Silvia González, a la derecha, junto a Raquel Montoya, durante la triatlón de Clement, Florida, primera competencia que corrieron bajo el manto de la Federación Unida.
Metida en la mitad de una tormenta, en que dos asociaciones luchan por el predominio del triatlón en nuestro país, Silvia González no se espera a los fallos de los tribunales para seguir en competencia.
La Federación Costarricense de Triatlón que preside Guillermo Sáenz, solicitó un arbitraje al Tribunal que integra la Corte de Arbitraje para el Deporte con sede en Lausana, Suiza, para que fallara el diferendo que mantiene contra la Federación Internacional de Triatlón (ITU) y el Comité Olímpico de Costa Rica (CON), dado que estas dos organizaciones avalan a la Federación Unida de este deporte que preside Silvia, mientras que el Consejo Nacional de Deportes, respalda a la Federación liderada por Sáenz.
En otras palabras, los atletas que practican esta disciplina en Costa Rica, tiene dos entidades que los supervisan: la Federación Costarricense que cuenta con el respaldo nacional (Instituto Costarricense del Deporte) y la Federación Unida que es respaldada por la Federación Internacional y el Comité Olímpico Costarricense.
Entonces, para los triatlonistas es muy difícil entrenar y prepararse para competencias nacionales e internacionales, porque unas son avaladas por un sector, y otras por otro.
Recientemente, el Tribunal de Arbitraje falló en favor del grupo de Silvia González pero, Guillermo Sáenz presentó un recurso ante la Sala Constitucional pues alegó falta de debido proceso; los magistrados lo acogieron pero aún no lo fallan.
Mientras, la Federación Unida agrupa al 97% de los atletas nacionales que practican esta disciplina y mantienen un intenso calendario de competencias, con la ilusión incluso de que su máxima figura, Leonardo Chacón, pueda obtener una invitación especial para asistir a los Juegos Olímpicos en Atenas.
Silvia dijo a UNIVERSIAD que ella viajará en mayo a Madeiro, Portugal a una triatlón internacional donde Leonardo y Fabio Campos competirán en la categoría Sub-23 y ella lo hará en categoría Masters; si Chacón logra ubicarse entre los diez primeros de su categoría, tiene una leve oportunidad de lograr una invitación a Atenas.
«Es muy difícil porque la verdad, todo el triatlón costarricense está más proyectado hacia los Juegos Olímpicos en Beijing, China en 2008, que a los de Grecia, pero Leo tiene una oportunidad y vamos por ella», afirmó González.
Como fogueo a esta prueba en Portugal, Leonardo Chacón, que integra el grupo de élite costarricense junto a Laura Mata, Viviana Chavarría, Roberto Machado, Fabio Campos y Mónica Umaña, todos agrupados en la Federación Unida, viajará el 20 de marzo, al Panamericano de Triatlón en Acapulco, México.
«Voy a acompañar a Leonardo como delegada, no voy a competir porque en Acapulco se celebrará una asamblea con delegaciones latinoamericanas y de Estados Unidos y Canadá. Estos dos países son los más fuertes en América y quieren impulsar esta disciplina en los otros países del continente, sobre todo en la rama femenina que se encuentra muy rezagada. Se tratará de conseguir el envío de técnicos estadounidenses y canadienses a los países latinoamericanos, junto con becas, intercambios, cursos», expresó Silvia.

UNA GUERRERA

Silvia González ama el deporte y se ha distinguido en patinaje, natación, triatlón, maratón que la resumen en una sola palabra: inclaudicable.
Una vez, en una reunión de amigos, alguien dijo esto de ella. «Desde niña supo lo que era la adversidad; el asma la afectó de manera muy fuerte y por ello la recomendación de los médicos fue un no a la práctica de deportes.
Sin embargo, poco a poco comenzó a superar los problemas provocados por esa enfermedad y aunque los pedidos de los médicos estaban siempre presentes, ella no dio el brazo a torcer y empezó a dedicarle más tiempo al patinaje».
Hacemos un paréntesis para decir que fue en esta etapa que quien escribe, conoció a Silvia, a su marido, Marco Tulio Bonilla, un deportista brillante que metieron a atletas y periodistas en el mágico mundo del patinaje de velocidad, donde Marco, Silvia y un grupo de patinadores fueron estrellas y se consagraron en los Juegos Panamericanos de Indianápolis en 1987. En dicha justa, Silvia fue corredora, entrenadora y obtuvo el quinto puesto en la prueba femenina de 1500 metros y la medalla de bronce en la prueba de relevos.
Pero los planes de Silvia también transitaban por otros caminos, incluido el triatlón y empezó a practicarlo.
«Fue muy duro meterme a este deporte que combina atletismo, bicicleta y natación; en una práctica empecé a sentir náuseas , me sentí muy mal y no tenía explicación para lo que estaba pasando. Mi sorpresa fue mayúscula; estaba embarazada, bajé el ritmo de competencia, nació mi hijo y 40 días después del parto volví a las prácticas».
Así hasta la fecha, ya que este fin de semana participará en la segunda fecha de la Copa de Duatlones, que se inició la semana anterior en Alajuela, sigue en Grecia, 8 y 9 de marzo y termina en Vara Blanca de Heredia. La duatlón se compone de carrera, bicicleta y carrera, se elimina la natación.
«La programación de la Federación Unida es muy amplia, porque pertenecen a esta agrupación la mayoría de las asociaciones de zonas urbanas y otras provincias como Alajuela, Heredia en formación, San Carlos y Cartago», agrega esta guerrera del deporte que ha competido en pruebas en México, Estados Unidos, toda Centroamérica, Saint Thomas y Colombia.
«Una úlcera intestinal me estaba afectando en las pruebas y tuve que ser intervenida quirúrgicamente en los Estados Unidos; me cortaron parte del intestino, las otras fueron unidas y la advertencia de los médicos después de la operación fue tajante: no más deportes duros».
«Sin embargo, otros galenos costarricenses me devolvieron el entusiasmo, me dijeron que no temiera y que volviera a mi obsesión; de manera que no solo sigo en el triatlón, sino que he corrido maratones, que practico al lado de mi esposo», agrega esta impresionante atleta, que todos los días se levanta a las 4 de la mañana, luego nada, se ejercita y mantiene una inmejorable condición física, metida en lo suyo, la práctica del deporte, mientras otros siguen con los líos administrativos.