El café nacional de alta calidad genera al productor ingresos hasta de $50 más por quintal (46 kilos) en relación con el precio en el mercado convencional.
El monto corresponde a entre $25 y $40 adicionales que logra el café fino respecto a las cotizaciones de referencia en la Bolsa de Comercio de Nueva York, y los entre $6 y $10 por quintal que los exportadores dan como premio.
Estos ingresos son adicionales a la buena situación que viven los productores, quienes obtienen adelantos de pago hasta de ¢55.000 por fanega en fruta (igual a un quintal de café beneficiado), en el Valle Central Occidental, porque las firmas extranjeras compiten por comprar la cosecha.
Representantes de exportadores y beneficiadores afirmaron que la estrategia de vender en segmentos de mercado de alta calidad evitó la quiebra a cientos de productores durante la crisis de precios bajos, entre el 2002 y el 2004.
Aún así, la baja que llevó los precios hasta a $44,70 por quintal en la Bolsa de Nueva York en enero del 2002 provocó que el área cafetera cayera de 113.386 hectáreas en el 2001 a 97.614 hectáreas en el 2005.
Los precios se mantienen en niveles aceptables en la Bolsa neoyorquina. El quintal para entrega en marzo cerró ayer a $116,95.
Ruta correcta. Steve Aronson, presidente de la firma Café Britt, dijo que la venta del grano bajo la consigna de representar a miles de pobres y pequeños productores ya es una cosa del siglo pasado.
Ahora, añadió, los comercializadores y consumidores exigen "trazabilidad" o la posibilidad de saber toda la historia del producto, a partir de la finca en que se cosechó. Esto permite tener control sobre la calidad y sanidad.
Hace 10 años, detalló Aronson, no eran necesarios los departamentos de mercadeo, promoción y comercialización en las firmas cafetaleras. Hoy son parte del corazón del negocio.
Ronald Peters, reconocido empresario cafetalero, quien ayer fue nombrado director ejecutivo del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé), dijo que a los programas para reforzar la calidad y promoción hay que añadir uno para renovar los cafetales en el país.