Por Alberto Ordóñez Argüello Continuándose con la secuencia informativa sobre importantes eventos celebrados en la región para dialogar sobre los alcances jurídicos del nuevo Tratado comunitario, es del caso destacar que la SIECA participó en un foro de INCAE en julio en Guatemala, en el cual disertaron el Dr. Francisco Villagrán Kramer, Asesor de CACIF: doctor Manuel Ayau Rector de la Universidad Francisco Marroquin. licenciado Carlos Rivera Ortiz, Secretario General de FECAICA; licenciado Edmundo Vásquez Martínez, fue Miembro del Consejo de Estado: actuando como Moderador el ingeniero Juan José Urruela. en otros eventos tales como el Primer Seminario sobre Integración Centroamericana, efectuado en Guatemala bajo el patrocinio de la Asociación de Periodistas de ese hermano país, el Ministerio de Economía y el Instituto Centroamericano de Administración Pública (ICAP. entre 23 y 25 de septiembre; el Décimo Congreso Ordinario de la Confederación de Trabajadores Centroamericanos, celebrado en Guatemala entre 19 y 24 de septiembre; el Seminario sobre Libertad Sindical y el Proyecto de Tratado Marco, verificado en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de San Carlos de Guatemala el 29 de septiembre; la Mesa Redonda auspiciada por el Club Rotario de San Pedro Sula, el 22 de septiembre; la conferencia y Mesa Redonda en la Secretaría de Asuntos Sociales de la Presidencia de Guatemala, el 17 de septiembre; la Conferencia a los Estudiantes, de Periodismo de la Universidad de El Salvador; y en una serie de conferencias impartidas por funcionarios de SIECA, en el Centro Universitario de Occidente, Quetzaltenango, el de octubre. continuación, y a partir del 12 de octubre, fecha en que la SIECA conmemoró su XV Aniversario de fundación, se abre otra serie de eventos altamente sig.
nificativos, en los cuales, además de rendirse homenaje a la memoria del doctor Manuel Noriega Morales por su labor procera e imponderable en favor de la Integración regional, se desarrollaron temas directamente relacionados con la futura Comunidad Económica y Social Centroamericana. Fuera de las intervenciones del Secretario General de SIECA en tal oportunidad, y de los ya citados pronunciamientos del doctor Delgado, se produjeron ensayos esclarecedores sobre diversos aspectos del Tratado Marco, sustentadas por el doctor Dante Ramírez, doctor Gautama Fonseca, licenciado Hugo Ordóñez y Alvaro de la Ossa, funcionarios todos de ese organismo central del movimiento integracionista. Y, para cerrar el ciclo, se celebró una mesa redonda en el salón Miguel Angel Asturias de la Asociación de Periodistas de Guatemala, con fecha 29 de octubre, sobre La situación y perspectivas de la Integración Centroamericana. en la cual actuó como expositor de CEPAL; y como comentaristas: licenciado Alberto Herrarte, jurisconsulto, ex Ministro de Economía de El Salvador: licenciado Cecilio Celaya Lozano, profesor universitario, ex Rector de la Universidad de Honduras; LA REPUBLICA, viernes 26 de noviembre de 1976 doctor Ernesto Fernández Holmann, Presidente Ejecutivo del Banco de América de Nicaragua; y doctor José Miguel Alfaro, catedrático universitario, Asesor de la Lamara de Industrias de Costa Rica. Hizo labor de moderador el doctor Roberto Mayorga Cortés, Secretario General de la SIECA.
Finalmente, y a fin de hacer más luz sobre cómo ha venido fluyendo el debate del Tratado, se considera oportuno referirse a los términos en que el doctor Eduardo Montealegre, pujante empresario y Presidente del Banco Nicaragüense, abordó en un discurso el tema que intituló Aspiraciones centroamericanas, programas sociales y desarrollo económico.
En relación al proceso de integración, el doctor Montealegre, entre otras cosas dijo: Se logró romper los prejuicios y los intereses separatistas para lanzarnos en el camino sin alternativas de la integración que ha traído tantos beneficios y que ha agregado a cada una de muestras parcelas industrias que, de otra manera, con lo reducido de nuestras poblaciones, nunca se hubieran establecido. no es verdad que hasta el momento la integración sólo haya favorecido a los empresarios y hecho más ricos a los ricos. La integración agregó ha traido, además de empresas y comercio, fuentes de trabajo, salarios más elevados, competencia que tiende a reducir los precios, movilización humana y conocimiento mutuo. esas transformaciones estructurales inevitablemente han aminorado las diferencias, el abismo que en algunos lugares existia y las iniquidades. en otra parte de su intervención, insinúa la necesidad de acentuar el cambio socioeconómico, cuando dice. En Centroamérica se ha realizado el desarrollo económico con cierto desarrollo social aparejado y ya se ha comprendido que las políticas para promover el crecimiento económico no son suficientes para resolver el problema de las desventajas sociales. Tales son, a grandes rasgos, los avances logrados a través del diálogo regional en apoyo al nuevo esquema comunitario contenido por el Tratado. a los cual se suman los simposios, seminarios y cursos organizados por los principales organismos regionales como SIECA, el Banco Centroamericano, el Consejo Monetario Centroamericano, el ICAITI y el ICAP. II Así fluye el debate del nuevo tratado Centroamérica, noviembre de 1976. Este libro de Francisco Zúñiga Díaz nos presenta una nueva faceta del autor de Trillos y Nubes y La Mala Cosecha. dos títulos con temática y estilo en armonia al concepto rural, campesino, del agro y la montaña, del barro y la vereda, y que tantas satisfacciones le proporcionó al escritor Zúñiga, hasta quedar agotadas las ediciones de ambos libros. En Los Dos Minutos y Otros Cuentos el escenario corre el telón de lo urbano, no obstante que siempre lo hace en los límites de nuestra tradición enraizada las constantes del ser costarricense, y el autor sumerge su pluma para dibujar el ajetreo del cemento, en calles y edificios como claves actuales de un borde en actitud cambiante de provincia, de sótano en desarrollo hacin terraza de vistoso panorama. Si algo es difícil en en su medio narrativo, y creemos que en otros países de similitud demográfica sucede lo mismo es poder delinear o entrelazar en forma total, ciudad de campo, agro de cemento para ser más exactos. Al referimos a este delineamiento lo hacemos conscientes de que el personaje no tlene una ubicación concreta, pues la naturaleza en del hombre lo hace universal en tiempo y lugar. Pero el toque caracteristico de lo que podríamos llamar literatura costarricense exige un esbozo de cantidad y calidad en cuanto al tratamiento de escenarios, lenguaje y temática. Algo se ha logrado pero siempre queda como una espera de contemplación por limitar o unir en su totalidad ambos conceptos sociogeográficos, tanto en lo circunstancial como en lo intrínseco de la temática más allá de modas, historias, devenires e injertos necesarios para dar libre acceso a la vida de los novelados. En novela, dos tipos claros: El Quijote y Cien Años de Soledad, asimilan lo universal de las vertientes posibles. En la novela mejor ambientada es Gentes y Gentecillas. pero otras como: Pedro Arnáez, Valle Nublado, Murámonos Federico, Los Pantanos del Infierno, Una Casa en el Barrio del Carmen, por citar algunas, nos dan una muestra de lo anteriormente anotado. Cabe recordar el gran logro de Herrera Garcia con Vida y Dolores de Juan Varela y en el cuento, al insuperable Carlos Salazar Herrera). Zúñlga Díaz con este tomo de cuentos está más cerca de Marco Retana y Fernando Durán Ayanegui que del sorpresivo Abel Pacheco. Los relatos que más nos llaman la atención de Dos minutos y Otros Cuentos son el que le da origen al título, La Casa Vacía. Los Dos Minutos. La Escoba. La Muerte de la Gallina. Que ganemos. no obstante que el libro en general discurre parejo en su concepción de cuento corto y con anécdota equilibradamente distribuida en final bien logrado. Un estilo diferente y nuevo de Zúñiga Diaz que nos muestra su versatilidad y dominio de la narrativa en sus variados matices, acordes a las corrientes contemporáneas, y que hacen a este libro, agradable, directo y que postblemente verá pronto su segunda edición.
Mario Picado Los dos minutos y otros cuentos PARIS (ALA) Hace poco en un aeropuerto de Paris se celebró una curiosa ceremonia. De un avión militar que acababa de aterrizar descendieron una caja de madera, que parecia el embalaje de una obra de arte, la colocaron sobre un pequeño vehículo de carga y la hicieron desfilar por delante de un destacamento de parada de la Guardia Republicana. Hubo una voz de mando y los soldados presentaron armas. Se trataba, nada menos, que tributar honores militares a un jefe de Estado.
Dentro de la caja estaba la momia de Ramsés II. La hablan enviado desde el Museo del Cairo, para que especialistas franceses del Museo del Hombre la examinen, la curen de hongos y deterioros del tiempo y la restauren.
En los 3, 200 anos que van corridos desde su muerte es el tercer desplazamiento del gran farón egipcio. Después de lo que debió ser la inmensa y sobrehumana ceremonia de su inhumación en la vasta tumba que se habia hecho edificar en el Valle de los Reyes en el Alto Egipto, había tenido que ser trasladado a otra tumba. Los saqueadores de hipogeos habían descubierto la borrada entrada del mausoleo y se habían llevado todos los tesoros acumulados para acompañar al gran rey en su resurrección futura. Hasta los sarcofagos de oro y esmalte que cubrían el cuerpo fueron sustraídos. Tan sólo quedó la urna antropomorfa de madera que lo recubria exteriormente y que era como su propia estatua, con un aspecto de hierática juventud, como el tocado de aparato, los alargados ojos abiertos y el látigo y el gancho simbólicos en las manos replegadas sobre el pecho.
En el nuevo recinto que le asignaron sus sucesores, y donde ya no había nada que robar, permaneció hasta 1881 cuando los arqueólogos encontraron la regia momia y la trasladaron al Museo del Cairo. En una caja de vidrio durante un corto siglo vió desfilar millares de turistas ávidos de contemplar aquella legendaria figura de la más remota antiglledad, aquella nariz ganchuda, aquella piel reseca, aquellas bandeletas ocres que apretaban el cuerpo magro.
Ahora lo han traido, en esta inesperada visita a Occidente, en un vuelo más rápido y elevado que el de los halcones del Nilo, para que extrañlos hombres de su más remota descendencia vuelvan a poner las manos reverentes sobre el cadáver que hace treinta y dos siglos tocaron como cosa sagrada los grandes sacerdotes de Luxor y los sabios embalsamadores que poseían todos los secretos.
Se necesitaba no sólo imaginación sino cierto sentido dramático de la historia para recibir aquello, que podía no pasar de una pieza de museo, con honores de jefe de Estado funcionario francés que lo dispuso debe poseer un sentido viviente de la cultura y de su continuidad. Ningún rey más rey que aquel que animó el cuerpo reseco de aquella momia ha existido nunca. Era una suprema encarnación de todo lo sobrehumano, delegado y contertulio de los dioses, dotado de potencias de milagro, dueño de la vida y de la muerte, a quien nunca nadie os6 mirar cara a cara o desde el mismo nivel. La treintena de siglos que va desde el carro de guerra hasta el avión y desde los obeliscos hasta los misiles espaciales los ha podido atravesar este despojo humano sin perder la magia del poder. Es, acaso, esa misteriosa condición indestructible que está en esa momia milenaria la que hace que los hombres la miren con respeto y que no pueda olvidarse ni un momento que, aun desde el fondo de la historia, sigue siendo un rey, un jefe de hombres, un nombre ungido por la más remota legitimidad.
La llegada de la momia coincidió con la rica exposición que en torno a su reinado y a su época se abrió en el Grand Palais. Aquellas inmensas estatuas de piedra, aquellos relieves llenos de fuerza, aquella figura que gobierna los disparados caballos del carro de guerra, no representan otra cosa que lo que fue en vida este despojo inerte y reseco metido en su caja de madera.
Han podido recibirlo con el cuidado de una valiosa picza de historia, pero alguien quiso señalar que era todavia, en alguna forma, la presencia de un gran rey. Después de treinta y dos siglos Ramsés II recibe honores de soberano.
Hay un abismo de diferencia en las formas y maneras de esta ceremonia de hoy con lo que debieron ser los homenajes públicos que se le tributaron en vida, pero el significado es.
en el fondo, el mismo. los hombres les ha fascinado siempre el misterio del poder y de la autoridad, que hace que uno de entre ellos, por una u otra razón, adquiera una autoridad acatada sobre todos los demás. algunos los ha fascinado como tema de estudio. Es mucho lo que se ha escrito sobre las sucesivas formas de legitimidad del poder y acaso nada podia personificar mejor la inmensa evolución que ha ocurrido que este extraño encuentro del despojo del faraón divinizado, que tenía su poder del dios solar, con la guardia de honor del Presidente de la República Francesa. Las formas y las doctrinas han cambiado pero el hecho fundamental e importante es el mismo.
En el fondo la presencia del poder en un hombres mágica y no puede borrarse. ALA)
El faraón y la guardia y republicana Por Arturo Uslar Pietri Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.