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MUJERES cultura QUINCENA DE SETEMBRE DE 1995. PAG. 15 CUENTO UN ARBOL DENTRO DE MI CASA mento del transplante. Rodeado de cariño, pero con algún pesar, fue ayudado a desprenderse de aquel suelo natal, para instalarse en otro terreno más cálido pero desconocido.
Susana Lalli Mujeres uando la profesora dijo. Ven ese árbol ahí afuera. bueno, imagínenselo dentro de la casa y escriban sobre eso. Una voz dentro de mí me advirtió: viste, tonta, qué vas a escribir si no tenés ni un ápice de imaginación. al mismo tiempo, otra vocecita mucho más débil me consoló: dale Susy, tené confianza, algo saldrá. De ahí en adelante, mi cabeza ha sido un barullo completo; consulté con una compañera: es que ¿el árbol camina hacia la casa o brota adentro? Ella contestó: Como vos querás, no hay reglas; lo que te salga.
Muchas cosas pasaron y el árbol continuo ahí, dentro de la casa, bajo soles ardientes, mojado por mil lluvias, abonado por la mano amiga y amada, cuidado y cuidando su espacio, celosamente, para que ningún otro lo ocupara. Fueron sus años de madurez, de realizaciones propias y ajenas, erecto y firme, sin olvidar sus orígenes y adolescencia. Un día, sin esperarlo, la mano amiga y amada que lo abonaba ya no estuvo ahí para acariciar sus hojas y alimentarlo con sus palabras sabias y el árbol, sumido en la soledad y el dolor, perdió una de sus ramas más robustas, puntual de su amor y su sexualidad. S Así las cosas y llegado el momento de la acción, he preferido no identificar el árbol, sino imaginármelo como una especie anónima, pero con ciertas características: ni muy grande, ni muy chico, ni muy joven ni muy viejo; todavía frondoso, aunque con algunas ramas un poco marchitas. No florece ya, pero lo hizo en algún momento y dio frutos. Es espacio diferente, mucho más interesante para su crecimiento, pero que de todas maneras compañeros y amigos en esa época dorada y floreció una vez tempranamente, y dio un fruto muy especial que cuidó con esmero hasta que se desprendió de él. pesar de la tristeza, luchó por reponerse y comprendió que su lugar dentro de la casa continuaba siendo muy importante y, en esas andaba, cuando sintió que una peste casi mortal, había atacado su organismo. Con el apoyo de todos los que en él se habían recostado y que lo conocías de años, luchó y luchó contra el mal que lo aquejaba; perdió su follaje y su corteza pero mantuvo firme su voluntad de resistir, y poco a poco fue recobrándose del siempre difícil y nunca superado miedo a la muerte, más rico en experiencias, más solidario, más agradecido y mucho más comprensia ib Vantores que tu zinne isto futuro Carmen Marango 2117127 VO.
El árbol permanece, ahí, dentro de la casa.
FOTO GUEVARA a Sin haberlo imaginado, de pronto llegó un invierno cruel y perdió algo de su lozanía, pero no su fortaleza. Sabía que a pesar de los embates de los vientos, sus raíces estaban bien plantadas en la tierra, para resistir. en otro invierno se produjo el moCostó un poco su adaptación al nuevo ambiente: sus ramas no crecían lo suficiente, se sentía sin sus compañeros de clase, pero poco a poco, a con abono y riego, nuevamente floreció y y dio otro fruto, que nutrió con su savia y dejó en libertad, semimaduro.
Susana Lalli.
Participante en el Taller literario Carmen Naranjo.
Argentina de nacimiento con 25 años de vivir en Costa Rica. No ha publicado obras, pero le gustaría hacerlo.
SI Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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