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El Tribunal Penal de Limón decidió este viernes extender por cuatro semanas más el juicio por el homicidio del ambientalista Jairo Mora, en virtud de la gran cantidad de prueba que está pendiente de incorporarse.
El debate estaba señalado hasta ayer; sin embargo, los jueces Luis Rodríguez, Yolanda Alvarado y Hernán Salazar comunicaron que la ampliación será del 8 de diciembre al 16 de enero. A ese lapso se le resta el cierre colectivo que el Poder Judicial hará, por dos semanas, del 20 de diciembre al 4 de enero.
El Tribunal notificó el nuevo señalamiento a las partes durante una sesión privada en la que los familiares de la víctima debieron abandonar la sala de debates.
La decisión generó preocupación en el querellante que representa a la víctima, Rodrigo Araya, quien sostuvo que ya tiene otros juicios en agenda para esas fechas. Igualmente, será necesario reemplazar a cuatro defensores públicos en sus labores de oficina.
Prueba. La decisión del Tribunal se tomó un día después de que se percataran de que la prueba de las intervenciones telefónicas había quedado olvidada en una caja fuerte del Juzgado Penal de Limón.
Se trata de tres discos compactos que debieron ser enviados por el juez de la etapa intermedia al Tribunal de Juicio, como parte de todo el paquete de pruebas embaladas.
El miércoles durante el juicio, cuando los jueces quisieron incorporar esa última evidencia, esta no apareció. Ayer en la mañana, los discos fueron entregados al Tribunal.
La Fiscalía sostuvo que la prueba de las llamadas nunca estuvo bajo su custodia, sino que pasó por las manos del juez penal que se encargó de las escuchas, el cual transcribe conversaciones, y, posteriormente, se remite la cadena de custodia al Tribunal Penal para la realización del juicio.
La falta de esa prueba causó zozobra en la parte querellante, pues es fundamental. Al parecer, los funcionarios no sabían dónde buscarla, ya que ni el juez que realizó las escuchas telefónicas, de apellido Calvo, ni el entonces coordinador del despacho, apellidado Ramírez, laboran en los Tribunales de Limón.
Por esa razón, el nuevo juez coordinador Reynaldo Araya desconocía de qué prueba se trataba, pero finalmente apareció en la caja fuerte. La búsqueda implicó que las audiencias se suspendieran por unas 24 horas.
El defensor público John Quesada aseguró que él se enteró de la desaparición temporal de la prueba por medio de la prensa.
"Por ahora, no le podría decir qué (opinión) me merece todo esto, hasta tanto no lo tenga en la mano para analizar si hubo algún tipo de manipulación indebida, si hubo o no cadena de custodia. Finalmente, estas son situaciones que suelen suceder en un proceso; sin embargo, no es la normalidad ni lo esperable", afirmó.
Por su parte, Rodrigo Araya, expresó: “Todo fue un pequeño susto. La prueba ya apareció. Nunca estuvo perdida, siempre estuvo en el Juzgado Penal. Esto no es común, por supuesto que no lo es. No debería suceder”.
Hechos. Jairo Mora fue asesinado el 31 de mayo del 2013 cuando recorría la playa de Moín con voluntarias para proteger huevos de tortuga.
Varios sujetos los abordaron; a las mujeres las llevaron a otro sitio y las agredieron sexualmente, y a él, según la acusación de la Fiscalía, lo golpearon, lo amarraron y luego lo arrastraron con un vehículo por la arena, hecho que le habría provocado la muerte por asfixia.
Los siete acusados son de apellidos Delgado Loaiza, Quesada Cubillo, Centeno Rivas, Cash López, Arauz Martínez y Salmon Meléndez (dos hermanos).
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