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8 LA REPUBLICA. Viernes 12 de abril de 1985 PENTAGRAMA EDITORIAL Los que pecan por la paga Querida Deuda Política. permite que te escriba esta carta de amor, al estilo gadeano. en cuya extensión quiero que descubras una sinfonía en tentativa.
No resisto tu cercanía, sin acariciarte.
Con la misma vocación estética que Arturo Rubinstein usa para acariciar el piano, déjame que recorra, con las yemas de mis dedos, tu erótica geografia.
Te confieso que los celos muerden mis entrañas, cuando veo tan descarado coqueteo de palurdos alrededor de tu figura celestial.
22 cl de No soporto la idea de que solamente te posean Oscar Arias y Rafael Angel Calderón.
y Ellos representan envejecidas y peligrosas corrientes político electorales en el país, y pueden haberte engañado, con su donjuanismo sinuoso y tropicalizado.
na SC co ad zo fl SZ la С n to Amo la existencia de tu breve vestido de amplio escote, modelado en el purpúreo color de los billetes de a mil.
Aunque en realidad ya no sorprende, hemos de confesar que si alarma la comprobación, una vez más, de la indefensión total en que se encuentran los habitantes de este país frente al hampa, organizada en mafias o no.
Surge la alarma no de la ausencia de autoridades y de funcionarios, de cuyo pequeño número siempre se echa mano con el afán de justificar la ausencia de vigilancia efectiva, sino, por el contrario, de la complicidad en que cada vez con más frecuencia caen quienes deben ser garantes de la seguridad de los ciudadanos.
El hecho de que a los deropuertos internacionales arriben naves sin dejar huella en los libros de registro, y sus pasajeros penetren al país sin que de eso quede rastro alguno en las oficinas de migración, es intolerable en momentos en que el mundo es sacudido por una oleada de narcotraficantes que se enriquecen hasta fuera de lo concebible envileciendo y degradando a la juventud.
Lo ocurrido debe ser investigado hasta en sus mínimos detalles, evitando que factores de interés, sociales o económicos, dejen perdidos rastros que permitan a hechos delictivos pasar como normales y corrientes, porque en el caso de la detención en nuestro suelo de un grupo de mafiosos narcotraficantes se está en presencia de uno de los más monstruosos y repugnantes delitos, cuyas consecuencias se padecerán muy pronto, cuando las generaciones que hoy son adolescentes lleguen al momento de relevar en todas las responsabilidades humanas a quienes hoy son mayores.
La desaforada actividad económica y comercial que los mafiosos desarrollaron en el relativamente corto lapso que estuvieron en Costa Rica, requirió fatalmente de una serie de contactos algo más que ocasionales, que deben investigarse porque la ganancia económica, rápida y cuantiosa, no es razón para cerrar los ojos ante actividades que no por cuantiosas deben deslumbrarnos.
Está surgiendo la tesis, inexplicablemente auspiciada por el Ministerio Público, de que cuanto hicieron en Costa Rica los mafiosos fue correcto y estrictamente apegado al ordenamiento jurídico. Esa postura es peligrosa, fundamentalmente por estar referida a una actividad clandestina que involucra a cientos o millares de drogadictos a tiempo que maneja sumas de dinero que corresponden a cifras astronómicas. No queremos decir, desde luego, que todos aquellos que de alguna manera entraron en contacto con la banda de narcotraficantes sean culpables por acción o por omisión. Nada de eso; nos limitamos a señalar la verdad de que es peligroso tender a exonerar las conductas de quienes tuvieron esos contactos, haciéndolo de buenas a primeras, sin una encuesta profunda, porque resulta saludable inducir a la colectividad a abrir los ojos frente a quienes vienen al país cargados de dinero, de joyas y con amantes preciosas.
Parece, dentro del hermetismo inexplicable de las autoridades, que al país llegó del extranjero un avión que no fue debidamente registrado, cosa inaceptable dentro de las regulaciones de la aviación; que sus pasajeros no se inscribieron en migración, ni pasaron por la aduana; que aquí tuvieron contacto frecuente, no ocasional, con determinadas personas, y nos precipitamos a decir que todo ello fue correcto, normal y legitimo. Puede ser así, y quiera Dios que así lo sea, pero notamos con preocupación que está surgiendo una ligereza, un afán de exoneración que en el caso es inadmisible.
a Me escalofria el perfume monetario que usas para las reuniones vespertinas, cuyo aroma deja convertidos en miasmas, los efluvios de Givenchi y Chanel. р no e a Quiero cantarte, en un recorrido napolitano del Do al Si Bemol Mayor, mi desesperada necesidad de ti. C 7 Ya que pareces sentir debilidad por los partidos políticos, y abusan de tu inocencia la Unidad Social Cristiana y Liberación Nacional, he fundado un nuevo partido, original y revolucionario, para merecerte.
y 7 Lo he bautizado Partido Sexual Demócrata y quiero que lo favorezcas, dejándome pellizcar tu cuerpo sensual y millonario. Ideológicamente no puedo definirte mi pasión, ni mi partido, pero no me negarás que el nombre suena mucho más bonito y atractivo que el del Partido Ecológico y los otros. Nos podemos ver mañana en la noche?
PARECE QUE HA LLEGADO EL FIN PARA LOS VIDRIOS OSCUROS DE LOS VEHÍCULOS La República JOVEN, SEÑOR SENORA SEÑORITA SU LICENCA POR FAVOR NO HAY NADIE, INSPECTOR Publicado por Editorial La Razón, Director Vicepresidente: Lic. Joaquín Vargas Gené Vicepresidente Ejecutivo: Eugenio Pignataro Pacheco Subdirector: Yehudi Monestel Gerente Administrativo: Luis Guillermo Holst Quirós 1274 Jefe de Redacción: Luis Cartín Sánchez Gerente de Ventas: Franklin Bernal Candanedo Jefe de Circulación: Nogui Schmidt Navarro Central telefónica: Publicidad: 22 92 15 23 02 66 22 28 14 Cobro de 23 00 76 23 06 44 Publicidad: 21 04 29 23 04 37 23 06 96 Apartado: 2130 Telex: 2538 23 05 60 Circulación: 23 88 85 23 00 22 lalar IMPRESO POR TREJOS HNOS. SUCS.
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