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Pekin AFP.- Enfrentados económicamente por los desequilibrios comerciales, el valor del yuan o las violaciones a la propiedad intelectual, Estados Unidos y China podrían abrir ahora una nueva era de cooperación, amparados en sus roles de "locomotoras" de la economía mundial.
El nuevo Secretario estadounidense del Tesoro, Henry Paulson, efectuó la semana pasada su primera visita oficial a China, donde fue acogido con todos los honores y como un “viejo amigo” por los responsables del país.
Paulson, sucesor de John Snow, un hombre crítico con el aún cerrado mercado chino y su yuan artificialmente bajo, es un excelente conocedor de China, adonde viajó más de 70 veces cuando era presidente del banco de negocios Goldman Sachs.
Resultado. El conocimiento de un país tan complejo puede dar resultados: en la visita oficial de Paulson, Pekín y Washington anunciaron la creación de un “diálogo estratégico” para renovar sus vínculos económicos.
Dos veces por año, China y Estados Unidos organizarán encuentros bilaterales de alto nivel, centrados en sus relaciones económicas y financieras. Ese nuevo foro, que se reunirá alternativamente en Washington y Pekín, lo hará por primera vez a fines de 2006 en la capital china.
Los propios presidentes estadounidense, George W. Bush, y chino, Hu Jintao, han patrocinado el foro.
“El presidente Hu y yo mismo convinimos en la importancia de mantener intensas relaciones económicas bilaterales, en beneficio” de ambos países, aseguró Bush en un comunicado.
Estados Unidos es la primera potencia económica mundial y China (1.300 millones de habitantes) es la cuarta por el volumen de su Producto Interno Bruto, por delante de Francia o Gran Bretaña, recientemente desbancados por la emergente nación asiática.
Durante su visita a China, Paulson se mostró partidario de mejorar de forma duradera la relación sino-estadounidense, evitando “soluciones a corto plazo” y presiones demasiado intensas sobre Pekín.
En efecto, las relaciones comerciales y económicas están marcadas por la controversia. Estados Unidos arrojó un enorme déficit comercial en 2005 ante China ($200.000 millones), que atribuye a un yuan mantenido artificialmente bajo por las autoridades chinas.Además EE.UU. lanza acusaciones sobre violación de la propiedad intelectual por parte de China.
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