Jerusalén. EFE y AFP. El primer ministro israelí, Ehud Olmert, pidió la dimisión del presidente, Moshé Katzav, ante la intención del fiscal general, Menahem Mazuz, de llevarlo a juicio por delitos sexuales.
"En estas circunstancias, no me cabe la menor duda de que el Presidente no puede continuar en su puesto y de que debe abandonar la residencia presidencial", dijo Olmert al iniciar una comparecencia pública en la Conferencia de Herzliya, localidad próxima a Tel Aviv.
“Este es un día triste para el Estado de Israel”, dijo el Primer Ministro en un discurso iniciado solo minutos después de que, en Jerusalén, concluyera una comparecencia ante la prensa de Katzav, la primera desde que formalmente le comunicaron su procesamiento.
Las declaraciones del Primer Ministro se suman a las de un gran número de diputados que exigen la dimisión inmediata del Presidente, quien dijo públicamente que la ley no le exige dimitir y por tanto ha pedido una exención de tres meses hasta aclarar las denuncias.
Temporal. Tras conocer la petición de Olmert, el presidente Katzav dijo que se “retira temporalmente de su puesto” y aseguró que es víctima de una “caza de brujas dirigida por la prensa”, a la que culpó de lanzar acusaciones venenosas e infundadas. “No bajaré la cabeza y defenderé mi honor”, agregó.
Katzav es sospechoso de haber violado a una exempleada cuando era ministro de Turismo entre 1998 y 1999, y acoso sexual contra otras trabajadoras de la presidencia.
Según un comunicado del fiscal Mazuz, el presidente israelí debe ser inculpado de violación, acoso sexual, obstrucción de la justicia y amenazas contra testigos.
Katsav, casado y padre de cinco hijos, podría purgar hasta 16 años de prisión si es encontrado culpable de violación y, en calidad de jefe de Estado, tiene inmunidad mientras esté en el cargo.