Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Desde los años 70, ha existido gran preocupación por la aparición de enfermedades emergentes y reemergentes que han impactado severamente la salud de los seres humanos. El aumento en los casos de dengue, fiebre amarilla, tuberculosis, malaria y la aparición de nuevas virosis como el HIV, el Hendra, el SARS, la gripe aviar y otros, se ha debido principalmente a los cambios en la bioesfera y la globalización producidos por la intervención del ser humano.
Los avances en la ciencia y la tecnología han tenido un impacto muy favorable para la mayoría de los seres humanos, pero también ha favorecido la aparición de nuevas cepas más virulentas y resistentes a los antimicrobianos y los insecticidas, por el uso desmedido de ellos, y han contribuido de forma importante a la contaminación del ambiente.
El aumento en la población, en el transporte internacional, las migraciones humanas y el desarrollo económico desmedido y desigual han producido grupos de personas más susceptibles a las enfermedades y han creado las condiciones ideales para que estas se transmitan más fácilmente.
La deforestación, los asentamientos humanos en nuevas áreas de los bosques tropicales, la urbanización y la desaparición de los nichos ecológicos hacen que animales y humanos entren en un contacto más estrecho, exponiéndose al intercambio viral entre especies y a los vectores y sus virus.
Zoonosis. Los animales salvajes son una parte integral de la compleja interrelación entre humanos, animales y la salud del ambiente.
Se ha estimado que el 73% de las enfermedades emergentes son zoonosis, es decir que provienen de virus de animales silvestres que pueden transmitirse al ser humano y sus animales y producir enfermedad.
Ya que los cambios sociales, económicos y ecológicos que inciden en la emergencia de nuevas enfermedades siguen en aumento, y estas en su mayoría provienen de microorganismos propios de animales silvestres, se ha hecho imperativa la vigilancia epidemiológica de la vida silvestre para prevenir problemas de salud pública en los humanos.
Desde hace pocos años, el concepto de salud integral incluye la salud de la vida silvestre, con lo que se demuestra una vez más lo interrelacionados e interdependientes que somos los seres vivos con nuestro entorno. Esta nueva visión es bienvenida, aunque parta del punto de vista antropocéntrico y no de una verdadera conciencia planetaria.
Este documento no posee notas.