Abrir Noticia Guardar

Somos tan profesionales como cualquiera

El respeto hacia un educador empieza con el ejemplo de los padres en la casa

Me pregunto cuántas veces una mamá se pasa media hora hablando de su hijo con el doctor para explicarle cómo debe curarlo, o con el dentista para señalarle cómo calzarle una muela? Sin embargo, sí pasan una hora diciéndole a un educador cómo enseñarle a su hijo. ¿Pensarán las mamás acaso que los profesores no somos profesionales y no fuimos a la universidad?
Me hago estas preguntas porque me ha pasado muchísimo que las mamás vienen a explicarme cómo debería dar mi clase, sin tomar en cuenta que yo soy tan profesional como cualquier otro que haya pasado por la universidad. ¿Por qué creerán las mamás que ellas pueden enseñar? ¿De dónde sale esta idea de que nosotros los educadores necesitamos que nos digan qué hacer?
Creo honestamente que es una falta de respeto llegar a donde un profesional a decirle cómo debe hacer su labor. Mientras los papás nos vean como a alguien a quien tienen el derecho de decirle cómo hacer su trabajo, los alumnos no aprenderán a respetarnos como merecemos.
El respeto hacia un educador empieza con el ejemplo de los padres en la casa. Por favor, padres y madres de familia, sean eso: padres y madres, y déjennos a nosotros los educadores hacer nuestra labor.
El hecho de que paguen por la educación de sus hijos no significa que deban decirle al profesional en educación cómo hacer su trabajo. Si escogen una institución educativa para poner a sus hijos es porque esta tiene los requisitos que están buscando. Entonces, confíen en que nosotros, los educadores, sabemos muy bien lo que estamos haciendo. Y nosotros, los educadores, no permitamos que nos falten al respeto; tenemos una profesión muy digna y muy difícil; démonos el lugar que merecemos y, tal vez así, los padres de familia empiecen a valorar nuestra gran labor.

  • POR Annette Loynaz
  • Opinión
Notas

Este documento no posee notas.