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8 LA REPUBLICA. Domingo de octubre de 1977 EDITORIAL Do Re Mi El diputado que, citando a un autor, define el derecho como un querer entrelazante. merece una condecoración.
Lo ritual y lo esencial como Enrique Benavides fue quien, con suave ironía, trajo a colación esta historia, tendrá el que pasar por estas horcas caudinas y condecorar al diputado entrelazante.
agrega otro mal: la pérdida de tiempo.
De todos modos, una condecoración es trelazante.
un premio en El sistema democrático es ritual y esencial. Lo ritual es lo externo, lo procedimental, es decir, las elecciones, la propaganda, aquello que es sólo un medio para lograr un fin. Lo esencial es la libertad, la consecución de la justicia, la dignidad del hombre.
Claro que lo de querer entrelazante es un eufemismo, pues, en buen romance tico, se diria que el derecho es apercollarse, hacerse una maleta, hacerse un ovillo, o un nudo, darse una apretada, atracarse, hacer masa, recibir un atraconazo y todas esas expresiones costarricenses que se refieren a la relación amorosa entre el hombre y la mujer.
En el sistema educativo costarricense, tanto en los colegios de segunda enseñanza como en las universidades, lo ritual se ha impuesto sobre lo educativo o sobre la esencia de la democracia. De aquí que las eleccio.
nes el eleccionismo consuman buena parte del tiempo de nuestros colegios y centros universitarios.
El politicismo, la charanga eleccionaria, el ideologismo de pacotilla, la ficción del debate, la propaganda, no sólo distraen la atención de los profe.
sores y de los estudiantes y los alejan de la razón de ser de un colegio o de un centro universitario, sino que signi.
fican un derroche de recursos intolerable no por el dinero que se gasta en estas actividades sino porque, al desnaturalizarse en esta forma un centro de estudios, la eficacia del sistema educativo sufre grave quebranto.
Que nos perdonen los lectores, pero después de leer la definición de derecho como un querer entrelazante. repetida con regusto por un diputado, estamos tentados de afirmar que el derecho es sólo manos.
El derecho es un pulpo.
De ahora en adelante, cuando pasemos por un parque y veamos a alguna pareja hecha un chicle, contemplemos en ella la imagen del derecho. como hacerse un chicle es la escena mejor representada en Costa Rica, esto nos explica por qué somos un país de derecho.
De aqui a equiparar los derechos humanos al querer en trelazante sólo hay un paso.
Las elecciones para designar al rector, a los decanos, a las principales autoridades universitarias, al consejo estudiantil, a los miembros de la Federación de Estudiantes son un signo de participación, exigencia de la democracia, mas cuando el interés académico o estudiantil se deja a un lado y, en su lugar, se impone el objetivo político o ideológico, esto es, cuando algún partido político extiende sus redes por el campus univer.
sitario y, peor aún, cuando comienza a correr el dinero proveniente de emba.
jadas o de otros países, con el ánimo de atar a los estudiantes y a los profesores a un sistema, una doctrina o a una ideología, todo se desnaturaliza. La universidad se convierte en un mero escenario de lucha de intereses foráneos y la democracia se vacia de sentido. Lo ritual, lo externo, lo accidental prevalecen sobre la esencia del que hacer acadé.
mico y de la propia libertad del hombre, Aunque sean estos vocablos pasados de moda, lo cierto es que el profesor está en la universidad o en el colegio para enseñar y el estudiante para aprender, no para resolver los problemas del país, no para lanzar manifiestos, no para brindar soluciones en escala mundial. La mejor forma de contribuir al bien común o de proyectarse en la comunidad, es el propio perfeccionamiento. Cuanto mejor se prepare un estudiante, con mayor eficacia podrá contribuir a resolver los problemas nacionales. El aprendizaje ha de ser, pues, la condición necesaria para cualquier ulterior labor social. Lo demás son engañitas.
Los derechos humanos serían la forma más elevada de hacerse una piña. no crean que criticamos al autor de esta definición nl al diputado que la repite. esas cimas de la cultura no nos atrevemos a acercamos con nuestras menguadas fuerzas. Nos es suficiente meditar largo y tendido como el derecho como un querer entrelazante. Cupido es el niño del amor y Venus, su diosa.
Naturalmente, este modo de pensar y de obrar no se adecúa a los designios de los extremistas, para quienes la pérdida de la autoridad, la vaciedad del sistema educativo y, en general, la eliminación de los valores propios de una sociedad constituye el caldo de cultivo para lograr sus propósitos.
Si esto es el derecho, convirtamos entonces la Facultad de Derecho en un salon de balle o, para adecuarnos más al estilo de vida de los ticos, a un bailongo.
Esta conversión entrelazante sólo tendria una dificultad: son más los estudiantes de derecho masculinos que las estudiantes femeninas, por lo cual el entrelazamiento seria un poco dificil.
De este modo, aunque algunos profesores y estudiantes no lo quieran se convierten en simples instrumentos de intereses espurios. Los medios suplantan a los fines.
Sin embargo, dada la novedad y originalidad de esta reforma universitaria, podria firmarse un pacto con la Facultad de Educación.
Ya es hora de que nuestra sociedad se plantee con claridad y energia el tema de la inversión de los recursos en la educación nacional en todos los niveles. El despilfarro es enorme y los frutos son escasos. la desnaturalización de las universidades y de los colegios, se mejor nos detenemos en este punto, porque si sacáramos todas las conclusiones posibles del derecho como un querer entrelazante.
ahorita se pondría vivo algún especialista de la Universidad Nacional, de los sexualdemócratas denunciados en estas semanas, y, al politizar esta definición del derecho, le quitaria todo su encanto poético para convertirla en una vulgar eliminación de inhibiciones personales para que el alumno o la alumna sea un ser desalienado y capaz en el acto sexual.
CIERTOS PROGRAMAS En la Universidad Nacional no hay facultad de derecho, aunque si de derecho Internacional. Elevemos nuestras preces al cielo para que a ningún chileno allendista nl ningún tieo zurdo se le ocurra aplicar en la meca del heredio comunismo la definición del derecho como un querer entrelazante.
Eu ESCO Pero, y ¿los estudiantes de matemáticas, los de ingeniería.
agronomia. quimica, economia, fisica, biologia y otros no tienen derecho, por ventura, a convertir su materia en una permanente apercolladita?
lalo o, quizá, el diputado de marras no se referia al derecho, sino a la politica nacional en la que el querer entrelazante o, mejor dicho, el amancebamiento, culminación del domesticamiento, es la actividad preferida.
SI TAN SOLO PUDIERA LLEGAR LA PERILLITA ¿No es, acaso, la política nacional, en ciertos sectores, una forma de caer parado, es decir, derecho, aunque los principios queden retorcidos? Esto es amor entrelazante.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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