Salt Lake City y Cleveland. AP. De vuelta en casa, el Jazz de Utah encontró algunas cualidades que había perdido en los primeros dos duelos de la final de la Conferencia del Oeste: confianza, solidez defensiva y canastas por parte de otros jugadores, además de Carlos Boozer y Deron Williams.
Williams y Boozer volvieron a encabezar la ofensiva, pero fueron las contribuciones de sus compañeros lo que permitió que Utah apaleara a San Antonio por 109-83 ayer, para que se redujera a 2-1 la ventaja de los Spurs en la serie.
Williams anotó 31 puntos y repartió ocho asistencias, mientras que Boozer totalizó 27 unidades y 12 rebotes, para que el Jazz mantuviera una foja perfecta (7-0) como local en esta postemporada.
El Jazz ha ganado sus tres partidos contra los Spurs en Salt Lake City esta campaña.
Tim Duncan acumuló faltas desde el comienzo del partido y nunca se recuperó.
No fue expulsado, pero jugó con cautela y totalizó 16 puntos y ocho rebotes. Perdió ocho balones y dejó en 11 su racha de partidos con 20 puntos y 10 rebotes.
El triunfo de Utah significa que no habrá barrida y que la serie podría tornarse reñida, después de dos palizas en San Antonio.
Por su parte, en el Este, los Cavaliers de Cleveland regresan a casa, donde LeBron James hace que lo imposible parezca algo de rutina.
Esperanza. Luego de dos descorazonadoras derrotas en Detroit, James y compañía esperan repetir su actuación del 2006 cuando se enfrenten a los Pistons en el tercer juego (6:30 p. m., hora tica).
En las semifinales de la campaña pasada, los Cavaliers estaban debajo 2-0 antes de ganar tres seguidos en casa y colocar a los Pistons al borde de la eliminación.
"Ya hemos estado en esta situación. Es lo mejor que nos pudo pasar. Sabemos qué hacer y cómo capturar el tercer juego", dijo James.
Luego de terminar con foja de 30-11 en casa durante la campaña regular y 4-1 en los playoff , los Cavaliers se sienten optimistas.