechos de manera may signa en sus lacónicas páginas; son aquel pueblecito en La mayoría de Afuera la lluvia arreciaba por ratos. torpe. la mayoría de los casos los ha los ensas es por compliedades en rate enentos de hechiceras y de brujas y desión guiar por los casta su mi do do a su espíritu, atormentado por la malos hombres que por satisfacer pasio. tud y del Bien lasit de la Vir. ause ausencia de Blanea, un vago perfume de pe que fue alejándose hasta perderse nes perversas no tenían reparo en ven de los trescientos fertas almas resfecesignacónconformidad. Si debra en la quietud de la noche serena. De el viento que durante minutos der llevado a cabo a presencia de terras a rolos de poea cuantín y en que haberse asomado a a la ventana, la po mfa en no sé qué Ignoradas montañas nas que despues han servido de testigos aparecen estas como complices porque hay hombres que las explotan Infeua.
mente, y por su misma sencillez al code amor o crônicas de pomposas fiestas la eaza la lecturaciones por hoy boy, cuando aún es posible. se decia que eaballero sobre su alazán de ca do y distante, epbraba nueros brios y der su alma al Diablo: son historias parroquia: vale que de su conconeluirse un día, mejor que haya sido bre abandonada hubiera visto a Jorge, pruduciendo en la lejanía un ruido sor. para poderlo condenar.
Los coléricor, es decir los hombres meter el hecho, son condenadas. Los religiosas y paganas, de antiguos sai que de no haberlohny vivas, mienientras se preparaba a abandonar el ceria. abandonaba el pueblo donde despiadado azotaba árboles y dificijs. prontos y viros eun imaginación se casos de infanticidio son excepcionales jaraðardin. en ese preciso momento una voLos abor.
raos a los que asistían las damas vuelto loco de desesper hubiéra se cecs cecilla debil y respetuosa le llamó des desde aquel dfa le era imposible la aullando sinistramente en su rauda exalta facilmente que en un moment en el trascurso de los alios.
da.
caballeros de en X, se ce la rancia aristocracia co gón el mismo decía.
de de la verja de la calle: era Eulalia. La resolución del joven párroco marcha huracanada to de efervescenela se precipitan a cie tos provocados serán muchos pero esos Ya cuando esture solo en mi aleals gas a algun atentado Sucedió que una En mestros slemapre se fraguan en la sombra de las lonial, quienes con su aire distinguido y finas maneras cortesanas, ensayaban aiciembre. llegándose vaiana de la cda criada de Blanca, una indiecilla feu de fue una de esas que es necesario revivir en este rinconeito de la Amé estando el padre Jorge Navidad charcha, pobre de carnes, con eabellos muy para deserita usar pinceladas de herol. apagada la lámpara de aceite to lea delincuentes no suman estos zrann Soledades, de manera que la autoridad Los trechos de sangre rica los pasos del clásico minueto que del templo ocupado sacristie laelacios y muy negros y que contarfa edad: cuando sintió que era llegada do de espesas sombras, al or como las mero. pues los casos de delinettentes correspondiente mina tiene conocimien une unos trece años de edad a lo sumo.
para el la hora de la muerte por ser rachas de viento y agua se estrellaban coléricos són muy pocos.
hiciera las glorias de Versalles en los su cargo, por la pa esteres de Me dijo dofia Blanca que le diera fue a su encuentro con serenidad y al figuraba que en aquellas horas estaria dentes, en una discusión que tuvo con vale in pega tomarlos en euenta, por lo de todos conocido el secreto de su vida, contra los muros de la vieja casa, me 11. persona de magníficas antece con otra excepción y desde luego, no buenos tiempos del rey Luis de Frannica el recinto sagrad me dencia donde ocupade in depen. ed estendo este sentido a cercand relaterte igual que aquel rey de Thøle de la leu desdichada Cubanita, la infeliz escritora, ai de tiros a este por hacinque abarca un recino, sobre la legalidad de una que haciendo conjunto de be.
la delincuencia cla.
este un sexo femenino se Dulcemente, pausadamente. Iba sa cura, sintió del contraba en cuando este se hubo acercado, alargan sends, lanzó al mar de la muerte la Blanea, abrazada a la cruz siniestra. ber proferido una palabra injuriosa con un cuanto parecer dou dole un papel. apenas el cura tomó en como un in memoriam de dolor, abre tra un familiar, birlémole de muerte. Poftere, éste es uno de los países tiendo de los labios temblones de la proveniente de los sus brazos de piedra mal entallados so. lendo el señor 11. condenado a donde más pequeño es el promedio, abuela toda aquella erocación de edad. ellos anduviesen rero tomo sl en su sus manos el recado de su ama. Eulalia copa de su amor de su existencia.
ses se retiró de prisa.
bre el barranco cercano. el cuatro años de presidio y siendo tam comparandor las estadísticas que a la la dulce viejecita nos contaba las co delabros y floreros. ter los can Con temblorosas manos el padre Jor. Caminando por la carretera que des lento sis de su tiempo con un dejo extraño guien se entretuviese de que de melancolin, con ese tristeza que el cosas del enlto, se ale sagradas en se desdoblo el pliego rosado que exha deº conduce hacia el lado por donde viento caſa un poco, el imponente re biên, iste, uno de los pocos casos que vista tenemos la Iglesia encontró a Blanca, DELINCUENCA INFANT fondo negro del llegaba has la bulaba un suave perfume de mosquetas: el sol se levanta, a distancia como de tumbo del rio torrentoso que corría por podemos registrar como consecuencia alma embarga euando eroca los tiemLoe vicinsos, es decir, la gente copos idos, que pasaron sobre ella dejan mo lo llamaban en el anita 40 sus ojos aridos recorrieron las cortas media legua de la plaza de este pueta mis ofdos, y confusamente por no se mus ata titlfnens: blo, se llega al llamado Barranco de qué extraña sugestión, me parecía es rrompida en que el amor al placer es ok solfot. Heni de llamar así a dole Imperecederos recuerdos de dicha renda en su faena de Jorge: la Cruz, enorme precipieio desde cuyos cuchar con los lamentos desgarrado. Inmoderado, sin diguldado sin respetolosa chivuillería vagabunda que no es De hoy en adelante no es posihle bordes marea el contemplar la parores de una mujer desesperada.
de dolor; todas sus historias te los altares y limpiarle de arreglar y a sí mismo ni a los demás. De estos otra cosa que una legión de delincuen. nían una fragande soarecomo la padre Jorge se acero tolvo.
fanpa moque nos reamos más.
Mis padres rosa sima.
es la gran mayoría de los delineuentes, les para el futuro y que se está pre.
de esas rosas marehltas secas que 20 a quien saludo.
19, me lo lapiden tenazmente. De todos Todavía el viajero que por tal camino EL PRINCIPE AZUL. El señor 2, ladron profesional. Pasa a la página y silencioso.
idente De ellos no ción nacional?
din de aumentaba que tomada aba cuerpo le criadº rogandole dejara poco a po misma.
jas.
pobreachta, qui pero weró durante toda aquella luetente maña nego no hubo vecino que no estuviese du, en actitud de deseperación, a tos cientes contamos con una buena parte sorta de los casos la condena sin inmis sedientos de riqueza y fama, a que el altar de la Virgen anderen so, per por todos til hende padel og svo amigo de que su secreto había de actitua, un niño recién nacido, contem. how peost menutura de vuelta en la para se te geven en como en las flores La po cida.
ellos de Dor El refer to de ellos.
coin al el Cuanito el alE te.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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