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LA REPUBLICA. Sábado 23 de febrero de 1980 La Carpa impone un nuevo concepto de teatro Victor VALEMBOIS la hora de publicarse estas líneas, el Teatro Carpa está iniciando funciones en el centro de Guadalupe, después de exitosas estadas cortas en otros barrios periféricos como Desamparados, Lourdes y Moravia.
Ha llegado ya la hora de hacer un pequeñ o balance, una evaluación respecto de esta iniciativa nada común.
Para tal propósito me pareció oportuno comentar esta empresa valiosa a la luz de un ensayo del arquitecto Roberto Villalobos. Se trata de sus respuestas a un cuestionario que envió la Oficina de Información de la Casa Presidencial. El texto integro de estas observaciones se publicó en un libro al que, lamentablemente, no se dio suficiente publicidad ni difusión. Me refiero al volumen 3 del Ideario Costarricense 9 7 que tiene como tema monográfico El quehacer arEl teatro es aqui, entonces, vehi culo de conocimiento, a partir de un contexto determinado. En términos de Villalobos, el arte se ve como un objetivador de subjetividad en un conjunto social dado.
Es a partir de esta circunscripción de la esencia misma de lo que hace el Teatro Carpa que se desglosa también su función nueva en nuestro medio. Al respecto, el autor citado parte de una importante referencia al libro de Olivier REVAULT, Creación artística y Promesas de Libertad (Editorial Gili, Barcelona, 97 que afirma textualmente: Toda sociedad funciona y se mantiene por un terrorismo que presenta a sus instituciones, sus costumbres, sus valores, como únicos o superiores, necesarios, inmutables; que define la vida mediante reglas fuera de las cuales no hay más que caos y vacío.
La irreemplazable lección de la creación artística consiste en mostrar que en todo momento fue posible que surgiera, a pesar de las diversas presiones tendientes a mantener el orden establecido, algo inédito y sin embargo viable. mi modo de ver, ésta es precisamente también la tarea a la que se aboca el Teatro Carpa desde sus inicios, hasta ahora con su gira por el Area Metropolitana. En efecto, por su precio, por su público, por su tipo de ámbito escénico, por la función asignada a su labor, mucho menos por la combinación de estos cuatro factores que, irremediablemente, siempre van juntos, el Teatro Carpa de ningún modo pretende inscribirse en la linea de un teatro más.
Ni siquiera en cuanto a su lugar ha sido nunca propósito velado o abierto el de competir con los otros locales que se encuentran todos, sintomáticamente, en una franja de la urbe suma ente limitada, entre Cuesta de Moras bajando por la Avenida Central, apenas unas cuadras, hasta la altura de nuestro máximo coliseo. el Teatro Nacional.
Todo lo cual tiene su expresión y su aplicación concreta en el repertorio. Para citar nuevamente a Villalobos: El objeto de arte deja de ser adorno para un sector social capaz de dedicar algunos excedentes a su adquisición.
La gente acude, en masas, a ver la campesina Carmen Granados, porque se siente identificada; va a presenciar Las fisgonas. porque sabe y comprueba, de hecho, que estas viejas metetes también las conocen en su propio barrio. El nuevo público va incluso a ver Juana y Pedro, la difícil obra latinoamericana en la que, a través de los cuerpos y las voces de Alfredo Catania y Eugenia Chaverri se nos habla de formas de alienación que aqui también se perciben. Por último, el barrio asiste con nutrida delegación a su Dia de la Comunidad. en la que vecinos y amigos dan a conocer, simple ente, sin complejo, su arte y, a traves de él, su visión artística del mundo.
Claro que, pensando siempre en la línea de Villalobos, la opción que implica este repertorio puede chocar con la visión cultural dominante entre nosotros en las últimas décadas, que es por lo demás el concepto del teatro que se ha oficializado, especialmente desde la renuncia de Carmen Naranjo. Pero es que justamente, dentro del espi ritu de Revault, la actividad del Teatro Carpa no se amolda a las normas que llegaron a convertirse en ley, respecto de lo culto y el buen gusto o simplemente lo que eso no es leatro. La definición de este concepto, en este caso, parte de misma base receptora y solo en la medida en que alcanza a enraizarse en el medio puede aspirar a las categorias de lo latinoamericano o lo universal. Pero se acabó el recetario importado de las grandes metrópolis occidentales, impuesto con énfasis en la valoración formal y en el convencimiento de que las obras que triunfaron en Paris, Londres o Nueva Yor conviene por definición, traerlas aqui para culturizar a los nuestros.
tistico.
En definitiva, la presencia entre nosotros del fenómeno Teatro Carpa, paréceme que, conscientemente o inconscientemente, apunta hacia la concresión de una filosofia del arte distinta de la acostumbrada en nuestro medio. Prevalece otra idea del arte, de su esencia y su función. En efecto, sin excluir ni mucho menos la diversión, toda la actividad de la carpa tiende a realizar este inusitado encuentro del hombre con el hombre al llalobos. De modo que, en este caso, se va más allá del problema de la belleza. a cuyo ámbito se ha reducido demasiado la expresión y valoración culturales en nuestro medio, especialmente teatral, a partir de los años cincuenta.
que se refiere ¿Cañones o mantequilla. Can ones o mantequilla. Con esta problemas y a las expectativas que se nos simple frase, tipificó el conocido presentan En esto, todos debemos economista estadounidense, Paul colaborar, y todos debemos aceptar que Samuelson, el ejemplo de lo que se conoce quién más tiene, más debe pagar por el como la curva de transformación. que es bienestar de los otros. Lo que si no podemos la curva que muestra las posibilidades aceptar, es que se den soluciones en función máximas de producción de bienes y serde un estéril pugilato de clases, muchas vicios de una comunidad en un momento veces haciendo uso de recursos que dado.
resultan demagógicos.
Los recursos son limitados, hoy más que EUGENIO PIGNATARO El simple aumento de salarios no debe nunca. Lo que ayer fue abundancia para de venir asi porque si, y el politico tiene pocos, hoy es escasez para muchos. hecho de que mañana puede ser más, sabilidad, todas atizadas por la presión que la responsabilidad de hacer comprender El gran dilema de todo gobierno es resulta, a todas luces, poco motivador. ejerce sobre nuestros bolsillos el costo de esta sentencia. Es necesario trabajar más.
cómo asignar mejor los recursos Esto, que incide en muchas formas en la vida en todos y cada uno de nosotros sin rendir más, estimular al máximo a quien disponibles, de modo que sean las mayorí as nuestro estilo de vida, nos reubica excepción, puede convertirse en un produce y erea riqueza y empleo.
las más beneficiadas.
violentamente en nuestros patrones de espejismo, ya que de no poder ser abSe necesita la alianza de industriales y El golpe brutal que han asestado los consumo y nos obliga a variar nuestras sorvidos esos aumentos, a base de una agricultores, de patronos y obreros, de emiratos árabes en nuestras pequeñas propias curvas de transformación y a mayor productividad, pueden llevar al tirios troyanos.
economí as, carcome cada vez con mayor disciplinarnos un poco más en cuanto a país por la senda de una espiral in Sólo saldremos avante si utilizamos fuerza nuestro sistema. El hecho de que cómo gastar el dinero que recibimos. flacionaria, tan grave como las que tiene el como común denominador el ser hoy en día el 25 de nuestras ex Las solicitudes de aumentos de salarios, cono sur de nuestro Continente.
costarricenses. Es cierto que Costa Rica portaciones se destinen a pagar el petróleo unas elevadas como justas pretensiones, Debemos educar y aplicar por igual el puede, pero puede, sólo si todos queremos que en distintas formas consumimos, y el otras orientadas con gran irrespon sentido común para hallar soluciones a los que pueda.
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LAS DOS TERESAS Lucila Palacios La otra Teresa llamó la atención por sus ideas revolucionarias. Aunque recubiertas por una suave cobertura lirica, aunque con aparente volubilidad, las páginas de su máxima obra Ifigenia. son de un contenido humano y de gran profundidad. En ese libro ella sugiere la ruptura de los moldes de la educación tradicional venezolana. Además, era poseedora de un espi ritu critico, de un fino humorismo que resta agresividad al tema, que no despierta tumulto ni pasiones, sino que se desliza sutilmente en la imaginación de los lectores, y les arranca una sonrisa mientras los obliga a pensar.
En su segunda y última novela, Memorias de Mama Blanca, aunque varió de temática contribuyó a divulgar las costumbres y la vida del medio rural de su pais.
Las dos Teresa, que en un momento determinado de su trayectoria artistica fueron incomprendidas y hasta juzgadas, han merecido después el justo reconocimiento de sus conciudadanos. Ambas forman parte de la familia venezolana, son el orgullo de su patria.
Teresa Carreño, quien en el Carnegie Hall de New York, en placa de mármol figura junto a Franz Liszt e Ignacio Jan Paderewsky como una de las más grandes pianistas del mundo, tiene ya su sitio en el Panteón Nacional de Caracas.
Teresa de la Parra, con motivo del medio siglo de su inclusión en las letras nacionales y universales ha sido objeto de innumerables homenajes: Congresos, conferencias, seminarios, libros se han dedicado a su memoria en época reciente.
Para crear una mayor similitud entre las dos Teresa, el destino quiso que ambas murieran en el exterior en visperas de un nuevo y anhelado encuentro con la patria.
Mas sus huesos se han confundido con la tierra de esa Venezuela a la que dieron gloria y que tanto amaron, de la Parra.
En Venezuela hay dos figuras femeninas que tuvieron en el pasado un gran relive, una gran resonancia en la vida nacional e internacional: Teresa Carreñ o y Teresa Por una extraña coincidencia estas excepcionales mujeres que llamaron la atención del mundo, la una con su música, la otra con su pluma, llevaban el mismo si es verdad que amaban a Venezuela y durante su trayectoria vital mantuvieron vivo el interés por su tierra nativa, también es cierto que Europa fue teatro de sus triunfos y que ambas, aunque en distintas épocas, bebieron su cultura en la fuente europea.
Teresa Carreño, al parecer, llevaba en si misma todo el fuego del trópico. Sus interpretaciones musicales, en el nombre.
piano, tenían un sello especial. Llamaban la atención por eso mismo, porque la pianista era de un temperamento rebelde, y como intérprete hacia evocar en sus oyentes la tierra de los volcanes y de los ciclones. En sus giras triunfales por el mundo, ya en Berlin como en Weisbaden y en otras grandes capitales, ella recogió los mismos comentarios de labios de sus críticos. Cuando visitó la América del Norte causó idéntica impresión.
Se le consideraba como elemento artístico tórrido.
forjando bajo la luz tropical. Teresa Carreñ o logró su propia técnica, una técnica que se basaba en la firmeza de pulso y la agilidad de los dedos. Además transmitía a la música propia y ajena a los grandes maestrosaquella fogosa armonía que formaba parte de su personalidad Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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