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No. 395 1983 APRENDAMOS con Prof. José Rodolfo Arce.
Diseño y montaje Ronald Soto Brenes CRODERA. Lunes a settembre DIBUJO EJERCITACION DE LA MANO más cantidad 500 una que los dos. Si el dibujo tiene por tema algo de mayor volumen rostro de una persona, por ejemplo. el cuerpo recuperará la posición normal, o sea, plenamente vertical y otorgaremos al tablero inclinación superior al caso primero, colocando debajo de éste cuatro o cinco libros. Supongamos, finalmente, que se trata de dibujar un paisaje campestre o bien una gran perspectiva urbana; entonces el tablero deberá quedar en posición vertical, nos pondremos de pie y a PEPSI Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventu Ejercitar o educar nuestra mano constituye el punto de partida, la base para llegar a dibujar bien. El lector comprenderá fácilmente que adquirir práctica y facilidad para reproducir, por ejemplo, una figura humana, un árbol o un objeto, exige, aparte de vocación, un serio entrenamiento.
Sin éste, sin una práctica tenaz e inteligente, no es posible llegar a dibujar con soltura y con fidelidad un objeto o una persona.
La primera condición por tener en cuenta es la postura física que el dibujante debe adoptar frente a la mesa o el tablero. Supongamos que se debe ejecutar un trabajo de escasas dimensiones una flor, un jarro, por ejemplo. entonces nos aproximaremos al tablero y la inclinación de éste será escasa, bastando colocar debajo del mismo un libro solamente en la parte contraria de la que nos hallamos sentatamaños corrientes con su sabor y calidad cierta distancia del dibujo, con el brazo completamente extendido.
Sea mesa, tablero o caballete, el medio que utilicemos para dibujar, tendremos presente que antes de abocetar conviene prever la dirección de la luz sobre la zona de trabajo. tal respecto hay que establecer un principio: los rayos de luz, sean naturales o artificiales, han de llegarnos siempre desde nuestra izquierda. Lo que significa que para amoldarnos a semejante conveniencia, situaremos el tablero o caballete en la forma más adecuada.
Ahora vamos a abordar la cuestión del trazado. Es un hecho curioso que cuando un inexperto en dibujo debe trazar líneas verticales, horizontales o inclinadas, realiza cada línea por partes y a pequeños rasgos y no de un solo trazo.
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