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2 EL ORDEN SOCIAL manda los hijos respetar y honrar Miral la precocidad de vuestros No cuidan de eritar los peligros padres, maestros y superiores, niñs para escribir desvergüenzas que a diario asechan la inocencia base trocado hry en día en este en las paredes que os ruborizarían de sus bijos y de sus hijas. ΓΟ: y que los niños estampan con la No protestan contra el expendio Los padres, maestros y superio. mayor sangre fría, para que las de libros, novelas y hojas perió lires han de tolerar, y encubrir y leáis vosotros y las lean otros di cas in morales, ni contra la exposihasta alabır la insolencia de los ni. ños.
ción de estatuas y cuadros indenos.
Prestad oído a las conversaciocentes en tiendas y otros lugares Hoy en día el niño no obedece mes de vuestros niños, cuando donde pueden entrar los hijos.
los preceptos del padre, se burla piensan que de nadie son obser No velan por las amistades de de los consejos de la madre, hace vados: hablan generalmente de estos y antes bien sucede, con esobjeto de su inquina los maes. cosas.
cándalo para la propia dignidad, tros y arroja en la calle piedras Mirad, palpad, esa precocidad que una criada por cuyos antecelos mayores y los ancianos. cos que los niños de hoy en día, dentes y consiguientes jamás se Todos hemos de guardar consi ciencia y paciencia vuestra y mu ha indagado, tien entre los niños deraciones los niños, y ellos, chas veces con aplauso de vosotros más inger ia, más dominio, más adoradores prácticos de la gran cortejan, galantean y hablan ni reación que la misma madre.
libertad liberal, nos desprecian ñas de su edad a quienes conside El oficio de ésta es satisfacer nosotros rau como sus novias.
sus caprichos y besarlos y llorar En las reuniones, en las visitas, No, no; ya no hay niños: y nos cuando el niño da una muestra en los trenes, en todas circunstan otros, copiando esta frase de Sel desagradable de lo que es y de lo cias, nosotros hemos de saludar gas, añadimos profundamente con que sabe; en una palabra, son pa.
los niños, hemos de darles nues vencidos: no hay niños porque dres y madres e clavos del sentitros asientos, hemos de tolerar tampoco hay padres ni madres. mentalismo que envenena la socieque se ingieran en nuestros asunSí; no hay padres ni madres dad y mata la niñez.
tos, que maltraten nuestros obje porque los que han dado el ser Desgraciados padres y madres tos, que nos insulten: pero los ni sus hijos, no cuidan de corregir de tales niños: vosotros sois sus nos? ellos ni nos saludan, ni nos sus defectos.
primeros perverfidores: sembráis ofrecen su asiento en los salones, No quieren hac uso del rigor en la infancia los vientos para reen los ferrocarriles, en cualquiera en la infancia de sus hijos para coger en la juventud las tempes.
circunstancia: y eso aunque nues corregir sus desmanes, y se enfu tades.
tras piernas se sientan flaquear por recen con el maestro que aplica el Los niños de hoy conocen el el peso de los años: y si una ob castigo corporal esas tiernas na teatro, leen novelas, saben todos servación les hacemos, nos pon turalezes que no dan oflos a las los secretos malos, pero ni saben drán como trapo sucio con ese voces del consejo y de la razón. religión ni saben rezar.
vocabulario grosero y soez que No trat in de hacerles respetar No hay niños: porque no se edudesgraciadamente, más que de su autoridad ni la ajena, ni de ca la niñez ni en la familia ni otro alguno, es vocabulario de los darles prescripciones de bueca en la escuela: si acaso, se la insniños.
crianza Truye; pero con esa instrucción vosotros, padres, cariñosos y No se interesan por la educa. moderna, verdadera Torre de Batieroos, vosotros, madres de azúción cristiana de sus hijos, única bel que hace de los niños galeotes car, vosotros sois los grandes culque modera en el mbre los ma intelectuales y mis tarde jóvenes pables en este desbarajuste de la los inst ntos: se pagan de los mo orgullosos que de todo bablan, niñez dernos sistemas de educación de todo lo discuten, de todo escriben Pero ved lo más negro del cuadro la niñez presenta en nuesque tanto alarde hace nuestra ci aunque nada entienden ni Tarla que tros tiempos.
si ización y juzgan que con eso saben. Créeis vosotros que vuestros sólo están bien resguardados sus Su sabiduría es la superficialidad hijos, que vuestras hijas despiden bijos de los empujes de las pasioYa no hay niños porque tampoco de sus almas el susve aroma de la nes, que es impotente para ci artar hay padres que sepan cumplir con inocencia?
la bulliciosa pedagogia del siglo su altisima misión.
Engañados estáis.
XIX.
LUPERCIO Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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