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TLC y textiles ÀSalvación temporal o estocada final?

El TLC da una ventaja al eximir a los textiles del pago de aranceles, pero impide usar la materia prima asi‡tica, que es m‡s barata.

El TLC da una ventaja al eximir a los textiles del pago de aranceles, pero impide usar la materia prima asi‡tica, que es m‡s barata.

Segœn inform— el diario The New York Times, en su edici—n del 10 de marzo, en enero del presente a–o, esto es, un mes despuŽs de que llegara a su fin el Acuerdo Multifibras, que permit’a aplicar cuotas de exportaci—n por pa’s a la industria textilera, las ventas de textiles chinos a Estados Unidos incrementaron en 546% y a la vez cerraron 12.000 empleos estadounidenses ligados a la industria textil.
Sin contar los que se exportan a travŽs de Hong Kong, en enero China export— textiles por m‡s de $1.200 millones a EE.UU, mientras que en el mismo per’odo del a–o pasado, cuando aœn reg’an las cuotas, el monto fue de solo $701 millones.
Ante esta contundente nueva realidad, ÀquŽ futuro tiene la industria textil centroamericana y, particularmente, la costarricense? Y Àhasta quŽ punto aprobar el TLC con Estados Unidos puede ser crucial para su sobrevivencia?
Por un lado, Tatiana Remy, directora de la Asociaci—n de Exportadores Textiles y Mart’n Zœ–iga, gerente de la Promotora de Comercio Exterior (PROCOMER), son optimistas en cuanto a que, gracias a la inversi—n extranjera estadounidense, el pa’s pueda eventualmente formar parte de un «cluster» (conglomerado) textil, que sea capaz de competir con la eficaz y barata industria asi‡tica (China, India y sus vecinos).
 
 
En la lista de ventajas a explotar encuentran: la cercan’a geogr‡fica con EE.UU, una fuerza de trabajo altamente calificada, estable, con experiencia e inovadora seguridad jur’dica para la inversi—n, estabilidad pol’tica, relativa estabilidad econ—mica, y un buen servicio de electricidad y a bajo costo.
Adem‡s, Zœ–iga recuerda que «un 90% de la inversi—n en el sector textil nacional es de origen estadounidense», y resalta la importancia de la industria como generadora de empleos, pues afirma que, sin considerar la producci—n de cafŽ, en ella se encuentra el 7% de los puestos de trabajo directo del sector exportador.
Pero, aœn «no se dispone de estudios espec’ficos que se–alen cu‡ntos, de los actuales 15.000 empleos, podr’an perderse de cara a la eliminaci—n del Acuerdo Multifibras.» (Ver la entrevista: «TLC da ventajas permanentes»)
Por su parte, Remy recuerda que «la mayor’a de las empresas que est‡n en Costa Rica, ya tienen gran parte de su producci—n en China, un poco por el tema de no tener «todos los huevos en una canasta«», y ambos, Zœ–iga y Remy coinciden en que la aprobaci—n del TLC s’ implicar’a ventajas, aunque sea temporales, para el pa’s, por la eliminaci—n de aranceles.
«Tener el TLC, en algunos de los productos de exportaci—n, representar’a un ahorro en impuestos de hasta un 28%, diferencia que claramente nos favorece frente a China», dice Remy. M‡s aœn, la representante empresarial teme que si Costa Rica no aprueba el TLC, «las f‡bricas que est‡n en nuestro pa’s se mueven para el resto de CentroamŽrica, y nuestra industria se muere. Puede ser un proceso bastante r‡pido» (Ver la entrevista: «Sin TLC no hay ventaja»).

VENTAJAS RELATIVAS

Sin embargo, por el otro lado, la economista de la UCR, Anabelle Ulate, especializada en comercio internacional, considera que muchas de las ventajas ticas y regionales quedan relativizadas ante el nivel de eficiencia, calidad y bajos precios alcanzados por la industria textil asi‡tica, pues incluso la menor distancia geogr‡fica de CentroamŽrica con respecto al mercado estadounidense, pierde importancia ante los modernos sistemas de transporte.
En su opini—n, por el contrario, al obligar el TLC, a los pa’ses de la regi—n, a utilizar œnicamente materia prima propia o estadounidense, para elaborar prendas de vestir, la relativa ventaja que pudiera significar la ausencia de aranceles, queda a su vez disminuida, si no anulada.
Adem‡s, considera que es tarde para comenzar a desarrollar un «cluster» textil, dado el nivel logrado por China y sus vecinos, pues la competencia «es ahora», y no en el mediano o largo plazo necesarios para lograr ese conglomerado.
Para Ulate, «aunque suene parad—jico, en el caso de los textiles, un verdadero libre comercio -y no un comercio amarrado como este- s’ dar’a a la industria textil tica, y sobre todo a los pa’ses centroamericanos m‡s pobres, una ventaja.» (Ver la entrevista: «Nos amarran en reglas de origen»)
Todo indica, pues, que el camino, para una industria textil norte-centroamericana es, de cualquier modo, cuesta arriba…

Mart’n Zœ–iga, gerente de PROCOMER

«TLC da ventajas permanentes»
Al liberalizarse totalmente el comercio de textiles, China aparece como potencial acaparadora del mercado y desplazadora de empleos textiles en el mundo. ÀCu‡l es el impacto para Costa Rica?

-En general, es el continente asi‡tico (no solo China e India), el que en los œltimos a–os ha experimentado un gran incremento en las exportaciones al mercado de Estados Unidos, lo cual en algunos casos puede verse impulsado aœn m‡s por la liberalizaci—n del comercio de textiles.
Son, precisamente, los pa’ses del sudeste asi‡tico los m‡s afectados con el fin del Acuerdo Multifibras, ya que en el pasado, al saturarse la cuota de China, las empresas de ese pa’s contrataban maquila en esos otros pa’ses. Al no haber cuotas, China podr‡ producir sin limitaci—n, abandonando sus empresas a los contratos en los otros pa’ses.
Actualmente, Asia posee una participaci—n cercana al 55% del mercado estadounidense y ha registrado incrementos anuales de sus exportaciones textiles de aproximadamente 9%, siendo los factores de costos de producci—n, costos de mano de obra, facilidad de acceso a materias primas, infraestructura textil y, en general, el desarrollo de un verdadero «cluster» textil, lo que ha facilitado su expansi—n.
Adicionalmente, el 90% aproximadamente de las exportaciones del sector textil de CentroamŽrica se concentran en el grupo de productos que se liberan en el 2005 (medias, camisas de algod—n, de tejido plano, enaguas, pantalones, ropa interior, etc.).
Desde el punto de vista del empleo, se tiene que, sin considerar la actividad de cafŽ, el sector textil de exportaci—n del Costa Rica, aporta el 7% del empleo directo generado por todas las actividades exportadoras. Sin embargo, no se dispone de estudios espec’ficos que se–alen cu‡ntos, de los actuales 15.000 empleos, podr’an perderse de cara a la eliminaci—n del Acuerdo Multifibras.
Lo cierto de todo es que este proceso deber’a promover la discusi—n a nivel regional, m‡s que sobre los posibles impactos, sobre las posibles soluciones y salidas al problema que podr’a estarse planteando en torno a la producci—n textil, como la necesidad de crecer en nichos de mercado espec’ficos y rentables, promover la integraci—n de los procesos productivos, focalizarse en el valor del servicio a los clientes: dise–os a la medida, atenci—n de pedidos especiales (bajas cantidades y caracter’sticas especiales), promover la investigaci—n y el desarrollo de nuevos productos y mejoramiento de procesos, mejorar la cultura de dise–o y la disponibilidad de mano de obra sofisticada, y desarrollar «clusters» (a nivel nacional y regional).

Al ponerse fin al Acuerdo Multifibras, Àno pierde su atractivo una concesi—n unilateral de EE.UU como la Iniciativa de la Cuenca de la Caribe (ICC)? Si esto es as’ Àno pierde validez el argumento de que si Costa Rica no ratifica el TLC, perder‡ ese incentivo?

-El Acuerdo Multifibras elimin— las restricciones cuantitativas de acceso a los textiles chinos (y de todo el mundo), pero no elimin— los aranceles. El TLC con Estados Unidos permite a los textiles de la regi—n centroamericana ingresar con preferencias arancelarias que el resto del mundo, y en especial China, no poseen. Por ello, el TLC s’ es un instrumento para mejorar la competitividad frente a Asia.
La firma del TLC entre Estados Unidos y CentroamŽrica viene a otorgarle un «status» permanente a las ventajas que hasta ahora este sector ha recibido de parte de los Estados Unidos. En este sentido, ofrecer‡ un panorama de m‡s largo plazo para el desarrollo de esta actividad productiva. La ICC vence en septiembre del 2008. El riesgo est‡ en que, si entra en vigencia el TLC (con o sin Costa Rica), estos beneficios podr’an ser retirados, pues son totalmente unilaterales. El principal atractivo del TLC frente a la ICC es el hecho de convertir en permanentes, e incluso mejorar, algunas ventajas ofrecidas unilateralmente por Estados Unidos.
Adicionalmente, la firma del TLC podr’a ayudar a impulsar el desarrollo de un «cluster» textil en la regi—n, que apoye la estrategia competitiva trazada por el sector, aprovechando elementos como la cercan’a y la capacidad de respuesta que tendr’an las empresas de esta zona.
En el caso espec’fico de Costa Rica, la firma del TLC asegurar’a el ingreso, bajo condiciones preferenciales, a productos de empresas que han aprovechado la calidad de la mano de obra y su sofisticaci—n para producir art’culos dirigidos a segmentos m‡s especializados, que podr’an generar mayor valor agregado y que se producen en volœmenes m‡s bajos, y que implican una ventaja frente a China, pa’s que es un productor de grandes volœmenes y de art’culos de bajo costo.

ÀDe quŽ manera, en el nuevo contexto, es la mayor cercan’a de CentroamŽrica y el Caribe a EE.UU, una ventaja irrebatible, con o sin el TLC, frente a China?

-La cercan’a con su principal mercado es sin duda un elemento competitivo importante, igual que lo es el estar en la misma «franja horaria», por ejemplo. Pero esos elementos deben de ser acompa–ados de otras ventajas econ—micas y pol’ticas que potencien la capacidad competitiva del pa’s. En sentido tŽcnico, la cercan’a geogr‡fica es una ventaja comparativa, pero hay que saber convertirla en una ventaja competitiva.
A nivel estratŽgico, adem‡s de la posible cercan’a, las empresas valoran en sus procesos de internacionalizaci—n el acceso a activos estratŽgicos (tecnolog’a, recursos productivos), experiencia o trayectoria del sector en el pa’s seleccionado, experiencia empresarial, riesgo-pa’s, barreras pol’ticas y legales, tiempo de respuesta, puntualidad, cumplimiento de aspectos relacionados con regulaciones de propiedad intelectual y ambiental entre muchos m‡s.
Desde el punto de vista de costos, resulta importante el costo de la electricidad, el acceso a recursos financieros, la calidad de la infraestructura disponible, la facilidad en el sistema de aprovisionamiento y el costo del transporte, entre otros.
En este sentido, la cercan’a geogr‡fica puede incidir tanto desde el punto de vista de costos (transporte, por ejemplo), como desde el punto de vista estratŽgico (mejores tiempos de respuesta y puntualidad en la atenci—n de pedidos).

Tatiana Remy, directora de la Asociaci—n de Exportadores Textiles

«Sin TLC no hay ventaja»
ÀQuŽ oportunidad tiene el sector textil costarricense, incluso si la Asamblea aprobase el TLC, frente a la misma industria china y asi‡tica?

-Costa Rica viene compitiendo con productos de precios bajos desde hace varios a–os: en el 2005, es China; en el 94, fue el NAFTA (TLC de AmŽrica del Norte); en el 2000, çfrica; la paz en CentroamŽrica… En fin. Nos ha tocado duro.
Siempre ha habido razones por las cuales nuestras empresas han tenido que evolucionar del simple proceso de la maquila. La mayor’a de las empresas que est‡n en Costa Rica, ya tienen gran parte de su producci—n en China. No sŽ si para ellas es un poco el tema de no tener «todos los huevos en una canasta», y aunado a eso, la cercan’a geogr‡fica, que hace que sigan en nuestro pa’s. Adem‡s, hemos demostrado tener una alta eficiencia en la producci—n y muy baja rotaci—n, aspectos fundamentales en este negocio.
Tener el TLC, en algunos de los productos de exportaci—n, representa un ahorro en impuestos de hasta un 28%, diferencia que claramente nos favorece frente a China. Sin TLC, no tenemos ninguna ventaja ante China, solo la cercan’a geogr‡fica. Con TLC, nosotros no pagamos impuestos, ellos s’. El TLC es la herramienta con la que podemos enfrentar los dos a–os de acomodo o reubicaci—n, como les llamo yo.
Para Costa Rica, el problema m‡s grande en estos momentos es que el TLC pase en los dem‡s pa’ses centroamericanos y no aqu’. Sentimos que si esto pasa, las f‡bricas que est‡n en nuestro pa’s se mueven para el resto de CentroamŽrica, y nuestra industria se muere. Puede ser un proceso bastante r‡pido.

Segœn el texto del TLC firmado, CentroamŽrica podr‡ exportar textiles libres de cuotas a EE.UU, pero siempre que se usen fibras y otros procedentes o de EE.UU o de CentroamŽrica. ÀNo quiere esto decir que, por el contrario, de aprobarse el TLC perder’amos ventaja, al no poder elaborar textiles con materiales asi‡ticos, m‡s baratos, y exportarlos a EE.UU?

-Un tratado tiene que traer beneficios para los pa’ses que lo est‡n firmando. Claro que ser’a una opci—n interesante traer telas chinas, pero de esta manera no se promueve la inversi—n extranjera para lo que es producci—n de fibras y telas. Si se logra que en la regi—n se instale este tipo de inversi—n, estar’amos m‡s cerca de ser un «cluster» textil, y de esta forma se puede competir mejor con China. En Honduras, ya se est‡ hablando de inversiones de m‡s de $100 millones en f‡bricas que producen telas. Aqu’ han venido ya dos grandes empresas analizando al pa’s como lugar factible para este tipo de inversi—n. Ojo: hay que entender que estas f‡bricas son intensivas en capital y tecnolog’a y buscan otro tipo de atributos, como bajos costos elŽctricos, estabilidad en la electricidad, personal tŽcnico calificado, no necesariamente mano de obra barata.
Hay un proceso que se llama «quick response» que quiere decir entrega r‡pida. Lo que esto quiere decir es que cuando salen las nuevas temporadas, hay huecos de producci—n que deben ser llenados en muy corto tiempo. Estos huecos llegan a representar entre un 20% y 25% de la producci—n para muchas empresas. Una gran mayor’a de los productos que se fabrican en la regi—n deben ser entregados en per’odos menores de tres semanas. Si tenemos que traer las telas de china, duramos igual que si se trajera el producto final. Entonces, Àpara quŽ coser en CentroamŽrica?
Anabelle Ulate


«China es mas barata que nosotros con TLC»
El TLC eximir’a a los textiles nacionales del pago de aranceles, Àno significa esto una clara ventaja frente a China para acceder al mercado de EE.UU?

-Aparentemente existe una ventaja en proximidad y, eventualmente, una ventaja arancelaria, pero los asi‡ticos son mucho m‡s baratos en la producci—n de la materia prima textil. Y las reglas de origen, pactadas en el TLC, no permiten otorgar la ventaja arancelaria a prendas de vestir elaboradas con materia prima que no sea de la regi—n. Y, desafortunadamente, los textiles m‡s baratos son los asi‡ticos. De modo que «se va lo comido por lo servido». A la hora de aprobar el TLC, se puede perder la ventaja arancelaria por el lado de las reglas de origen. La gran pregunta es s’ aun no pagando arancel, perdemos esa ventaja, porque China tiene la capacidad de ser m‡s barata que nosotros con el TLC, es decir, incluso no pagando aranceles.

Pero, en el sector textil existe la esperanza de ganar tiempo con el TLC, para conformar un conglomerado regional que compita con China y el resto de Asia.

-El asunto es que tenemos que competir con China ya, no ma–ana. Esta expectativa en un «cluster», probablemente solo prueba que existe debilidad, que los nœmeros no deben estar saliendo. La respuesta inmediata, no la veo.
Por supuesto que sin ventaja arancelaria y con textiles m‡s caros, menos posibilidad tenemos. Sin TLC y utilizando los textiles de la regi—n, estamos totalmente fuera. El TLC le podr’a dar ventaja arancelaria al sector, pero aœn as’ no est‡ claro que los chinos no tengan ventaja en tiempo, pues ahora el tiempo del transporte es rapid’simo.

Entonces, Àel TLC ata las manos al sector textil centroamericano?

-El «quid» del TLC son las reglas de origen para prendas de vestir: no es libre comercio. Y al no poder los productores de prendas de vestir proveerse de los textiles m‡s baratos que hay en el mundo en estos momentos, pueden perder la ventaja del arancel, por no poder trabajar con textiles m‡s baratos, que son todos los asi‡ticos.
Con el TLC nos dan una concesi—n arancelaria, pero nos amarran en las reglas de origen. Esto me genera m‡s angustia en lo que respecta a los pa’ses m‡s pobres de la regi—n, como Honduras, Nicaragua y El Salvador, que podr’an vender mucho m‡s con exenci—n arancelaria y libre compra de materia prima. Este libre comercio s’ ser’a beneficioso, pero no una pol’tica de libre comercio amarrado, que consiste en reducir el arancel, s’, pero por el otro lado amarrar la compra de la materia prima. Suena parad—jico, pero en el caso de los textiles, el libre comercio de verdad, s’ mejorar’a la situaci—n. Pero este libre comercio no se est‡ dando. Que no me vendan el TLC por los textiles, pues no lo veo por ningœn lado.
Por otra parte, esa eventualidad de hacer una industria textil eficiente como la asi‡tica, es solo una eventualidad, es de ser, eventualmente, competitivo, pero eso no existe actualmente. Y la competencia es hoy.

  • Emanuel García Jiménez 
  • País
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