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осоосоо аоаор De la Vida Muerta ODO EL PERFIL DEL ABOGADITO QUEZALTECO: UN VIAJE INESPERADO COMO PLENIPOTENCIARIO SIN CREDENCIALES. ACOGIDO POR LOS INTELECTUALES FUE CBJETO DE DEMOSTRACIONES EXTRA ORDINARIAS EN UN HOTEL DE LA AVENIDA CENTRAL, FIRMABA VALES HASTA LLENAR UNA DEUDA QUE NO PUDO PAGAR PE REGRINANDO POR LAS RUAS DE DIOS, HASTA SER ACOGIDO POR DON PEDRO HURTADO UN CUARTO DE TRASTIENDA CON VERTIDO EN CASINO EN RINCON DE BOHEMIA PERO UN DIA LLEGO UN SOBRE ABULTADO, CONTENIENDO DINERO UN NOM BRAMIENTO EN EL GABINETE REYNA, BARRIOS LOS PISTOLE TAZOS DE SOLINGER SOBRE EL PRESIDENTE REYNA, LLEVARON AL ALTO SITIAL AL ABOGADITO QUEZALTECO, QUEDANDOSE MAS DE VEINTE AÑOS.
por Rubén OOS (ΟΞΟΣ OBO OVO Hernández fondo.
se una Bajo la impresión de una amena charla; por saber que hay en cada frase suya una anécdota; porque es fresca fuente de sincera inemoria; porque tiene un sentido nuevo y bello de cada época y de cada acción: porque siente la devoción de las cosas idas pero perennes en la con ciencia cultural de los hombres, por todo eso, buscamos una de estas tardes agobia.
doras de agua en las calles y de chorros en los aleros, al escritor y amigo don Jod.
quín Fernández Montúfar.
Para esta charla de una tarde de invierno, que la sa.
bíamos llena de emoción y de amenidad, no podíamos dejar de buscar la fuente amplia, clara y también inagotable del señor Fernández.
ese era el Presidente de Gua temala, General don José Ma.
ría Reyna Barrios. Quién era entonces, por aquellos días, el que llegó a la alta posición de Presiden.
te, con el nombre de Manuel Estrada Cabrera. De acuerdo con una muy prudente táctica seguida allá de no poner en la primera magistratura presidencial a persona que por sus arrestos o mucho relieve ofreciera inquietudes a la estabilidad del Mandatario, el Piləsidente Reyna o el Congreso que para el caso es lo mismo, otorgó esa investidura a un modesto abogadito quezal.
teco, que se había formado como amanuense de Alcaldía, primero, y como pasante en algunos bufetes de clientela Claro. Sin protesta. Sin sospecha siquiera. Algunos pistos cayeron en el bolso de Cabrerita y una semana más tarde hallábase, caballe.
To en un rusio de alquiler, escalando fatigado y maltrecho el Monte del Aguacate, por lo antigua carretera que conectaba a nuest:o puerto del Pacífico con la ciudad capital. Tras las peripecias de una jornada ecuestre, que a buen trote llenaba dos días, se vió por fin el primer designado en la urbe josefina. Homenaje seguramen grande se rindió al huésped plenipotenciario honor grande indudablemente para el gobierno de Costa Rica la llegada de este hombre de la hermana Guatemala. no es verdad?
potenciario sin credenciales estaban en crisis? Parece lógico entre tanta espera sin esperanza. Las gentes se dieron cuenta de que era un cuento lo de las credenciales (el timo de la diplomacia, dijeron algunos. El gobierno comprendió) por la falta de fondos, lo que había en el y, Benedictis, agoiado bajo un cargamenio de vales en descubierto que lle.
naban la piana en el balan ce de ganancias y pérdidas, se vió precisado a retorcer su proverbial gentileza para con los huéspedes, y poner ra, cierta mañana, de patitas a don Manuel Estrada Cabreen la calle, como a alqu quídam moroso e inquietante. Se amilanó el hombre. Aquí fue la tragedia. El Designado, sin peseta en el bolsillo, con el norral sobre los hombros, sin brújula ni esperanza, tuvo que peregrisi al abrigo de cuentas y cobradores, puesto que se le brindaba por amistosa gracia.
Encantado Cabrerita, allí dor.
mia y bebía; pero sobre todo bebía, y bebía sin tasa ni vaso, sino a rico de boteila a boca de jarro, con tando con la licorería inagotable del bondadoso anfitrión que tan a mano le quedara. Casino de bohemia y de camaradería, pensamos nosotros, era aquello que habitaba el hombre alejado por Reyna Barrios. No es ve:dad, amigo Fernández Montúfar. Vamos despacio. El cuarto de trastienda vino a convertirse en realidad en Casino y en rincón de bohemia gratuito y próbido de media docena de compadres que se creara el huésped en torno a las botellas, y aquello, a las cuantas noches no era ya el aposento tibio y tranquilo del exilado en desgracia, si.
los compadres y las ninfas alzaban algarabías evocado ras del rito helénico bajo efluvio del pámpano. Vida alegre. Vida behe mia. Generosa acogida la del señor Hurtado para una migo. Pocos habra en tales condiciones que hagan los mismo. no es así. Generoso todo, pronto se clausuró esto; el huésped mudó a rinconeig tras los mostradores mampara de gangoche puesie para abrigar el Almacén for mado con sacos de café, da maíz, de arroz, de frijole En este sitio Cabrerita podía atender ya la comens lía y érale preciso aprove charlo únicamenie para hace luengas siestas cuando la grados del alcohol le degro daban el seso. Pasaron58 manas y meses sin quel de don Pedro consumiera en aquel cong mo incesante de viandas y de paciencia CUANDO ESTRADA CABRERA VIVIA ALLI POR EL REFUGIO.
a Queríamos escribir algunas democrática más tarde, ya Clατο.
En consonancia cosas sobre la vida que lle que, como cosa innominada, con su dignidad y rango, pi.
vara en Costa Rica el ex pre servía para llenar inparti dió y encontró hospedaje en sidente de Guatemala Lic. bus in fidelium el delicado ol Hotel de Benedictis, que don Manuel Estrada Cabrera, cargo sin el menor peligro era aquí ol de dominguear, do quien tanto se dijo en de que la comezón ambicio establecido entonces frente al su vida y tanto se escribió en sa o la chicana política pu. Palacio del Congreso, Avenida su muerte, pero sin referir al. dieran jamás tornarlo en titu. Central, donde hoy se admigo de esta estada suya aqui lar efectivo; y Cabrerita, que ran los escaparates de la droque, por lo accidentada y por así le llamaban, vino, por guería Ideal. Sabedor el lo pintoresca, habrá de inter tales artes a ser improvisado público del arribo del Primer sar a los lectores.
Vice Presidente de Guatema. Designado con plenipotencias, Sostuvimos un diálogo en la.
muy luego la cortesanía, el su oficina, que es nido de sim. Conspiraba el abogadiio agasajo y las atenciones sopatía y do amistad en todo quezalteco contra el presiden ciales entraron en tropela momento, con el señor Fer.
te para ir a la altura que le 15 jclicoba del viajero tennández, que por cierto mu colocaban tanto más lejos diendo a su paso una alfomcho tiene de chapín por el anto más ilusoria bra de flores. Pío Víquez, el espíritu y mucho más de cos nominación? Cuentan que era maestro de los escritores; tarricense por su envergadu hombre ambicioso en medio Chente Quirós, el periodista ra intelectual, y su sangre, de su mentalidad provincia clásico: Aquileo Echeverría, y de ese diálogo que casi na.
Yoyo Quirós, Agustín Luján resulta monólogo, damos a Andando los días, el goy otros intelectuales le pronuestros lectores estas in ernante captó en los cen digaron lisonjas y le dieron teresantes viñetas, si cabe, tros secretos de información acogida en las columnas de al rededor de la vida que la noticia de que grupos mon los diarios. El gobierno, hasBevara entre nosotros, tufaristas y de Lainfiesta trata donde lo permitía la rara por 1897, el hombre que más maban por alentar aspiraciocondición de diplomático en dió interés a la historia connes presidenciales en el áni ciernes, le franqueó las puertemporánea de Guatemala y mo de Cabrerita, e incontinen tas oficiales, y todo fue jol.
que fue quid de muchas ac te dispuso cortar alejandrina gorio y cariño en las salas titudes políticas en América. mente el nudo, dándole a su familiares del hogar costas adicto designado un encar rricense. Reyna Barrios. era Pre go para el Presidente Igle. Las credenciales, promesidente de Guatemala presias, de modo que tuviera que tidas para el correo siguienguntamos, cuando ving a alejarse de Guatemala y que te. llegaron alguna vez?
Costa Rica Estrada Cabrera? dar ubicado en Costa Rica. Sin embargo, creo que. Cierto. Un hombre pe Es urgente su viaje a la 110 ;las (sredend gles anunqueñín, de botas a la Fede Tiquicia. díjole Reyna a Ca ciadas por Reyna Barrios no rica con espuela de plata, brerita y, como no podemos llegaron nunca; los mensajes pantalón rojo de ancha y áu perdor tiempo, debe usted to requisitorias telegráficas rea franja; guerrera azul con mar el barco mañana y es tenían el silencio por respuesestrellas y entorchados sobre Ferar allá las fredenciales ta en Guatemala y, en tanla cual resplandecía una cha que le llegarán por correo to, Cabrerita ibase quedando pa de la Legión de Honor; inmediato, para que actúe encallado en los arrecifes de bigote negro enroscado a la pronto anle el gobierno de la indigencia más angustiousanza de la última década don Rafael Yglesias.
Ea, por haber agotado en del pasado siglo lentes que. Rumbó a Costa Rica in francachelas las monedas que servían de ventanas a unos mediatamente el temido homtrajera.
ojos penetrantes, clavados bre de la conspiración de los De manera que los basiempre en el horizonte. Montúfar y los Lainfiesta? lances económicos del pleni.
TC nar por esas rúas de Dios en no un tabernáculo de sileno vino, y por el contrario, siend busca de mano amiga que le enrojecido con la liturgia de pre solícito con el paisan di procurase hospital consola las vacantes. Vanas las por un extraordinario sentid u dor para sus huesos y alicien amonestaciones y ociosos los del paisanaje, nada le neg te para su espíritu mohino ruegos para que el abuso no ba y era todo prodigalida por tantos desencantos y re continuara enseñoreándose ca y cuidados para él.
veses.
da noche en aquella pieza. Cuándo se hizo el mis Es cierto que fue un guade festín, donde encerrados Pasa a la página temalteco quien le acogió en su caída de la plenipotencia. La providencia quiso que por el Barrio de La Dolorosa, en el camino que entonces llamaban de la pólvora (hoy Calle Alfredo Volio. se encontrara con un corazón tan grande como eran sus penas, en el amigo y paisano don Pedro Hurtado, dueño do una pulpería, con taquilla y tercena que abastecía a toda la población meridional de la ciudad. Don Pedro era de aquellos varones de an que sudaban hidalguía y bon dad por los cuatro costados, para el cual el proverbio castellano de has bien y no mires a quién no debía ser letea muerla en los textos ticos del Padre Balmes, si no realidad vivida en la no bleza con los forasteros y en el cariño fraterno con los paisanos. Vivió entonces el hombre de Quezaltenango (on casal de don Pedro Hurtado. Consecuente con ese su Yo tan generoso, el señor Hurtado, condolido ante la situación por extremo crítica de Estrada Cabrera, le manifestó que suyo era aquel techo y suyo también aquel pan del establecimiento; ciendo realidad la promesa, le mostró el cuarto de trasLa HORE tienda donde podía alojarse, no muy a las anchas, porque era angosto y oscuro. pero alla y ha Pág. 11 DE OCTUBRE DE 1937 La hera Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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