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José Eduardo Faith renunció a la dirección del Museo Nacional y calificó como caótica la situación de la entidad, que trabaja con recursos insuficientes, lo que impide impulsar nuevas políticas.
Según José Eduardo Faith existen excesivos obstáculos para que el Museo Nacional encabece la reorganización que requieren los museos en el país.
Por prever una crisis financiera que reducirá por completo las posibilidades de crecimiento del Museo Nacional (MN) y por discrepancias con funcionarios de esa institución, José Eduardo Faith renunció a su cargo de director, el cual ocupó por espacio de ocho meses.
Con la salida de Faith, a partir del 15 de marzo de 2003, se desmorona de manera momentánea la creación del Sistema Nacional de Museos, uno de los proyectos prioritarios de Guido Sáenz, Ministro de Cultura.
El actual director del MN explicó que una de las razones principales por las que aceptó el cargo, en el que sustituyó a Melania Ortiz, fue para desarrollar el Sistema Nacional de Museos, que no encontró eco en los museos autónomos.
Sáenz lamentó la partida de Faith y sostuvo que su alejamiento del Museo Nacional se debía a problemas internos con algunos de los funcionarios y no a dificultades de carácter económico por parte del MN.
El jerarca de Cultura descartó que puedan presentarse problemas financieros en el MN, porque Jorge Wálter Bolaños, Ministro de Hacienda, se comprometió a entregarle al Museo y a las demás instituciones beneficiadas, los dineros correspondientes al 2003 por el impuesto del timbre de salida del país, y que representan ingresos por ¢352 millones.
Además del MN, con el timbre de salida del país, que constituía en un pago de $26 dólares por persona, resultaban favorecidos el Museo Juan Santamaría de Alajuela, la Orquesta Sinfónica Nacional, entre otras instituciones.
«Creo que Eduardo está un poquito desinformado, porque ya hablé con Jorge Wálter Bolaños y me dio su palabra de que podemos contar con los dineros del timbre», manifestó Sáenz.
En criterio de Sáenz, la razón primordial por la que Faith renunció a su cargo obedeció a discrepancias que mantuvo con funcionarios del Museo.
Faith aceptó que existe, por parte del personal del MN, «poca voluntad» para impulsar políticas conjuntas y que los funcionarios defienden proyectos relacionados directamente con sus dependencias.
Sáenz dijo que ya negocia con tres personas interesadas en sustituir a Faith, de quien espera que colabore con el desarrollo de los museos de Costa Rica, por poseer un profundo conocimiento en la materia.
El director del MN insistió en que su traslado del Museo de Arte Costarricense (MAC), donde comenzó su gestión en este gobierno, se debió al marcado interés en impulsar el Sistema Nacional de Museos, proyecto que quedaría trunco debido a la falta de recursos.
CRISIS ECONOMICA
Para Faith, la eliminación del timbre de salida del aeropuerto, por modificación de ley, constituye un duro golpe para el MN, porque reduce en ¢88 millones el presupuesto para el presente año, lo que equivale al 40% del presupuesto total del Museo.
Aunque reconoció que existe la posibilidad de que la Asamblea Legislativa apruebe el presupuesto extraordinario que enviaría Hacienda, resaltó que existen trabas burocráticas que harían que los dineros ingresen a finales de 2003.
«El Museo continuará con sus operaciones, pero debe modificar sus proyectos, con lo cual se desperdiciará su potencial».
Destacó que una de las opciones consistía en reducir el personal, debido a que el 74 % del presupuesto, que consta de ¢474 millones, se invertía en pago de salarios.
Dicha opción, añadió, resultaría imposible, porque los empleados están protegidos por el Servicio Civil, lo cual les garantiza su permanencia en sus puestos.
Al existir un faltante de ¢88 millones, precisó, el MN solo podría atender sus operaciones más elementales, lo que contrasta con los intereses con los que él llegó a la dirección.
PREDOMINIO DEL CAOS
Faith destacó que su renuncia era irreversible y que en la conversación que sostuvo con Sáenz bastaron pocas palabras para entenderse.
En una carta dirigida a Sáenz, Faith, quien es experto en museología, asegura que «el Museo Nacional es el vivo reflejo de la desatención en la que han vivido los museos del país, en especial los que pertenecen al Ministerio de Cultura».
La falta de claridad legal, el apego a un sistema administrativo superado y una deficitaria definición de las funciones que realizan los empleados del MN, forman parte de los obstáculos que impiden el adecuado desarrollo del Museo, aseveró.
«No existen políticas de investigación de colecciones, como tampoco hay un programa de exhibiciones y de difusión. Las colecciones se encuentran hacinadas en bodegas y galerones, sin las condiciones mínimas de conservación», detalló en la misiva enviada a Sáenz.
El director del MN cuestiona, también, la inversión que efectuó el Museo en las instalaciones ubicadas en Pavas, las cuales no responden a un programa coherente, con lo que se permitió un «desperdicio de recursos».
En una entrevista con UNIVERSIDAD, publicada el 7 de febrero, Faith había expresado que era inadmisible que el MN careciera de políticas claras después de 115 años de funcionamiento.
Faith estimó que para el 2004, de no revertirse la situación financiera del Museo, será necesario un drástico recorte de operaciones y de personal, tal y como lo ha recomendado la administración del presidente Abel Pacheco.
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